Masiva huida de colombianos por temor al fuego cruzado entre el Ej¨¦rcito y la guerrilla

M¨¢s de 1.000 personas han huido de sus poblados a orillas del r¨ªo Buey, en el departamento de Choc¨®, al oeste del pa¨ªs, y se han refugiado en la capital departamental, Quibd¨®. El ¨¦xodo empez¨® la semana pasada y lo origin¨® el temor de quedar en medio del fuego cruzado entre el Ej¨¦rcito, los paramilitares y la guerrilla. Algunos de los que huyeron despavoridos aseguraron que lo hicieron al ver un helic¨®ptero sobrevolando la zona. Temen que les disparen al confundirlos con rebeldes.

Los caser¨ªos abandonados pertenecen al municipio de Bojay¨¢, donde, hace tres a?os, en medio de combates entre paramilitares y las FARC, la guerrilla lanz¨® un cilindro bomba a la iglesia, en la que se refugiaba la poblaci¨®n. M¨¢s de 100 personas murieron.

En Choc¨®, en la costa pac¨ªfica colombiana, paras y guerrilla se disputan desde hace a?os un territorio habitado por comunidades negras e ind¨ªgenas, atravesado, de sur a norte, por el caudaloso r¨ªo Atrato y con cultivos de coca. A comienzos de mayo, tres obispos con jurisdicci¨®n en este departamento, uno de los m¨¢s pobres y abandonados del pa¨ªs, enviaron una carta abierta al presidente, ?lvaro Uribe, que denunciaba que la Fuerza P¨²blica era tolerante con los paramilitares y acosaba a los civiles. "Nos preguntamos cada vez con mayor desconcierto a qui¨¦n protege y a qui¨¦n combate la Fuerza P¨²blica en el Atrato", dec¨ªa la carta.

Los obispos agregaron que el bloque paramilitar Elmer C¨¢rdenas, que no se ha sumado al proceso de paz impulsado por el Gobierno, transita por varios lugares controlados por la Fuerza P¨²blica. Una semana despu¨¦s, un general fue enviado a investigar las denuncias y a supervisar las operaciones militares en esta regi¨®n selv¨¢tica.