Familias penalizadas

Mi madre, enferma terminal de c¨¢ncer, muri¨® el 26 de abril en su domicilio. El fin de semana anterior a su muerte precisamos del 061, ¨²nico servicio de atenci¨®n domiciliaria, porque el dolor hab¨ªa aumentado tanto que el tratamiento que estaba recibiendo resultaba insuficiente. No voy a hablar del horror sufrido porque ya se ha realizado la comunicaci¨®n pertinente a la Oficina del Defensor del Paciente. S¨ª me gustar¨ªa comunicar la siguiente informaci¨®n:

En la Comunidad de Madrid no contamos con Servicio de Paliativos Domiciliarios en fin de semana, porque el 061 no dispone de especialistas en terminales (se limitan a si pueden continuar con el tratamiento previamente establecido). En fin de semana contamos con cuatro enfermeras en atenci¨®n domiciliaria, para toda la Comunidad (5,5 millones de habitantes aproximadamente). Sin comentarios. La demora en el servicio puede ser importante, ya que, al disponer de tan escasos recursos, otras urgencias prevalecen sobre el dolor y la ansiedad de un enfermo terminal.

Ese mismo fin de semana, un hombre sufri¨® un infarto en la calle de O'Donnell, y estaba atendido por cinco unidades del Samur. No pretendo decir que era un exceso, sino se?alar la desproporci¨®n de medios. Me pregunto: ?por qu¨¦ a los que decidimos cuidar en casa a nuestros enfermos en su fase final, ahorrando camas y servicios, se nos penaliza? La hermana de una amiga tambi¨¦n muri¨® hace unos d¨ªas en las mismas condiciones que mi madre. Su muerte fue m¨¢s digna porque viv¨ªa en Francia, donde recib¨ªa asistencia domiciliaria dos veces al d¨ªa. Llevaron a su casa una cama espec¨ªfica de hospital, la ansiedad de la familia fue atendida por psic¨®logos...

Quiero se?alar que el Servicio de Paliativos Domiciliarios de lunes a viernes y de 8.00 a 16.30 funciona muy bien y con buenos profesionales. Tambi¨¦n lo son los del 061, pero precisan efectivos. Espero que el conocimiento de estos hechos evite a otras personas el sufrimiento de mi madre.