Y de regalo, un nobel

La escritora Almudena Grandes, resignada al hecho de que diversos medios de comunicaci¨®n publiquen su edad el d¨ªa de su cumplea?os, decidi¨® el pasado s¨¢bado celebrar su cuarenta y cinco aniversario con un peque?o pu?ado de amigos entre los que se encontraban los poetas Luis Garc¨ªa Montero, Benjam¨ªn Prado, Luis Mu?oz y Jos¨¦ Manuel Caballero Bonald, el novelista Eduardo Mendicutti, el editor Chus Visor, la cineasta Azucena Rodr¨ªguez o el periodista Javier Rioyo, este ¨²ltimo ausente, pero al que se esper¨®, casi con tozudez, toda la noche. Lo que no sab¨ªa Grandes es que su amigo el cantante Joaqu¨ªn Sabina y pareja, Jimena Coronado, que confirmaron la asistencia aunque a¨²n estaban bajo los efectos del jetlaghe tras su reciente viaje de M¨¦xico a Madrid, le llevar¨ªan de regalo a la autora de Aires dif¨ªciles un nobel de literatura, ya que acudieron a la cena con el escritor Gabriel Garc¨ªa M¨¢rquez y su esposa, Mercedes, quienes lo ¨²nico que pidieron con antelaci¨®n era no convertirse en el centro de la velada o que el escritor se viera sometido a interrogatorio alguno. Aceptadas las premisas, el autor de Vivir para contarla escuch¨® m¨²ltiples historias a lo largo de la noche, al tiempo que departi¨® animadamente con todos los presentes de temas muy diversos, entre los que no falt¨® su conocida fobia a los aviones.-