Una familia de comerciantes con ra¨ªces en el siglo XIX

Cortefiel tiene su origen en la mercer¨ªa que la familia de Felipe Garc¨ªa Quir¨®s fund¨® poco antes de 1900 en el n¨²mero 7 de la madrile?a calle de Romanones. En 1933 decide dar un paso al frente y fabricar camisas en serie bajo la marca La Palma con el gancho publicitario de "una camisa por minuto". A continuaci¨®n entra en la fabricaci¨®n de trajes de caballero en serie y en 1945 nace la marca Cortefiel para estas prendas, que posteriormente ser¨ªa el nombre de la empresa.

Simbolo del desarrollismo de la posguerra, la empresa mantuvo su pulso productor activo y visti¨® a varias generaciones de oficinistas como s¨ªmbolo de la moda nacional. En la d¨¦cada de los sesenta, cuando comienza a entrar en Espa?a la incipiente moda extranjera, la compa?¨ªa vive sus peores momentos.

En 1976, Gonzalo Hinojosa, con 40 a?os, junto con ocho de sus primos, de distintas ramas de los Garc¨ªa Quir¨®s, toma los mandos de la compa?¨ªa e introduce las modernas t¨¦cnicas de gesti¨®n aderezadas con mucho trabajo. "Ser Hinojosa es ser trabajador", le gusta decir a quien ha logrado en los ¨²ltimos 30 a?os crear un imperio textil, sentarse en consejos como el del antiguo Banco Central Hispano y codearse con los poderes econ¨®micos, aunque ¨¦l siempre hu¨ªa de los focos.

Tras su apariencia de tendero cl¨¢sico, y con casi 59 a?os, se esconde un financiero que se hizo ingeniero industrial mientras trabaja en las tiendas. Es met¨®dico hasta la exageraci¨®n y trabajador incansable. De ojos vivarachos y verbo entrecortado, conoce al detalle el pa?o (nunca mejor dicho) en que se mueve, aunque en 2001 fracas¨® en su intento de hacerse con el control de Adolfo Dom¨ªnguez a trav¨¦s de una OPA.

Obsesivo con las cuentas, estudia todas las tendencias de la moda. Es reconocido como el art¨ªfice del desarrollo de una empresa que ahora se encuentra con un problema de sucesi¨®n por la amplitud y diversidad de una familia que ha decidido recoger las plusval¨ªas de muchos a?os en el textil.