Humanidades
Es una tendencia anterior a este Gobierno, pero que se puede reforzar ahora: disminuir el estudio de las Humanidades en la Universidad espa?ola. Hay, dicen, demasiadas carreras (140) y conviene restringirlas (77). No s¨¦ por qu¨¦: puede ser por ahorro, por simplificaci¨®n. Pero las v¨ªctimas son las que corresponde a las Humanidades. No interesan. Y sus licenciados terminan trabajando de acomodadores, de profesor durante las vacaciones de los lerdos y muchos se presentan a los ex¨¢menes de barrendero. Ah, pero tambi¨¦n los hay entre los de ciencias. Tampoco ¨¦ste es un pa¨ªs cient¨ªfico, y, sobre todo, me temo que la ciencia, sea cual sea, sin un fundamento humano, sin lo que se llam¨® en un periodo fecundo, humanismo, se tergiverse. Todos conocemos las tragedias que se plantearon entre los sabios de la bomba at¨®mica cuando se vieron a s¨ª mismos como asesinos; unos sabios que hab¨ªan nutrido su ciencia con el humanismo de la ¨¦poca, que era mucho m¨¢s libre que la nuestra en aspectos de pensamiento.
El siglo XX tuvo un gran arranque de pensamiento y de nuevo humanismo, a base de reducir los dogmas de la religi¨®n, y ahora, en el XXI, los dogmas han desaparecido o est¨¢n en v¨ªas de desaparici¨®n, pero se extiende una beater¨ªa sin fin desde la Casa Blanca de Estados Unidos, que impregna a todo el gran pa¨ªs. Esa beater¨ªa cl¨¢sica entiende las guerras como una obra de Dios; y la fijaci¨®n en los infieles como est¨¢ sucediendo es una base. Temo que los humanistas de EE UU, y del mundo occidental para ser m¨¢s reales, est¨¦n en extinci¨®n. Creo que los Oppenheimer o los Einstein de EE UU que renegaron de la bomba nuclear que hab¨ªan ayudado a construir no existir¨ªan hoy.
La base cristiana que emana de la Casa Blanca, o la base hebrea que surge de la colusi¨®n con Israel, m¨¢s el islamismo de guerra que premia a los h¨¦roes, est¨¦n faltando a la reflexi¨®n, y dejando a los ciudadanos sin esa especie de respeto que en algunos momentos ha iluminado las civilizaciones, y no hay nombre m¨¢s apropiado que el de civilizaciones: la ciudad y su convivencia, la ayuda mutua, la solidaridad. Una ¨¦tica principal, una l¨®gica, una manera de razonar, el pensamiento que se expresa con el lenguaje, el lenguaje sin violar y sin dar a las palabras el significado contrario, la desaparici¨®n de las represiones in¨²tiles, podr¨ªan ser obra de las Humanidades.
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