La Iglesia italiana pide la abstenci¨®n en el refer¨¦ndum sobre la reproducci¨®n asistida

El refer¨¦ndum sobre la ley de fecundaci¨®n asistida amenaza con dividir la sociedad italiana tanto como lo hicieron las consultas sobre el divorcio y el aborto. Por el momento, ha colocado en primera l¨ªnea pol¨ªtica a la Iglesia cat¨®lica, que se ha movilizado a favor del boicoteo por la v¨ªa de la abstenci¨®n: si no se obtiene el qu¨®rum, la mitad del censo m¨¢s un voto, los resultados se anulan. La fecha decidida por el Gobierno, el 12 de junio, favorece los intereses episcopales. La norma impide la investigaci¨®n con embriones humanos y la donaci¨®n de semen fuera de la pareja.

La ley sobre fecundaci¨®n asistida, la m¨¢s restrictiva de la Uni¨®n Europea, cubri¨® de forma apresurada un vac¨ªo legal que casi todos condenaban (hab¨ªa creado, por ejemplo, una oleada de mam¨¢s-abuela embarazadas cerca de los 60 a?os), pero suscit¨® de inmediato una fort¨ªsima pol¨¦mica. El hecho de que la Conferencia Episcopal aplaudiera la ley ayud¨® a que la izquierda (que hab¨ªa votado mayoritariamente en contra en el Parlamento) pusiera en marcha el ¨²nico mecanismo de correcci¨®n posible, la consulta directa a los ciudadanos. Como en anteriores ocasiones, el motor de la recogida de casi un mill¨®n de firmas fue el peque?o Partido Radical de Marco Pannella y Emma Bonino.

Primeras divergencias

El Tribunal Constitucional desestim¨® el 13 de enero la petici¨®n de un refer¨¦ndum que pudiera anular o convalidar por completo la ley, pero dio v¨ªa libre a una cu¨¢druple pregunta sobre los puntos m¨¢s conflictivos, diab¨®licamente complicada. Con esa sentencia en la mano, el Gobierno italiano registr¨® las primeras divergencias internas.

La consulta se pod¨ªa convocar entre abril y junio, y la Conferencia Episcopal presion¨® para que fuera el ¨²ltimo fin de semana posible, el del 12 de junio, el m¨¢s propicio a la excursi¨®n a la playa y por tanto a la abstenci¨®n. El sector laico del gabinete, encabezado por el propio Silvio Berlusconi, prefer¨ªa el 29 de mayo, pero los democristianos y la Liga Norte se impusieron. Se opt¨® por el 12 de junio.

La Conferencia Episcopal, reunida el 17 de enero, adopt¨® por unanimidad la recomendaci¨®n de su presidente, el cardenal Camillo Ruini, y aconsej¨® a los cat¨®licos la abstenci¨®n. "Somos conscientes de las dificultades que nos esperan y de las cr¨ªticas que sufriremos", dijeron los obispos en un comunicado. Porque su abstenci¨®n, adem¨¢s, no era pasiva: se tradujo r¨¢pidamente en una fuerte campa?a de prensa, en la creaci¨®n de p¨¢ginas de Internet y en la convocatoria de actos p¨²blicos a favor de la abstenci¨®n-boicoteo para mantener ¨ªntegra una ley "que no se ajusta a la ense?anza ¨¦tica de la Iglesia, pero tiene el m¨¦rito de salvaguardar algunos principios esenciales sobre los derechos de la persona".

La izquierda critic¨® a la Conferencia Episcopal: "El obispo que propugna la abstenci¨®n practica una astucia reglamentista; hace pol¨ªtica, y no en el sentido m¨¢s alto del t¨¦rmino", dijo el viernes pasado el presidente de los Dem¨®cratas de Izquierda, Massimo d'Alema, para quien la "libertad reproductiva" de las mujeres supon¨ªa "un enorme desaf¨ªo al clero".

El obispo de Como, Alessandro Maggiolini, respondi¨® que D'Alema (cat¨®lico) manipulaba los hechos en perjuicio de la Iglesia. Y a?adi¨®: "?Pero qu¨¦ m¨¢s quieren las mujeres? ?Quieren tomar el semen del primero que pasa por la calle? Nuestra posici¨®n aspira precisamente a defender el inter¨¦s de las mujeres".