Hermanos Musulmanes, el grupo mejor organizado
La prueba de fuerza no ha hecho m¨¢s que comenzar. Los Hermanos Musulmanes, el grupo islamista prohibido como partido pol¨ªtico pero consentido como entidad religiosa y social, aprovech¨® la relativa tolerancia del Gobierno egipcio hacia las recientes manifestaciones anti-Mubarak y organiz¨® su protesta el pasado mi¨¦rcoles. La respuesta del r¨¦gimen ha sido contundente: cientos de detenidos en todo el pa¨ªs (de los que 800 segu¨ªan detenidos ayer, seg¨²n la hermandad y 213, seg¨²n las autoridades), incluido su portavoz, Esam el Erian y tres de sus dirigentes.
"Hemos sacado a la calle a 17.000 personas en 18 provincias; Kifaya nunca ha superado los 3.000 manifestantes", resum¨ªa satisfecho El Erian al d¨ªa siguiente de la protesta y unas horas antes de su detenci¨®n. "Era una expresi¨®n simb¨®lica; podemos reunir a mucha m¨¢s gente, pero tenemos una estrategia gradual", apuntaba.
"La reacci¨®n demuestra que el Gobierno les teme m¨¢s que al movimiento prodemocracia", constata un egipcio que trabaja para un organismo internacional. Los analistas locales coinciden en que se trata de la principal fuerza pol¨ªtica del pa¨ªs. "No son la mayor¨ªa, pero son los ¨²nicos que est¨¢n organizados a escala nacional", a?ade el mismo interlocutor.
El papel de las mezquitas
"Su fuerza es en gran medida fruto de la pol¨ªtica de este r¨¦gimen", explica Nabil Abdel Fatal, investigador del Centro de Estudios Estrat¨¦gicos Al Ahram. "Al haber suprimido durante a?os toda otra v¨ªa de expresi¨®n pol¨ªtica, ellos han crecido a trav¨¦s de las mezquitas, que era el ¨²nico espacio abierto; a la vez, para contrarrestar su influencia se ha fomentado el islam m¨¢s conservador, lo que ha transformado Egipto de un pa¨ªs isl¨¢mico moderado en uno fan¨¢tico".
Los Hermanos Musulmanes hace a?os que renunciaron a la violencia. Sin embargo, una cl¨¢usula constitucional proh¨ªbe la formaci¨®n de partidos sobre bases religiosas. Aunque algunos observadores extranjeros opinan que debe ofrec¨¦rseles una salida pol¨ªtica, su eventual participaci¨®n suscita recelos. "Es peligroso, ?c¨®mo se puede hablar con gente que habla en el nombre de Dios?", se pregunta el polit¨®logo Samir Morcos (cristiano copto), expresando un temor que comparten la mayor¨ªa de las formaciones pol¨ªticas.
El Erian neg¨® los rumores sobre un posible acuerdo de la Hermandad para respaldar a Mubarak en las pr¨®ximas presidenciales a cambio de una oportunidad para presentarse a las legislativas. "No hay tal pacto; vamos a tener un cambio, pero ser¨¢ pac¨ªfico y gradual", asegur¨®. "Hemos intentado convencer al presidente para que lo inicie ¨¦l mismo y d¨¦ esperanza a la gente; despu¨¦s de 24 a?os, podemos esperar otro m¨¢s".
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