Ex¨¢menes parciales
Zapatero celebrar¨¢ -o padecer¨¢- hoy su primer debate sobre el estado de la naci¨®n desde la cabecera del banco azul con la experiencia todav¨ªa viva de sus intervenciones como portavoz del Grupo Socialista en la oposici¨®n; conoce bien, por lo tanto, los papeles que corresponde representar en estos plenos a quien ejerce el poder o aspira a ocuparlo. En apariencia, este debate anual se asemeja a los ex¨¢menes parciales que rinden los alumnos ante los profesores como anticipo de las pruebas de fin de curso: el presidente del Gobierno tambi¨¦n dar¨¢ cuenta de su gesti¨®n a los diputados tras su investidura. Sometido al severo escrutinio de los portavoces de todos los grupos parlamentarios, soportar¨¢ en el yunque del esca?o las cr¨ªticas por las actuaciones realizadas y anunciar¨¢ sus proyectos para la legislatura. Pero el debate del estado de la naci¨®n fue dise?ado en 1984 con la intenci¨®n de aliviar tambi¨¦n la suerte del presidente del Gobierno: la delimitaci¨®n del campo de juego a trav¨¦s de la fijaci¨®n previa de la agenda, la ventaja de pronunciar la ¨²ltima palabra en el cruce de intervenciones con sus adversarios y el privilegiado acceso del Ejecutivo al banco de datos de la Administraci¨®n le permite extraer del bombo las bolas m¨¢s adecuadas para su lucimiento, eludir las preguntas inc¨®modas (o responderlas de forma incongruente), abrumar a sus contrincantes con informaci¨®n in¨¦dita y reservarse el turno de cierre para convertir la supuesta rendici¨®n de cuentas en una lecci¨®n magistral.
Todo hace suponer que Zapatero iniciar¨¢ su intervenci¨®n sacando a las candilejas del proscenio sus promesas electorales ya cumplidas o en trance de serlo. En verdad, no le faltar¨¢n mimbres para construir el cesto: si la retirada de las tropas de Irak fue la mejor prueba de su fidelidad a los compromisos adquiridos, el ¨¢mbito de los derechos civiles tambi¨¦n le ha deparado la oportunidad de brindar otros significativos ejemplos de coherencia, desde la ley contra la violencia de g¨¦nero hasta los proyectos -en tr¨¢mite parlamentario- de agilizaci¨®n del divorcio y apertura del matrimonio a personas del mismo sexo. La aventura militar iniciada en las Azores por Aznar no fue la ¨²nica decisi¨®n del anterior Gobierno cuya rectificaci¨®n los socialistas hab¨ªan prometido antes de los comicios: Zapatero tambi¨¦n ha hecho honor a la palabra en lo que se refiere a la paralizaci¨®n del Trasvase del Ebro y la suspensi¨®n de aspectos de la Ley de Calidad de la Ense?anza tales como la homologaci¨®n de la catequesis cat¨®lica con las matem¨¢ticas como asignatura evaluable.
Sin embargo, esos gestos de lealtad con los electores no le han salido gratis al Gobierno; las descortes¨ªas diplom¨¢ticas de la Administraci¨®n Bush con el presidente Zapatero y la agresiva campa?a del Estado del Vaticano y de la jerarqu¨ªa eclesi¨¢stica contra la pol¨ªtica legislativa de la mayor¨ªa parlamentaria en materia de costumbres han sido el elevado precio a pagar por ejecutar el programa que los ciudadanos hab¨ªan votado. La exigencia de una mayor¨ªa cualificada de tres quintos del Consejo General del Poder Judicial para la elecci¨®n de los presidentes de sala y magistrados del Supremo ha ampliado la lista de rencores contra el Gobierno para incluir entre los agraviados a los sectores ultraconservadores de la magistratura.
Mientras la situaci¨®n econ¨®mica se niega a obedecer los apocal¨ªpticos pron¨®sticos de PP y ofrece datos optimistas sobre crecimiento y creaci¨®n de empleo, la operaci¨®n emprendida para regularizar la situaci¨®n de inmigrantes -han sido presentadas casi 700.000 solicitudes- ocupados de hecho en la econom¨ªa sumergida elevar¨¢ los ingresos de la Seguridad Social y reducir¨¢ la bolsa de ilegalidad laboral creada por la pol¨ªtica del PP. Pero si el presidente Zapatero tuviese el ensue?o de blindar el debate sobre el estado de la naci¨®n dentro de las protegidas fronteras de las promesas cumplidas y de los logros alcanzados, sus esfuerzos en pos de ese imposible objetivo ser¨ªan vanos. Porque las expectativas de pacificaci¨®n en el Pa¨ªs Vasco tras la eventual desaparici¨®n de ETA, las estrategias pol¨ªticas y policiales para acelerar ese desenlace, el futuro del Pacto Antiterrorista, la financiaci¨®n de Catalu?a y del resto de las comunidades, la modificaci¨®n de los Estatutos de Autonom¨ªa y la reforma de la Constituci¨®n ser¨¢n hoy y ma?ana temas de obligada presencia en el hemiciclo.
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