Un 5,8% de los alumnos de 11 y 12 a?os sufre acoso en la escuela

Una encuesta entre escolares realizada en el Pa¨ªs Vasco ha revelado que el 5,8% de los ni?os de 11 y 12 a?os sufre casi a diario el acoso o maltrato de sus compa?eros, un porcentaje que casi dobla el que se registra en cursos posteriores, ya en secundaria. Un 3,3% de los encuestados en primaria habl¨® de golpes y agresiones. El 59% de los maltratadores est¨¢ en la misma clase que sus v¨ªctimas. Un 14% calla las humillaciones que sufre. El Departamento de Educaci¨®n vasco, que encarg¨® el estudio, no tiene previsto tomar medidas nuevas contra el acoso.

Tradicionalmente los expertos han considerado la secundaria como la etapa m¨¢s cr¨ªtica para los casos de maltrato escolar. Sin embargo, no es eso lo que pone de manifiesto una encuesta del Instituto Vasco de Evaluaci¨®n e Investigaci¨®n Educativa (IVEI) entre 3.000 escolares que cursan 5? y 6? de primaria, los ¨²ltimos cursos de esta etapa. Datos quecasi doblan los obtenidos en primaria, publicados en diciembre. As¨ª pues, el peor momento se registra en 6? de primaria, cuando los ni?os tienen entre 11 y 12 a?os. A partir de esa edad los casos comienzan un ligero, pero sostenido, descenso hasta un 2,3% en 4? de secundaria, cuando finaliza la educaci¨®n obligatoria, con 16 a?os.

Aunque el acoso en las aulas no es nuevo, el suicidio de Jokin, el joven de 14 a?os que se arroj¨® al vac¨ªo en septiembre pasado en Hondarribia tras ser hostigado por varios compa?eros de clase, ha incrementado la conciencia social sobre esta cuesti¨®n. Pese a ello un 14% de los chicos que sufren estas humillaciones no lo cuenta a nadie.

Los profesores intervienen en un 21% de los casos, pero son los amigos los que hacen frente a estas situaciones en mayor medida, en un 58% de las ocasiones; los padres median en un 34% de los casos. Un 8% de los profesores dice que no hace nada al respecto porque es ajeno a lo que ocurre, pero un 38% castiga a los agresores.

Desactivar al cabecilla

Hablar mal de un compa?ero, insultarle, hacerle el vac¨ªo, ponerle apodos y finalmente, agredirle, son las formas m¨¢s comunes en las que se manifiesta el acoso. La mayor¨ªa de los matones act¨²a arropado por un grupo de fieles, sobre el que ejerce un cierto liderazgo. Suelen fijarse en los m¨¢s d¨¦biles y despu¨¦s tratan de hacerles la vida imposible. Una de las claves para acabar con el problema reside as¨ª en desactivar a ese l¨ªder; si el cabecilla cambia de actitud, tambi¨¦n lo har¨¢ el resto.

Hasta un 3,3% de los encuestados reconoci¨® que sufre golpes y agresiones en primaria, frente al 1,2% de los alumnos de secundaria. "Es muy preocupante esa cifra", admiti¨® la consejera de Educaci¨®n en funciones, Anjeles Iztueta, quien destac¨® que el 59% de los maltratadores cursan estudios en la misma clase que la v¨ªctima, lo que ejerce mayor presi¨®n sobre el acosado. Iztueta llam¨® la atenci¨®n sobre este hecho, porque los riesgos se multiplican en estos casos. La v¨ªctima se averg¨¹enza, pierde su autoestima y la situaci¨®n puede derivar en la autoexclusi¨®n social, problemas con los estudios o cualquier otro tipo de conducta. Al no recurrir a nadie, "el ni?o se encuentra solo frente al problema" advirti¨® la consejera.

La mayor¨ªa de los que hablan sobre su situaci¨®n lo hacen con sus amigos (46,7%), le cuentan a la familia (60%) y, por ¨²ltimo, a los profesores (18,4%). Los docentes son, por lo tanto, los que menos se enteran de lo que pasa. El caso es que la relaci¨®n con el profesorado parece buena, seg¨²n se desprende de los datos de la encuesta. Un 90% afirma que el trato con el profesorado normal o muy bueno.