Nadie cede el asiento a las embarazadas
Soy una embarazada de siete meses y de gemelos. Mi tripa es evidente, contundente e ineludible. Uso el metro a diario en largos trayectos con cambios de l¨ªnea. Quiero decir que lo que relato a continuaci¨®n no creo que sea algo puntual que ocurre s¨®lo en un trayecto concreto sino que, seguramente, es generalizable a todo el metro de Madrid y quiz¨¢ a otros transportes p¨²blicos.
Cuando entro en un vag¨®n, jam¨¢s se levantan a cederme el sitio las personas que ocupan los asientos reservados para "ancianos, minusv¨¢lidos, personas con beb¨¦s en brazos o mujeres embarazadas", como reza el dibujo que se?ala el asiento.
Lo curioso es que quienes se suelen levantar son se?oras mayores, lo que me produce gran verg¨¹enza. No recuerdo ninguna ocasi¨®n en que se haya levantado un adolescente var¨®n, suelen ir repantingados a lo suyo y parece que es una debilidad ser cort¨¦s.
Son frecuentes los hombres que se escudan en su peri¨®dico para hacer que no han visto nada y absortos en su lectura les importa un r¨¢bano el mundo a su alrededor. Tampoco se ha levantado jam¨¢s un inmigrante a cederme el asiento.
Nos estamos convirtiendo en una sociedad de patanes.
La gente ya no se levanta por propia cortes¨ªa para ceder el sitio a los mayores, a los minusv¨¢lidos o a las se?oras, como ocurr¨ªa en tiempos de nuestros abuelos, pero al menos, la Empresa Municipal de Transportes (EMT) deber¨ªa vigilar que se cumpliera su reglamento en lo referente a los asientos reservados.
Pues la mayor¨ªa de los pasajeros ni reparan en que se han sentado en tal tipo de puesto, por lo que tampoco saben que deben levantarse cuando se presenta el caso.
Est¨¢ muy bien la campa?a antitabaco que se est¨¢ realizando, pero hay otros aspectos de la normativa y de la convivencia en el transporte p¨²blico que tampoco se cumplen y en los que se deber¨ªa hacer algo.
Jam¨¢s me he atrevido a decirle a uno de esos pasajeros que contempla las musara?as desde un asiento reservado que si no cumple los requisitos de la pegatinita deber¨ªa levantarse para dej¨¢rmelo a m¨ª, pero quiz¨¢ un revisor podr¨ªa recordarlo, o un anuncio por megafon¨ªa (de paso que avisa de la multa que se le impone al pasajero que fuma) que recuerde que ciertos asientos est¨¢n reservados para ciertos pasajeros que los necesitan m¨¢s, o ciertos carteles con fotos explicitas que ilustren los ejemplos de los que hablamos.
En fin, estoy segura de que si la EMT quiere, puede encontrar la forma de lograr que esta normativa se cumpla y quiz¨¢ hasta lograr inculcar buenos modales a algunos ciudadanos.
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