El deportado que nunca estuvo all¨ª
El presidente de la asociaci¨®n de Mauthausen no fue prisionero de los nazis
El hombre m¨¢s conocido de la deportaci¨®n espa?ola, Enric Marco, presidente de la asociaci¨®n Amical de Mauthausen, ha enga?ado a todos durante casi 30 a?os. Nunca estuvo preso en un campo de concentraci¨®n, al contrario de lo que aseguraba en cientos de entrevistas, charlas en colegios, e incluso en un libro autobiogr¨¢fico, Memoria del infierno, publicado en 1978.
Despu¨¦s de que circularan diversos rumores que provocaron su destituci¨®n como presidente de la asociaci¨®n y su ausencia inesperada en los actos de conmemoraci¨®n del 60? aniversario de la liberaci¨®n de Mauthausen -achacada oficialmente a una enfermedad-, Marco reconoci¨® ayer en un escueto comunicado lo que algunos de sus compa?eros, totalmente desolados, ya sab¨ªan hace unos d¨ªas: que se lo invent¨® todo. Por ello ha sido cesado de todos sus cargos.
Marco reconoci¨® ayer que jam¨¢s estuvo preso en un campo nazi, despu¨¦s de 30 a?os de mentiras
Marco, de 84 a?os, no sali¨® de Espa?a exiliado, como miles de compatriotas republicanos, al final de la guerra. Ni se incorpor¨® a la Resistencia francesa, como contaba una y otra vez en las decenas de entrevistas que le han realizado en los ¨²ltimos a?os. "Sal¨ª hacia Alemania en una expedici¨®n de trabajadores espa?oles en 1941", reconoc¨ªa.
Tampoco estuvo nunca en el conocido campo de concentraci¨®n de Flossenburg, a pesar de que ha narrado esa supuesta experiencia terror¨ªfica miles de veces. De hecho, repet¨ªa su supuesto n¨²mero de registro: 6.448. Marco da 120 charlas al a?o en otros tantos colegios, explicando con detalle a los j¨®venes c¨®mo era un horror que, seg¨²n admit¨ªa ayer, nunca conoci¨® directamente. "Reconozco no haber estado internado en el campo de Flossenburg, aunque s¨ª padec¨ª prisi¨®n en r¨¦gimen preventivo bajo la acusaci¨®n de conspiraci¨®n contra el III Reich", sostiene Marco en su comunicado.
Por tanto, nunca fue liberado por las tropas aliadas, como hab¨ªa narrado, en 1945, al final de la II Guerra Mundial. "Volv¨ª a Espa?a a principios de 1943 despu¨¦s de que me liberaran". ?sta es la clave para entender por qu¨¦ Marco ha podido enga?ar a tanta gente durante tanto tiempo. Pr¨¢cticamente todos los espa?oles que salieron de campos de concentraci¨®n se quedaron en Francia, el ¨²nico pa¨ªs que les acogi¨®. Y recibieron una ficha de deportado que les daba derecho a una pensi¨®n. Para d¨¢rsela, el Gobierno franc¨¦s busc¨® y comprob¨® todos sus datos. Pero no los de Marco. ?l cont¨® una historia cre¨ªble pero muy dif¨ªcil de comprobar: dijo que no ten¨ªa pensi¨®n porque hab¨ªa venido a Espa?a para trabajar clandestinamente para la CNT, un sindicato del que lleg¨® a ser secretario general en 1978.
Marco es una persona muy conocida en Catalu?a, tanto que en 2001 la Generalitat le otorg¨® la cruz de Sant Jordi por toda una vida de lucha antifranquista y sindicalista, y por su dedicaci¨®n, en torno a 20 a?os, a la Federaci¨®n de Padres y Madres de Alumnos de Catalu?a (FaPaC), de la cual fue vicepresidente por Barcelona.
Marco, que declin¨® ayer hablar con este peri¨®dico, estuvo el 27 de enero en el Congreso y fue el protagonista del primer homenaje que se realizaba all¨ª a todas las v¨ªctimas de los campos de concentraci¨®n. El pasado domingo d¨ªa 1 fue reelegido presidente de la Amical de Mauthausen. Pocas horas despu¨¦s comenzaron a circular los rumores de que un historiador no encontraba su nombre en los archivos de Flossenburg. Marco aguant¨® unos d¨ªas, pero luego se hundi¨® y lo reconoci¨® todo. La asociaci¨®n le oblig¨® a volver de Mauthausen para no enturbiar el homenaje, y un deportado de verdad, Eusebi P¨¦rez, ley¨® el discurso que ¨¦l hab¨ªa preparado.
Deportados reales y miembros de la asociaci¨®n, que han trabajado con Marco los ¨²ltimos seis a?os, est¨¢n desolados. Neus Catal¨¤, de 89 a?os, ¨²nica superviviente espa?ola del campo de concentraci¨®n de Ravensbr¨¹ck, se?ala furiosa: "Yo ya sab¨ªa que Marco no era un deportado, se notaba que no hab¨ªa estado en los lugares que dec¨ªa, no conoc¨ªa Flossenburg, sus descripciones obviamente no coincid¨ªan con la realidad". La superviviente calific¨® a Marco de "mentiroso" y "sinverg¨¹enza" y deplor¨® el da?o que puede hacer el asunto a la causa de los deportados.
Jes¨²s Ruiz, tesorero de la asociaci¨®n y amigo hasta ahora de Marco, est¨¢ hundido: "La deportaci¨®n est¨¢ muy por encima del enga?o de una persona, pero es evidente que el da?o que puede hacer es enorme. Esto es carnaza para los negacionistas".
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