Los humos del sur
Las emisiones de gases de efecto invernadero han aumentado en Andaluc¨ªa un 55%
"Lo que no se mide, no se puede mejorar", asegura Jos¨¦ Santamarta, director de la edici¨®n espa?ola de World Watch y autor de los an¨¢lisis que, de forma peri¨®dica, muestran el incremento en la emisi¨®n de gases de efecto invernadero, tanto a escala regional como nacional.
El ¨²ltimo de estos documentos, aparecido a comienzos de este mes, revisa la situaci¨®n tomando como referencia los datos de 2004 y, una vez m¨¢s, pone en evidencia las dificultades que las diferentes administraciones encuentran a la hora de cumplir las exigencias del Protocolo de Kyoto.
Aunque se redact¨® en diciembre de 1997, este acuerdo internacional no entr¨® en vigor hasta el pasado 16 de febrero. En lo que respecta a la Uni¨®n Europea obliga a reducir las emisiones de este tipo de contaminantes en un 8% de media durante el periodo 2008-2012, tomando como referencia las emisiones medidas en 1990.
Para cumplir este objetivo hay pa¨ªses que tendr¨¢n que alcanzar ¨ªndices de reducci¨®n por encima de la media, mientras que otros, como Espa?a, atendiendo a su grado de desarrollo, est¨¢n autorizados a aumentar sus emisiones.
En nuestro pa¨ªs el porcentaje de aumento puede llegar hasta el 15%, aunque en realidad ya se ha triplicado esta cifra y el pasado a?o, seg¨²n los datos aportados por Santamarta, se alcanz¨® un incremento del 45,61%, lo que nos convierte "en el pa¨ªs industrializado en donde m¨¢s han aumentado las emisiones".
El panorama no es mucho mejor si el an¨¢lisis desciende a escala regional. En el caso de Andaluc¨ªa las emisiones de gases de efecto invernadero han crecido un 55% con respecto a 1990, lo que supone diez puntos m¨¢s que la media nacional.
Durante el pasado ejercicio, en la comunidad andaluza se emitieron a la atm¨®sfera m¨¢s de 57 millones de toneladas de di¨®xido de carbono equivalente o, lo que es lo mismo, el 13,74% del total de vertidos espa?oles (416,56 millones de toneladas), porcentaje que no alcanza ninguna otra comunidad, aunque algunas, como Catalu?a (12,90%) o Castilla-Le¨®n (11,33%), se sit¨²an muy cerca.
Para evaluar estas cifras en su justa medida deben ponerse en relaci¨®n con otros par¨¢metros, como el Producto Interior Bruto o la poblaci¨®n. De esta manera se comprueba que las emisiones andaluzas, aunque siguen creciendo a un ritmo insostenible, mantienen una cierta correspondencia con ambos par¨¢metros, ya que el PIB regional representa el 13,61% del total nacional y la poblaci¨®n suma un 17,80%. Por el contrario, hay casos, como el de Castilla-Le¨®n, donde el desequilibrio es notorio, ya que aporta un 11,33% de las emisiones nacionales de gases de efecto invernadero cuando su poblaci¨®n apenas representa el 5,77% y su PIB se sit¨²a en el 5,60%.
Inferior a la media
Incorporando estos ajustes, y evitando la distorsi¨®n que generan algunas industrias particularmente contaminantes, "Andaluc¨ªa", explica Santamarta, "es una de las regiones espa?olas cuya participaci¨®n en las emisiones globales es inferior a la media espa?ola, a causa, sobre todo, del peso del sector servicios, incluido el tur¨ªstico, menos intensivo en emisiones que el sector industrial".
En el balance andaluz pesan, sobre todo, las aportaciones del sector transporte, cuya contribuci¨®n a las emisiones regionales se acerca al 25%, y cuyo crecimiento entre 1990 y 2004 supera el 80%, junto con los gases que se imputan al sector energ¨¦tico, que suponen el 42% del total y han registrado un aumento del 82% en los ¨²ltimos 14 a?os. En este ¨²ltimo cap¨ªtulo se incluyen las centrales t¨¦rmicas y las refiner¨ªas de Huelva y Algeciras.
La clave del problema, reflexiona el director de World Watch, est¨¢ en el sector energ¨¦tico, cuyas emisiones sumaron el pasado a?o casi el 78% del total nacional. "Nuestro sistema energ¨¦tico es cada a?o menos eficiente, necesitando m¨¢s energ¨ªa, y emisiones de gases de efecto invernadero, para producir la misma unidad de PIB, situaci¨®n que se explica por la ausencia de pol¨ªticas de ahorro, eficiencia energ¨¦tica y promoci¨®n de la movilidad sostenible".
Estas son las asignaturas pendientes del Gobierno, aunque en gran medida, concluye Santamarta, son fruto "de la grave herencia dejada por los gobiernos del PP, que no elaboraron ning¨²n plan para cumplir con los compromisos adquiridos con la firma del Protocolo de Kyoto y en el seno de la Uni¨®n Europea, lo que supone un margen de actuaci¨®n muy peque?o para el nuevo gobierno que ahora debe recuperar los ocho a?os perdidos".
sandoval@arrakis.es
Almacenes de carbono
En el an¨¢lisis que, a escala regional, ha elaborado Jos¨¦ Santamarta tan s¨®lo una comunidad merece alg¨²n elogio referido a las estrategias que ha puesto en marcha para tratar de ajustarse a los compromisos internacionales relacionados con las emisiones de gases de efecto invernadero: Andaluc¨ªa.
Los esfuerzos del Gobierno auton¨®mico se organizan en torno a un acuerdo del Consejo de Gobierno aprobado en septiembre de 2002, en donde se contemplan diferentes actuaciones cuya responsabilidad se reparte entre varias consejer¨ªas lideradas por la de Medio Ambiente.
Este mismo a?o han visto la luz algunos de los trabajos incluidos en esta estrategia, como el que ha servido para cuantificar la cantidad de di¨®xido de carbono que hay acumulada en las masas forestales m¨¢s importantes de Andaluc¨ªa. El uso de los bosques como sumideros de este gas es una manera de ganar tiempo mientras se desarrollan otras actuaciones capaces de conseguir una reducci¨®n en las emisiones.
En total, las masas forestales arb¨®reas de Andaluc¨ªa mantienen fijadas 151 millones de toneladas de di¨®xido de carbono (m¨¢s del doble de las emisiones totales de este gas registradas en Andaluc¨ªa durante 2004). Por especies, la que mayor cantidad retiene es la encina (36%), seguida a bastante distancia por el pino pi?onero (11,6%) y el alcornoque (10,7%). Aunque en los ecosistemas forestales son los ¨¢rboles los que mayor capacidad de retenci¨®n tienen, para que este balance fuera completo, se?alan los autores del estudio realizado por encargo de Medio Ambiente, habr¨ªa que considerar tambi¨¦n la biomasa de las especies arbustivas, la que corresponde a las especies herb¨¢ceas, la biomasa muerta y el carbono contenido en el suelo.
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