Con flores a Rumsfeld
Parecer¨ªa que el ministro de Defensa, Jos¨¦ Bono, en su visita a EE UU, quisiera cumplir esa definici¨®n afor¨ªstica -"la alegr¨ªa del m¨¢s d¨¦bil: darle algo al m¨¢s fuerte"- incluida en el libro La provincia del hombre, de El¨ªas Canetti. El caso es que, leyendo a los periodistas que acompa?an al ministro, se dir¨ªa que acudi¨® ayer al Pent¨¢gono con flores a Rumsfeld. Como si, a pesar de la ola de laicismo que nos invade, la llegada del mes de mayo, una vez atravesado el puente de todos los atascos, hubiera impulsado la evocaci¨®n de antiguas devociones escolares, tan bien ambientadas con el c¨¢ntico del "venid y vamos todos con flores a porf¨ªa, con flores a Mar¨ªa, que Madre nuestra es". Pero sucede, ahora que somos mayorcitos, que Rumsfeld est¨¢ fuera de nuestro devocionario y por cierto del de los mejores pol¨ªticos, congresistas, senadores, acad¨¦micos y defensores de los derechos humanos de Estados Unidos. En absoluto el secretario de Estado de Defensa merece recibir ofrendas florales o de cualquier otra especie.
Cada d¨ªa se conocen nuevas atrocidades, imposibles de considerar como hechos aislados, integradas dentro de un sistema brutal instalado en Abu Ghraib, en Guant¨¢namo y en al menos otros nueve campos secretos en diferentes pa¨ªses amigos y colaboradores donde hay barra libre para la tortura. Por eso, seg¨²n Financial Times, una asociaci¨®n tan respetable como Human Rights First ha planteado una querella contra Rumsfeld y tiene compiladas 300 investigaciones sobre las denuncias de abusos que afectan aproximadamente a 30.000 prisioneros detenidos desde los atentados del 11-S. Para el senador Edward Kennedy, estas torturas son quiz¨¢s la mayor verg¨¹enza de la historia de EE UU, mientras los mandos militares implicados han sido exonerados de toda responsabilidad.
Pero volviendo a la visita que Bono empezaba ayer en Washington, la edici¨®n de EL PA?S de esa misma fecha la anticipaba bajo el t¨ªtulo "EE UU estudia convertir Rota en la base principal de sus fuerzas especiales en Europa". Luego Miguel Gonz¨¢lez informaba de que el Pent¨¢gono quiere concentrar unidades especiales y contra Al Qaeda dispersas en Alemania, Reino Unido, Italia y Espa?a. Semejante pretensi¨®n se habr¨ªa conocido por unas declaraciones del general James Jones, comandante en jefe de las fuerzas de EE UU en Europa al diario militar Stars&Stripes, donde revel¨® conversaciones con varios pa¨ªses para consolidar un "puesto avanzado" de operaciones especiales al "sur de los Alpes" para "afrontar amenazas emergentes en Europa del Este, el C¨¢ucaso y gran parte de ?frica". El periodista refer¨ªa que EE UU ten¨ªa desde hace a?os en Rota un equipo de operaciones especiales de la Marina, con una treintena de efectivos entrenados en misiones de comando o incursiones clandestinas. Dicho contingente se habr¨ªa regularizado por primera vez en la reforma del convenio bilateral de defensa en 2002.
Enseguida se nos dice adem¨¢s que las dos candidaturas que se disputar¨ªan semejante honor de acoger a comandos para operaciones clandestinas son las bases de Rota (C¨¢diz) y Sigonella (Sicilia), y algunos entender¨¢n que se nos hace as¨ª un gui?o para que nos avivemos y ofrezcamos todas las facilidades que permitan el logro de esa gran oportunidad. Llegados aqu¨ª, cabr¨ªa encadenar una primera serie de interrogantes: ?desde cu¨¢ndo el convenio con EE UU lo maneja el Ministerio de Defensa en lugar del de Exteriores? ?Qu¨¦ hace un general americano planeando concentrar en Rota, que es de exclusiva jurisdicci¨®n espa?ola, los comandos para operaciones clandestinas? ?A cambio de qu¨¦ Defensa adelanta que se inclinar¨¢ por dotar a los nuevos submarinos de un sistema de combate americano? ?De verdad est¨¢ Rumsfeld en condiciones de exigir que Espa?a levante las restricciones respecto a Irak y Afganist¨¢n? ?A qu¨¦ se debe que EE UU, sin mover un dedo para acabar con la presencia colonial brit¨¢nica en Gibraltar, siga enviando all¨ª unidades de su flota? ?Cu¨¢ndo se har¨¢ notar que, autorizando el uso de las bases y con otras facilidades adicionales, damos m¨¢s de lo que recibimos como dijo el JEMAD, general F¨¦lix Sanz? ?Qu¨¦ ha sido de aquella afirmaci¨®n en v¨ªsperas del desfile del ¨²ltimo 12 de octubre de que el pueblo espa?ol no se arrodilla?
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