?D¨®nde encaja Jes¨²s?
La muerte del papa Juan Pablo II y la elecci¨®n del cardenal Joseph Ratzinger como papa Benedicto XVI han situado a la cristiandad en el centro de la escena mundial durante las ¨²ltimas semanas. Muchos en el mundo cristiano se cuestionan el acierto de seguir eligiendo a cardenales europeos como papas, cuando la cristiandad parece estar desapareciendo con rapidez en ese continente. El nuevo Papa incluso se ha encargado de poner en tela de juicio "la dictadura del relativismo" en su homil¨ªa previa al c¨®nclave, en una especie de cr¨ªtica velada al creciente laicismo de Europa. Toda esta reflexi¨®n sobre el futuro de la cristiandad me ha hecho preguntarme: si Jes¨²s tuviera que regresar hoy al mundo, ?d¨®nde se sentir¨ªa m¨¢s c¨®modo, en el Estados Unidos temeroso del Se?or o en la Europa sin Dios? Naturalmente, lo primero en lo que piensa uno es Estados Unidos, donde el relativismo laico es mucho menos influyente que en Europa. Al fin y al cabo, los estadounidenses somos los cristianos m¨¢s devotos de todos los pa¨ªses industrializados del mundo. Seis de cada diez estadounidenses dicen que la fe participa en todos los aspectos de su vida. Un 58% de los estadounidenses reza al menos una vez al d¨ªa y casi la mitad asiste a oficios religiosos una vez por semana.
Las convicciones religiosas de Estados Unidos son profundas. M¨¢s de una tercera parte de los estadounidenses creen que cada frase de la Biblia es la verdadera palabra de Dios y no simplemente una interpretaci¨®n inspirada o historias inventadas. (El 93% de los estadounidenses tiene una Biblia.) El 45% de los estadounidenses cree que Dios cre¨® al ser humano hace 10.000 a?os. Un 56% considera que creacionismo y evoluci¨®n deber¨ªan ser impartidos en las escuelas. Un 65% cree en el demonio; un 82%, en el para¨ªso, y un 40% piensa que el mundo acabar¨¢ en una batalla apocal¨ªptica entre Jes¨²s y el Anticristo. Mientras que 6 de cada 10 estadounidenses afirman que la religi¨®n es muy importante en su vida, en los pa¨ªses europeos, la religi¨®n apenas es un hecho en la vida cotidiana de la gente. En Alemania, s¨®lo un 21% dice que la religi¨®n es muy importante para ellos, mientras que el porcentaje en Gran Breta?a cae a un 16%; en Francia, a un 14%, y en la Rep¨²blica Checa, a un 11%. En Suecia y Dinamarca, las cifras son incluso inferiores, por debajo del 10%.
Aun as¨ª, lo que resulta totalmente sorprendente es que son los europeos quienes siguen m¨¢s a menudo los pasos de Jes¨²s, aunque sin duda se sentir¨ªan desconcertados, y quiz¨¢ incluso molestos, con esa caracterizaci¨®n. Es cierto que no hay una sola menci¨®n a Dios en la Constituci¨®n europea que se est¨¢ debatiendo actualmente en los 25 Estados miembros de la Uni¨®n Europea, pero cuando se trata de practicar lo que predic¨® Jes¨²s, nuestros hermanos europeos quiz¨¢ tengan algo que ense?arles a los fieles estadounidenses. Piensen lo siguiente: mientras yac¨ªa a punto de morir, Cristo suplicaba a Dios que perdonase a sus ejecutores "porque no saben lo que hacen". La creencia en el perd¨®n y la redenci¨®n es esencial en la doctrina cristiana: incluso el peor pecador puede salvarse. En su serm¨®n en el monte, Jes¨²s dijo: "Hab¨¦is o¨ªdo que fue dicho a los antiguos: ojo por ojo y diente por diente. Pero yo os digo: no resist¨¢is al malo. M¨¢s bien, a cualquiera que te golpea en la mejilla derecha, vu¨¦lvele tambi¨¦n la otra".
Los europeos se han tomado en serio la idea de perd¨®n y redenci¨®n en la pol¨ªtica p¨²blica. La pena capital ha sido abolida en los 25 Estados miembro de la Uni¨®n Europea. Aunque la UE ha sustituido la palabra rehabilitaci¨®n por redenci¨®n, laicizando as¨ª su moralidad, la intenci¨®n sigue claramente las ense?anzas de Jes¨²s. Por otro lado, en Estados Unidos, la gran mayor¨ªa de la gente -dos de cada tres personas- est¨¢ a favor de la pena de muerte, y un 37% de todos los estadounidenses afirman creer en el "ojo por ojo", en lugar de poner la otra mejilla. Para muchos estadounidenses, la retribuci¨®n triunfa sobre la rehabilitaci¨®n. Actualmente, 38 Estados autorizan la pena de muerte y en los ¨²ltimos 29 a?os han sido ejecutadas m¨¢s de 800 personas.
?Y qu¨¦ hay de la guerra? Jes¨²s dijo: "Benditos sean los conciliadores". Y Cristo va m¨¢s lejos: "Hab¨¦is o¨ªdo que fue dicho: amar¨¢s a tu pr¨®jimo y aborrecer¨¢s a tu enemigo. Pero yo os digo: Amad a vuestros enemigos y orad por los que os maldicen y os persiguen". Jes¨²s reprend¨ªa constantemente a sus seguidores para que depusieran la espada. Ir¨®nicamente, Estados Unidos, el pa¨ªs m¨¢s cristiano del mundo, alardea de la mayor maquinaria militar de la historia. El gasto militar estadounidense por s¨ª solo supera a los nueve mayores presupuestos de defensa juntos. Estados Unidos representa en la actualidad un 80% de la investigaci¨®n y desarrollo militar del mundo y un 40% del gasto militar total. Por el contrario, la Uni¨®n Europea se fund¨® con el principio de librar "la paz perpetua". Y aunque se puede reprender leg¨ªtimamente a la UE por su dependencia excesiva de EE UU para que protegiera sus intereses vitales de seguridad durante la guerra fr¨ªa y, m¨¢s recientemente, en las refriegas militares en Bosnia y Kosovo, no es menos cierto que los europeos se toman realmente en serio la idea de ser conciliadores. Durante la ¨²ltima mitad de siglo, los Estados miembro de la UE han facilitado un 80% de las fuerzas de pacificaci¨®n en conflictos de todo el mundo. La UE tambi¨¦n proporciona un 70% de todos los fondos de reconstrucci¨®n, un 50% de la ayuda total al desarrollo civil y un 47% de la ayuda humanitaria del mundo (EE UU s¨®lo contribuye con un 36%).
Jes¨²s dedic¨® muchos de sus sermones a la cuesti¨®n de servir a los menos afortunados y a los pobres. Uno de cada 16 versos del Nuevo Testamento est¨¢ dedicado al tema de la repartici¨®n adecuada de la riqueza y a la protecci¨®n de los miembros m¨¢s d¨¦biles y pobres de la sociedad. Jes¨²s dice: "El esp¨ªritu del Se?or est¨¢ sobre m¨ª, por lo cual me ha ungido para que traiga buenas nuevas a los pobres. Me ha enviado para anunciar la redenci¨®n a los cautivos y devolver la vista a los ciegos, para liberar a los oprimidos...". Estados Unidos se ha mantenido alejado de las ense?anzas de Cristo. Actualmente, EE UU est¨¢ clasificada como la vigesimocuarta naci¨®n industrializada en disparidad de ingresos, es decir, el desfase entre los pocos ricos en lo m¨¢s alto y la multitud de pobres en lo m¨¢s bajo. Los 25 Estados miembro de la Uni¨®n Europea disfrutan de una distribuci¨®n m¨¢s equitativa de la riqueza. Tambi¨¦n hay m¨¢s gente que vive en la pobreza en Estados Unidos que en los 16 pa¨ªses europeos de los que se dispone de datos. Un asombroso 22% de los ni?os de EE UU viven en la pobreza. EE UU actualmente se encuentra en la vi
-gesimosegunda posici¨®n, o pen¨²ltima, en pobreza infantil entre los pa¨ªses desarrollados, superado s¨®lo por M¨¦xico. Lamentablemente, un 58% de los estadounidenses afirman que "es m¨¢s importante perseguir los objetivos personales sin injerencia del Gobierno", mientras que s¨®lo un tercio de los estadounidenses cree que "es m¨¢s importante que el Gobierno garantice que no haya necesitados".
Jes¨²s predic¨® la no violencia, pero en Estados Unidos, donde la asistencia a la Iglesia es la m¨¢s elevada del mundo industrial, hay 250 millones de pistolas en circulaci¨®n. No es de extra?ar que el ¨ªndice de homicidios en EE UU sea casi cuatro veces superior al de Europa. Todav¨ªa es m¨¢s aterrador que los Centros de Control de Enfermedades de EE UU afirmen que las tasas de homicidio, suicidio y muertes relacionadas con armas de fuego entre la poblaci¨®n infantil superan a las de los otros 25 pa¨ªses m¨¢s ricos del mundo, incluyendo a las 14 naciones europeas m¨¢s pr¨®speras.
Por ¨²ltimo, Jes¨²s pide a los fieles que respeten y administren la creaci¨®n. Los europeos, aunque mucho menos religiosos, han mostrado una mayor consideraci¨®n por la protecci¨®n de la biosfera, de la que depende toda la vida. Fue la Uni¨®n Europea la que abog¨® por el Tratado sobre el Calentamiento Global y el Tratado sobre la Biodiversidad, mientras que Estados Unidos se neg¨® a refrendarlos. Muchos de los Estados miembro de la UE se han fijado como meta el cambio a la energ¨ªa renovable y a la agricultura org¨¢nica e incluso han reconocido los derechos de nuestros hermanos los animales ante la ley. EE UU no lo ha hecho. Todo ello plantea una pregunta: ?cu¨¢l es la prueba definitiva de la vida moral, ir a la iglesia o practicar lo que predic¨® Jes¨²s? ?Est¨¢n m¨¢s vivas las ense?anzas de Jes¨²s en Estados Unidos o en Europa? Es algo en lo que pensar.
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