La conciencia verde de un gigante econ¨®mico

"Siempre hay un modo mejor de hacer las cosas". El autor de estas palabras, Thomas Alva Edison (que cuando no estaba inventando una de sus 1.093 patentes se dedicaba a hacer frases) ver¨ªa probablemente con buenos ojos la iniciativa de la compa?¨ªa que tanto debe a su genio. General Electric (GE), el gigante mundial de tecnolog¨ªa y servicios que naci¨® de la fusi¨®n de Edison General Electric y Thomson-Houston Electric y que est¨¢ presente en un centenar de pa¨ªses y cuenta con m¨¢s de 300.000 empleados, acaba de lanzar Ecomagination.

Con una campa?a multimillonaria en la que se combinan potentes im¨¢genes de creatividad y medio ambiente (el c¨¦sped que crece en un cerebro humano, la ardilla que trepa por un molino e¨®lico, la locomotora azul que se detiene ante el girasol), GE ha prometido convertirse a la doctrina verde: m¨¢s dinero para nuevas tecnolog¨ªas, autolimitaciones en emisi¨®n de gases en sus plantas industriales y mejora de la eficacia energ¨¦tica.

Jeffrey Immelt, presidente y consejero delegado de GE (la empresa con mayor valor de mercado de EE UU y del mundo) ha anunciado: "Ecomagination es el compromiso de GE de abordar retos como la necesidad de que haya fuentes de energ¨ªa m¨¢s limpias y eficaces, emisiones reducidas de gases y fuentes abundantes de agua limpia". Immelt asegur¨® que GE multiplicar¨¢ su b¨²squeda de soluciones avanzadas en infraestructuras, energ¨ªa y tecnolog¨ªa, para desarrollar energ¨ªa solar y e¨®lica, locomotoras h¨ªbridas, motores de avi¨®n de emisiones reducidas de gases, iluminaci¨®n eficaz y tecnolog¨ªa de purificaci¨®n de agua. En concreto, la multinacional plantea, en Ecomagination:

- Duplicar su presupuesto de investigaci¨®n de aqu¨ª a 2010 e invertir anualmente 1.500 millones de d¨®lares (ahora son 700) en tecnolog¨ªas limpias.

- Duplicar sus ingresos procedentes de productos y servicios verdes (energ¨ªa renovable, tecnolog¨ªas de transporte m¨¢s eficaces y limpias, depuraci¨®n de aguas) de los actuales 10.000 millones de d¨®lares a 20.000 millones en 2010.

- Reducir sus emisiones de gases (la mayor parte, di¨®xido de carbono) el 1% en 2012 (GE asegura que, si no tomara medidas, esas emisiones aumentar¨ªan un 40% en ese plazo de tiempo).

- Mejorar su eficacia energ¨¦tica en un 30% en los pr¨®ximos seis a?os.

- Informar p¨²blicamente de c¨®mo se avanza.

Consciente de que la demanda de tecnolog¨ªas limpias crece en el mundo, desarrollado y en v¨ªas de desarrollo, GE no oculta que la apuesta por lo verde tiene como meta ganar m¨¢s con la venta de productos y servicios limpios y lograr ayudas y normas que faciliten y abaraten el lanzamiento de esas tecnolog¨ªas. Tampoco es ning¨²n secreto su extraordinario inter¨¦s en el desarrollo de una nueva generaci¨®n de centrales nucleares: GE Energy ha dedicado ya m¨¢s de 100 millones de d¨®lares (79,6 millones de euros) al dise?o de un nuevo reactor que asegura que elimina el riesgo de errores humanos como el que produjo en 1979 el accidente en la central de Three Mile Island en Harrisburg.

En todo caso, el inter¨¦s va de la mano de una realidad: la imagen es importante en el mundo de hoy para hacer negocios; as¨ª lo plante¨® Immelt a los accionistas el pasado 27 de abril, con la promesa de "fabricar las locomotoras m¨¢s limpias y los motores m¨¢s eficaces, conseguir energ¨ªa de fuentes renovables y crear nuevas fuentes de agua limpia". Mucho tiene que trabajar GE, porque, antes de esa revoluci¨®n verde, contamin¨® gravemente el r¨ªo Hudson, en Nueva York, con vertidos de cloro que hasta 1977 no fueron prohibidos, y se resisti¨® a pagar la limpieza de sus aguas hasta hace tres a?os.

Detr¨¢s de la fanfarria, la iniciativa tiene m¨¦rito porque contribuye al debate sobre energ¨ªa y medio ambiente en EE UU, y GE es el paradigma de este pa¨ªs, que emite la cuarta parte de los gases responsables del calentamiento global, aunque tiene s¨®lo un 4% de la poblaci¨®n mundial. La Casa Blanca sigue los pasos del Senado (que vot¨® 95 a 0 contra Kioto incluso antes de que el Protocolo fuera negociado) y no firmar¨¢ ning¨²n tratado que comprometa el desarrollo econ¨®mico, con lo que defiende iniciativas voluntarias como las del Intercambio Econ¨®mico de Chicago, por el que empresas como IBM, Ford y DuPont se comprometen a recortar hasta el 4% de sus emisiones.