La proyecci¨®n medi¨¢tica de la Generalitat
Una percepci¨®n bastante generalizada que existe en Espa?a es que el nuevo Gobierno de la Generalitat es un Gobierno catalanista que defiende los intereses de Catalu?a desde una ¨®ptica nacionalista y que ha dado pie a la observaci¨®n de que es un Gobierno pujolista sin Pujol. En esta percepci¨®n (extendida en Catalu?a y todav¨ªa m¨¢s en el resto de Espa?a), la faceta social y de izquierdas queda diluida hasta tal punto que apenas se percibe. Esta percepci¨®n est¨¢ da?ando al nuevo Gobierno catal¨¢n, sobre todo entre sus bases electorales -las clases populares- y entre sus aliados en el resto de Espa?a, las izquierdas espa?olas.
Considero esta percepci¨®n preocupante y err¨®nea. En realidad, el nuevo Gobierno catal¨¢n est¨¢ desarrollando pol¨ªticas sociales avanzadas que significan cambios significativos en las distintas dimensiones del Estado de bienestar en Catalu?a. El crecimiento del gasto p¨²blico social, por ejemplo, ha sido durante este Gobierno el m¨¢s alto que ha existido en los ¨²ltimos 70 a?os y uno de los m¨¢s altos de Espa?a. En sanidad, las reformas que se est¨¢n realizando en atenci¨®n primaria sanitaria y en farmacia (que est¨¢n antagonizando a lobbies econ¨®micos y grupos corporativistas poderosos) son profundas y mejorar¨¢n el nivel de atenci¨®n sanitaria que la poblaci¨®n utiliza con mayor frecuencia, es decir, los centros de salud. En educaci¨®n se est¨¢n tomando medidas muy importantes a favor de la escuela p¨²blica, laica y progresista (a las que se oponen la Iglesia y otras fuerzas conservadoras). En servicios sociales se est¨¢n implantando las bases de los servicios de atenci¨®n a la dependencia, que podr¨ªan ser pioneros en Espa?a. En vivienda y ambiente se est¨¢n desarrollando tambi¨¦n pol¨ªticas p¨²blicas progresistas muy notables, y as¨ª un largo etc¨¦tera. Pero estos cambios sociales introducidos por el Gobierno catal¨¢n, que afectan la calidad de vida de la poblaci¨®n y muy en especial la de las clases populares, no han tenido la visibilidad medi¨¢tica que han tenido los asuntos identitarios, los cuales contin¨²an ahogando las cuestiones de la cotidianidad, con un coste pol¨ªtico importante para el nuevo Gobierno.
Las causas de esta percepci¨®n son m¨²ltiples. Una son las propias declaraciones de dirigentes del Gobierno catal¨¢n que enfatizan los asuntos catalanistas y que son utilizadas y magnificadas por los medios p¨²blicos de informaci¨®n y persuasi¨®n, incluyendo los de la Generalitat (tanto TV-3 como Catalunya R¨¤dio) que en su mayor¨ªa (con algunas excepciones) contin¨²an hegemonizados por el nacionalismo conservador. Ha sido un gran error del Gobierno de la Generalitat no haber desarrollado una pol¨ªtica y visi¨®n medi¨¢tica distinta de la continuista que existe hoy. Ser¨ªa de desear que las personas del Gobierno que parecen apoyar este continuismo nacionalista se apercibieran de que est¨¢n contribuyendo a un descr¨¦dito de la totalidad del nuevo Gobierno catalanista y de izquierdas. Al enfatizar el catalanismo sobre las pol¨ªticas p¨²blicas de izquierdas se diluye la especificidad de este Gobierno y se desaprovecha tambi¨¦n la posibilidad de desarrollar otra concepci¨®n de lo que es ser catalanista. Pero lo que considero incluso m¨¢s preocupante es que, al no proyectarse la faceta social y de izquierdas, se pierde tambi¨¦n la capacidad de influir al resto de Espa?a. En realidad, muchas de las demandas sociales que el nuevo Gobierno est¨¢ pidiendo (como es la de resolver su d¨¦ficit sanitario) afecta a muchas otras comunidades aut¨®nomas, con lo cual las demandas catalanas podr¨ªan incluso encabezar los cambios progresistas en toda Espa?a, lo cual es imposible realizar cuando estas demandas se presentan bajo el cariz nacionalista que enfrenta a Catalu?a con el resto de Espa?a. Creer que Catalu?a puede cambiar sin cambiar Espa?a es, a mi manera de ver, poco realista. Pero estimular, e incluso encabezar el cambio en Espa?a es proponer cambios que mejoren la calidad de vida de los espa?oles y muy en particular de las clases populares, las cuales son la base social y elec-
toral de las izquierdas tanto en Catalu?a como en el resto de Espa?a.
De ah¨ª que el liderazgo de Catalu?a en cuestiones sociales deber¨ªa ser de una enorme importancia que se est¨¢ desaprovechando cuando la cuesti¨®n social tiene menor proyecci¨®n p¨²blica y medi¨¢tica. Un ejemplo de ello es el necesario aumento del gasto p¨²blico social, que pr¨¢cticamente todas las comunidades aut¨®nomas (y Catalu?a en particular) necesitan. Ni que decir tiene que el d¨¦ficit fiscal que existe en Catalu?a con el resto de Espa?a debe corregirse. Pero hoy es un error presentar tal d¨¦ficit fiscal como un asunto territorial cuando en realidad es mucho m¨¢s que un problema de Catalu?a frente a Espa?a. El pensionista en Catalu?a, por ejemplo, necesita mayor cantidad de euros para mantener su nivel de vida (debido a la mayor carest¨ªa de vida en Catalu?a) que un pensionista en Extremadura, con lo cual la distribuci¨®n equitativa (que deber¨ªa basarse en las necesidades ciudadanas en lugar de una mera aritm¨¦tica cuantitativa) exige que no sea igualitaria. La bien probada solidaridad de Catalu?a con el resto de Espa?a no puede desarrollarse en un contexto en que las clases populares en Catalu?a reciben cantidades -que a¨²n siendo iguales a las recibidas en otras comunidades aut¨®nomas- no permiten que ¨¦stas tengan los mismos recursos que los existentes en otras comunidades. De ah¨ª que la justa demanda de correcci¨®n del d¨¦ficit fiscal debe presentarse con argumentos de equidad y justicia social y no de enfrentamiento territorial, pues estos ¨²ltimos dificultan su resoluci¨®n aun cuando pol¨ªticamente sean rentables para ciertas opciones pol¨ªticas. Ser¨ªa de desear que ¨¦stas pusieran las necesidades de las clases populares por encima de sus intereses partidistas. En caso contrario, tanto las de aqu¨ª como las de all¨ª perder¨¢n una vez m¨¢s.
Vicen? Navarro es catedr¨¢tico de Pol¨ªticas P¨²blicas de la UPF.
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