Gerardo N¨²?ez estrecha los lazos con Jap¨®n en la Exposici¨®n de Aichi
El pabell¨®n espa?ol, abarrotado de gente, combina tapas y flamenco para atraer al p¨²blico
El I Festival Flamenco de Jap¨®n, organizado por el Pabell¨®n de Espa?a en la Exposici¨®n Universal 2005 de Aichi, traslad¨® ayer a Nagoya a una peque?a delegaci¨®n, encabezada por el guitarrista Gerardo N¨²?ez. El edificio de Aichi, dise?ado por el arquitecto Alejandro Zaera, no dio abasto para acoger a los cientos de espectadores que acudieron a presenciar los dos miniconciertos del tocaor jerezano. La combinaci¨®n de gastronom¨ªa y flamenco llena el pabell¨®n, que ha recibido el final del primer periplo del festival de flamenco en Tokio y en Aichi.
A las habituales colas que genera el reclamo del bar de tapas (obras minimalistas de los m¨¢ximos oligarcas de la cocina hisp¨¢nica como Arzak, Adri¨¢, Subijana, Ruscalleda...) se sum¨® el infalible se?uelo flamenco, el gent¨ªo se agolp¨® en la nave ovalada de la catedral laica que ide¨® Zaera y disfrut¨® con el toque supers¨®nico y lleno de musicalidad del jerezano.
A pesar de haber dormido "menos que un sem¨¢foro", N¨²?ez mantuvo despierto ese estado de gracia que le ha convertido en uno de los representantes fundamentales del arte que fundaran Ram¨®n Montoya y sus secuaces. En media hora justa, el autor de Andando el tiempo dej¨® una muestra cabal de su alucinante facilidad, su comp¨¢s endiablado y su sentimiento m¨¢s l¨²dico y r¨ªtmico.
Acompa?ado por el caj¨®n de Cepillo de Sanl¨²car y el contrabajo de Pablo Mart¨ªn, N¨²?ez cont¨® adem¨¢s con la colaboraci¨®n espont¨¢nea de su pareja (art¨ªstica y dom¨¦stica), la bailaora Carmen Cort¨¦s, que se sum¨® de palmera y levant¨® ohs de admiraci¨®n cuando remat¨® descalza las fren¨¦ticas buler¨ªas.
N¨²?ez se hizo fotos con aficionados de todas las edades, firm¨® aut¨®grafos a ni?as peque?¨ªsimas y hubo hasta un beb¨¦ que le hizo comp¨¢s desde su carrito: el amor al flamenco de esta gente tan limpia, silenciosa y civilizada (si uno tira aqu¨ª la ceniza por la calle se siente un apestado) parece cada vez m¨¢s firme que en Espa?a.
As¨ª que la directora de la Sociedad Estatal para Exposiciones Internacionales (SEII), Mar¨ªa Jes¨²s Escribano, no cab¨ªa en s¨ª de gozo. Ya se sabe que el concepto Expo consiste mucho en salir en los papeles m¨¢s que los otros pa¨ªses y, sobre todo, en hacer rabiar a los otros pabellones con las colas m¨¢s larga, y ayer Espa?a la ten¨ªa mucho m¨¢s larga que sus vecinos franceses, italianos, alemanes, turcos y b¨²lgaros.
Y eso que m¨¢s de 3.000 japoneses optaron por ir a ver al ¨ªdolo local Kiyosi Hikawa, que actuaba en el Expo Dome, el auditorio central del recinto. Este joven ¨ªdolo, mezcla de El Principito, Elvis sin voz y h¨¦roe manga, sali¨® literalmente de debajo de la tierra v¨ªa ascensor invisible y puso a levitar a sus paisanos con unas canciones mel¨®dicas estilo Perales pero todav¨ªa m¨¢s tristes y con arreglos m¨¢s cursis. Intermitentemente llov¨ªa y hac¨ªa sol, ahora s¨ª ahora no, y la Expo ni se inmutaba, segu¨ªa igual de fea y ojerosa. Un poco lo que pasa con las tapas de nuestros genios de los fogones: estar est¨¢n, y ricas son ricas, pero lo que es quitar el hambre... Si acaso, taparla. As¨ª las cosas, el flamenco funcion¨® de nuevo como alimento espiritual (y del otro), aunque el propio Gerardo N¨²?ez recordaba que se vino a Jap¨®n desde Jerez a trabajar con 18 a?os y cuando volvi¨® seis meses despu¨¦s era 10 kilos m¨¢s flaco.
El I Festival Flamenco de Tokio (y Aichi) acaba aqu¨ª su primer periplo pero la cosa sigue hoy con la conferencia de Jos¨¦ Mar¨ªa Vel¨¢zquez en la embajada de Tokio; ma?ana, con la actuaci¨®n de Roc¨ªo Molina en el Motion Blue de Yokohama; pasado, con la de N¨²?ez en el mismo local; el jueves, con la Gala Flamenca en el Expo Hall de Aichi; el viernes, con El Cigala y Chucho Vald¨¦s en el Expo Dome; el d¨ªa 25, con Vicente Amigo en el Orchard Hall de Tokio, y el 30, con Ojos de Brujo en el Shibuya Duo de la capital. Igual es hora de que los flamenc¨®filos vayan ahorrando para venirse a vivir a Jap¨®n... Se adelgaza pero alimenta y se aprenden palabritas. Sayonara.
Babelia
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