Suspenso en gases

Espa?a ratific¨® en 2002 el Protocolo de Kioto sobre la reducci¨®n de emisiones de gases de efecto invernadero, que entr¨® en vigor el pasado febrero con la firma de Rusia. Mucho va a tener que esforzarse nuestro pa¨ªs para cumplir el compromiso de m¨ªnimos establecido para la Uni¨®n Europea de rebajar en un 8% las emisiones respecto al nivel de 1990. En el caso espa?ol, el objetivo se ha fijado en un aumento del 15%, dado que parte de niveles de emisi¨®n comparativamente inferiores a la media europea.

Las previsiones no pueden ser menos halag¨¹e?as, tal como se?alan los ¨²ltimos estudios, y tampoco son tranquilizadoras las actuaciones del Gobierno socialista, resuelto en un principio a enderezar graves negligencias del anterior, pero contradictorio en las pol¨ªticas de sus departamentos. Un informe presentado por el instituto de estudios independiente World Watch y Comisiones Obreras afirma que Espa?a figura a la cabeza de las naciones industrializadas en aumento de emisiones de di¨®xido de carbono. Durante el pasado a?o se incrementaron en un 3,55% respecto al anterior y entre 1990 y 2004, nada menos que en un 45,61%. Un suspenso rotundo, como certifica el que seamos el socio que m¨¢s se aleja entre los 15 europeos que se comprometieron conjuntamente a esa rebaja del 8%. El sector energ¨¦tico es el principal responsable.

Obligado por la UE, el Gobierno socialista aprob¨® el pasado octubre un plan nacional de asignaci¨®n de derechos de emisi¨®n de gases, centrado principalmente en los sectores el¨¦ctrico, cer¨¢mico, cementero y sider¨²rgico. El plan es positivo y voluntarista pero insuficiente, pues choca con las actuaciones que emanan sobre todo del Ministerio de Industria, que sigue fomentando una pol¨ªtica energ¨¦tica muy poco acorde con el pacto de Kioto, y menos a¨²n con las manifestaciones entusiastas que los ministros del ramo transmiten a sus colegas en Bruselas. Es necesario corregir el rumbo, aplicando medidas concretas de ahorro y eficiencia energ¨¦tica en todos los sectores y en el consumo dom¨¦stico. Igualmente es urgente poner en marcha la estrategia contra el cambio clim¨¢tico que el anterior Ejecutivo dej¨® pendiente. Espa?a ha perdido mucho tiempo en pol¨ªtica medioambiental y necesita ahora correr mucho m¨¢s que otros.