La tasa Attac
El t¨ªtulo de este libro es enga?oso. Su autor, Bruno Jetin, es miembro del consejo cient¨ªfico de Attac (Asociaci¨®n por una Tasa sobre las Transacciones Especulativas para Ayuda a los Ciudadanos), un organismo que defiende, desde hace a?os, la imposici¨®n de un gravamen sobre la especulaci¨®n financiera internacional. Esa idea parte de una propuesta del economista James Tobin, que cre¨ªa que una excesiva liquidez en el mercado de divisas propicia la especulaci¨®n, y que un impuesto a esas transacciones podr¨ªa remediar el problema. Desde entonces, a esa idea se le denomina tasa Tobin, y es la principal bandera de muchas organizaciones antiglobalizaci¨®n -o altermundialistas, como se dice en este libro-. Sin embargo, el propio Tobin se deslig¨® pronto de ella, ya que la idea de organismos como Attac es bien distinta a la suya. El libro, por tanto, se refiere frecuentemente a la ITC (Impuesto sobre las Transacciones Cambiarias) m¨¢s que a la tasa Tobin a la que alude su t¨ªtulo.
La Tasa Tobin
Bruno Jetin
Icaria Antrazyt
ISBN 84-7426-774-9
La obra empieza reconociendo que no es objetiva. Su autor es partidario de la tasa ("militante", dice), y aunque eso no le impide mencionar algunas de las cr¨ªticas m¨¢s frecuentes que recibe la propuesta, su visi¨®n es siempre partidista. Con esta prevenci¨®n hay que observar el libro. Tal y como dice el vice-coordinador de Attac Espa?a, Ricardo Garc¨ªa Zald¨ªvar, en la presentaci¨®n del texto, ¨¦ste es "un valios¨ªsimo instrumento de presi¨®n social contra la globalizaci¨®n financiera neoliberal". Al autor se le escapan comentarios y cr¨ªticas a gobiernos y medios de comunicaci¨®n, como el siguiente: "Para un presentador de telediario, es imposible oponerse al neoliberalismo (...) ya que tiene profundamente anclado en su mente que el neoliberalismo es un fen¨®meno tan natural como las previsiones meteorol¨®gicas". Parece que Jetin olvida la profusa cobertura medi¨¢tica que han tenido las iniciativas de su organizaci¨®n.
Es justo reconocer que, en todo caso, el autor suele huir de adjetivos y calificaciones, y se esfuerza por presentar sus argumentos de manera objetiva, reforz¨¢ndolos con datos.
Buena parte de los argumentos de Jetin se dedican a demostrar un hecho que parece evidente, pero que niegan muchos neoliberales: los mercados financieros est¨¢n desconectados de la realidad econ¨®mica. Los especuladores que los pueblan no toman sus decisiones en funci¨®n de los resultados de una empresa o de la capacidad de sus gestores, sino que apuestan sobre la capacidad de esos valores para subir o bajar, es decir, sobre la decisi¨®n del resto de los especuladores. Esto, aun siendo grave, se convierte en un problema de primer orden cuando se trata del mercado de divisas. La especulaci¨®n con la moneda fue culpable, al menos en cierto grado, de las crisis vividas a finales de la pasada d¨¦cada en M¨¦xico o el sureste asi¨¢tico.
Evidentemente, si el coste de esa especulaci¨®n es cero, ser¨¢ m¨¢s f¨¢cil que se produzca un elevado n¨²mero de transacciones y que, por tanto, ¨¦stas tengan un impacto mayor. As¨ª que, la propuesta es reducir la liquidez, imponiendo una tasa que grave las transacciones y que provoque que la especulaci¨®n, finalmente, resulte muy cara.
?sa es la idea inicial; c¨®mo desarrollarla es mucho m¨¢s complejo. ?Cu¨¢l es la cantidad que habr¨ªa que cobrar? ?Deber¨ªa ser fija, u oscilar seg¨²n lo que se compra y venda? ?No se penalizar¨ªa a las empresas que hacen negocios fuera de su pa¨ªs? ?Qui¨¦n cobrar¨ªa esta tasa? ?Qu¨¦ deber¨ªa hacerse con el dinero recaudado?
Jetin da las respuestas de su organizaci¨®n a cada una de estas preguntas, aunque quiz¨¢ no sea suficiente. En el caso, por ejemplo, del debate sobre qui¨¦n deber¨ªa recaudar la tasa, el autor pasa a toda velocidad por los organismos internacionales (desde la ONU al FMI, pasando por el Banco de Pagos Internacionales) para concluir apresuradamente que ninguno de ellos es v¨¢lido. Y es que este libro, en fin, est¨¢ bien explicado, tiene abundantes datos y es muy ¨²til para adentrarse en el debate de la tasa Tobin. Al ser "militante", sin embargo, tiene la carencia de la falta de objetividad.
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