Bulimia
En un mundo donde perdura la insensatez de que el consumo de energ¨ªa sea un indicador de desarrollo, cada informe sobre la degradaci¨®n ambiental pinta un panorama m¨¢s feo. La ONU acaba de publicar un estudio cuyas conclusiones son para echarse a temblar. Se titula Evaluaci¨®n de los Ecosistemas del Milenio y ha sido realizado por 1.300 expertos de 95 pa¨ªses, y respaldado por 22 de las instituciones cient¨ªficas m¨¢s importantes del mundo. No se podr¨¢ arg¨¹ir que se trata de las amenazas agoreras de "un pu?ado de ecologistas radicales contrarios al bienestar".
Pues bien, mientras semejante radiograf¨ªa era acogida con profunda preocupaci¨®n por los seres pensantes del planeta, el Ayuntamiento de Valencia anunciaba ufano a su amada ciudadan¨ªa la construcci¨®n de... ?una pista de esqu¨ª en la Fuente de San Luis! (que luego resultaron ser dos tazas).
Muchas empresas japonesas, tan formales y hasta ceremoniosas, han pedido a sus plantillas que en verano vayan a trabajar en camiseta, porque los trajes obligan a consumir muchos m¨¢s kilovatios para el aire acondicionado.
Por aqu¨ª, en cambio, seguimos inmersos en una bulimia energ¨¦tica de nuevos ricos: cada cual sobre nuestras propias ruedas acudimos a oficinas, cines y comercios donde es preciso abrigarse en agosto, mientras que en diciembre conviene llevar debajo del abrigo algo de tirantes. Como si para ello no fuera "necesario" hacer cosas que, por supuesto, no apoyamos. A saber: guerras por los combustibles f¨®siles, respaldar dictaduras asesinas, desviar r¨ªos, construir presas, soportar centrales t¨¦rmicas y nucleares de seguridad m¨¢s que dudosa... O invadir los paisajes terrenos y marinos con esos molinos-gigantes que empiezan a constituir plaga por su proliferaci¨®n y sus desafortunadas ubicaciones.
Ande yo caliente. Observad a esa gente que toma el verm¨² al "aire libre" en las heladas noches de enero, al amor de unas setas que devoran gas, total para que a los enanitos no se les congelen unas orejas de atrezzo que no sirven para escuchar los avisos de la que se nos viene encima.
Y a¨²n dir¨¢n que el tiempo est¨¢ loco.
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