Inmenso

Explorando a lo largo de su extensa carrera todos los caminos que conducen a la ra¨ªz de la m¨²sica de Estados Unidos, el concienciado Steve Earle, al que en su pa¨ªs califican como el Michael Moore del rock, demostr¨® en su actuaci¨®n en Madrid que si bien su repercusi¨®n no se acerca a la de Bruce Springsteen, y su importancia dentro del cerrado mundo country no es equiparable a la de un Dwight Yoakam, s¨ª que es un personaje entero, con relieve, estilo y un pu?ado de canciones que bien podr¨ªan situarle entre los m¨ªticos del g¨¦nero. M¨¦ritos, desde luego, no le faltan.

Acompa?ado de un pedazo de banda en la que destacaban el ex Del Lords Eric Ambel a la guitarra, el ex DB's Will Rigby a la bater¨ªa y su novia Allison Moorer, que tambi¨¦n ejerci¨® de telonera, Earle realiz¨® un tremendo ejercicio de estilo en el que no escatim¨® cr¨ªticas contra la pol¨ªtica de su pa¨ªs.

Alternando piezas de su ¨²ltimo disco de estudio, Revolution starts... now, con algunas de sus mejores composiciones como Trascendental blues o Jerusalem, el rockero de Virginia se permiti¨® hasta versionear a los Beatles, Revolution; los Rolling Stones, Sweet Virginia, y a Bob Dylan precisamente en el d¨ªa del cumplea?os del bardo de Minnesota, de quien interpret¨® It takes a lot to laugh, It takes a train to cry. En definitiva, Earle realiz¨® un inmenso concierto que hizo las delicias de un respetable entregado a la causa.