El presidente plantear¨¢ al 'lehendakari' c¨®mo encarar el final de la violencia

El presidente Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero abordar¨¢ ma?ana en el palacio de la Moncloa con el lehendakari en funciones, Juan Jos¨¦ Ibarretxe, la manera de encarar el final de ETA y la participaci¨®n de todos los partidos en una reforma del Estatuto vasco, lo que requiere que renuncie a imponer su plan soberanista.

Zapatero e Ibarretxe decidieron esta reuni¨®n inmediatamente despu¨¦s de las elecciones vascas del 17 de abril, con el objetivo de afrontar los dos principales retos de la pol¨ªtica vasca y sin esperar siquiera a la celebraci¨®n de la investidura. El jefe del Ejecutivo tambi¨¦n convers¨® telef¨®nicamente con el presidente del PNV, Josu Jon Imaz, justo despu¨¦s de los comicios. Posteriormente no lo ha vuelto a hacer con ninguno de los dos.

El presidente del Gobierno estima que el escenario vasco ha cambiado en los ¨²ltimos meses, particularmente tras las elecciones de abril, y quiere compartir el diagn¨®stico con Ibarretxe. Este mes se cumplen dos a?os sin que ETA haya matado a nadie, lo que no tiene precedentes desde 1972. Los representantes de la ilegalizada Batasuna claman por encauzar el llamado "conflicto vasco" por la v¨ªa pol¨ªtica. Adem¨¢s, los comicios han fragmentado el mapa electoral vasco a¨²n m¨¢s, lo que, a juicio del Ejecutivo, obliga a los partidos a entenderse. El presidente cree que puede contar con el concurso sincero de Ibarretxe y el PNV en el fin de la violencia etarra. Las circunstancias actuales no tienen que ver con las de 1998, cuando el PNV acord¨® con Batasuna, y el aval de ETA, el Pacto de Lizarra. La Moncloa est¨¢ convencida de que el PNV aprendi¨® de aquel fracaso, y que su l¨ªder, Imaz, est¨¢ absolutamente interesado en el fin de la banda.

Zapatero, adem¨¢s de intercambiar informaci¨®n sobre ETA, dejar¨¢ claro a Ibarretxe que el Gobierno no har¨¢ ning¨²n gesto hacia ETA hasta que la banda anuncie el fin de la violencia. Y tratar¨¢ de fijar los l¨ªmites en que se puede desenvolver ese escenario, que ya fij¨® el Pacto de Ajuria Enea de enero de 1988: la paz a cambio de una soluci¨®n para los presos.

Contar con Rajoy

El presidente tambi¨¦n pretende contar con el l¨ªder del PP, Mariano Rajoy, en este proceso. Pero en el Gobierno est¨¢n convencidos que Rajoy no se comprometer¨¢ hasta que ETA anuncie el final de la violencia.

Zapatero tambi¨¦n abordar¨¢ con Ibarretxe el reto de la convivencia en Euskadi. Su pretensi¨®n es que la coalici¨®n PNV-EA se siente con todos los partidos democr¨¢ticos en una ponencia parlamentaria para acordar una reforma del Estatuto. En la campa?a electoral, Zapatero avanz¨® que si esa modificaci¨®n ten¨ªa el apoyo de dos tercios, tendr¨ªa su aval. Pero el inicio de la ponencia requiere previamente que Ibarretxe renuncie a imponer su plan soberanista. El Gobierno cree que las urnas derrotaron dicho plan el 17 de abril y conf¨ªa en que Ibarretxe sea coherente y no trate de que su plan sea la base de la reforma del Estatuto.

La renuncia de Ibarretxe al soberanismo ser¨¢ la piedra de toque que marcar¨¢ sus relaciones con Zapatero y con el Partido Socialista de Euskadi (PSE). Mientras tanto, el secretario general del PSE, Patxi L¨®pez, ya ha anunciado que celebrar¨¢ una ronda de reuniones con los partidos vascos y que no renuncia a presentarse como candidato alternativo a Ibarretxe.

Zapatero no tiene previsto abordar esta cuesti¨®n, la de la gobernabilidad en Euskadi, con Ibarretxe porque estima que es una cuesti¨®n interna de los partidos vascos. En todo caso, as¨ª como recibe ma?ana a Ibarretxe, lo har¨¢ en breve con L¨®pez.

El Gobierno socialista estima tambi¨¦n que un cese de la violencia por parte de ETA propiciar¨ªa la participaci¨®n de la izquierda abertzale en la ponencia que abordar¨¢ la reforma del Estatuto. Sus representantes han expresado su voluntad de participar en ella "con partidos nacionalistas y no nacionalistas". As¨ª, la reforma del Estatuto y el proceso de paz en Euskadi confluir¨ªan.