Joan Colom: "La fotograf¨ªa es una enfermedad que no me deja morir"

"Nunca he hecho ninguna fotograf¨ªa m¨¢s arriba de la plaza de Catalunya. Y si hice alguna, la romp¨ª". Joan Colom (Barcelona, 1921) recurre a esta frase para describir el ¨¢mbito en el que se ha circunscrito su trabajo. Colom es, sobre todo, un gran retratista de los personajes del barrio barcelon¨¦s del Raval. Sus im¨¢genes congelaron con maestr¨ªa un barrio chino ya desaparecido. El Espacio Cultural Caja Madrid de Barcelona expone una antol¨®gica de su trabajo, que a¨²n desarrolla con pasi¨®n: "La fotograf¨ªa es una enfermedad que no me deja morir".

Joan Colom. Fotografies de Barcelona, 1958-1964 re¨²ne 150 im¨¢genes, en blanco y negro y de distintos formatos. S¨®lo un tercio se hab¨ªan expuesto anteriormente, y, entre las no exhibidas, figuran dos series sobre el Somorrostro y el Born, realizadas por encargo de El Correo Catal¨¢n. En la exposici¨®n, que podr¨¢ visitarse hasta el 25 de junio (a partir de ahora la sala abrir¨¢ tambi¨¦n los domingos por la ma?ana) se incluye la ¨²nica pel¨ªcula de Colom, un documental de 22 minutos, rodado en s¨²per 8, cuyo escenario es la Barcelona vieja.

La relaci¨®n de Colom con la imagen gr¨¢fica es peculiar. Contable de oficio, realiz¨® su primera fotograf¨ªa cuando ten¨ªa 36 a?os y, salvo un t¨ªmido intento infructuoso, nunca se ha dedicado a ella como profesional. David Balsells y Jorge Ribalta, los comisarios de la exposici¨®n (que pudo verse el pasado a?o en Madrid), dicen de ¨¦l que es, fundamentalmente, un fot¨®grafo dotado de una privilegiada intuici¨®n. El contacto con la Agrupaci¨®n Fotogr¨¢fica de Catalu?a (AFC) espole¨® su afici¨®n. Su trabajo se inscribe en lo que el cr¨ªtico fotogr¨¢fico Josep Maria Casademont defini¨® como "la nueva vanguardia" y est¨¢ guiado por la voluntad de atrapar la realidad, con especial atenci¨®n hacia el mundo marginal y desfavorecido, y por una preferencia por las series en detrimento de la fotograf¨ªa ¨²nica.

Su mirada sobre el barrio chino se dio a conocer gracias a una exposici¨®n en la Sala Aixel¨¤ en 1961 y, tres a?os m¨¢s tarde, con el libro Izas, rabizas y colipoterras, con textos de Camilo Jos¨¦ Cela. Cuenta Colom que de su poli¨¦drico trabajo de documentaci¨®n sobre el barrio (ni?os, ancianos, trabajadores, mendigos...), el escritor y el dise?ador del libro, ?scar Tusquets, hicieron una edici¨®n concentrada en las prostitutas. Una de ellas llev¨® a juicio a los autores y los editores y, aunque al final la mujer no se present¨® en la vista, el suceso dej¨® abatido al fot¨®grafo, hasta el punto de que su actividad decay¨® hasta ¨ªndices m¨ªnimos. "Nunca he dejado de fotografiar, pero durante tres d¨¦cadas lo hice con una intensidad muy peque?a". La entrega no renaci¨® hasta que se jubil¨® como contable, y en los ¨²ltimos 20 a?os ha vuelto a salir a diario a retratar el Raval, que no se parece en nada al de la d¨¦cada de 1950.

Colom es un fot¨®grafo peculiar tambi¨¦n en cuanto a metodolog¨ªa. La necesidad de pasar inadvertido le llev¨® a desarrollar una personal versi¨®n de la c¨¢mara oculta, con la m¨¢quina colocada a la altura de la cintura, sin mirar nunca por el visor para encuadrar las im¨¢genes. A¨²n hoy sigue trabajando del mismo modo, si bien utiliza el color y ha aprendido a editar sin destruir el material sobrante. Pero parece no haber superado su viejo trauma. Se resiste a ense?ar sus fotograf¨ªas m¨¢s recientes porque teme que algunos de sus protagonistas se reconozcan y se molesten.