Muchos a?os despues
He aqu¨ª uno de esos textos anglosajones (de William Nicholson, guionista tambi¨¦n de pel¨ªculas de ¨¦xito) cuya densidad esc¨¦nica depende en buena medida de la determinaci¨®n de la persona que lo monte. Las numerosas oscilaciones en la direcci¨®n de Luis Olmos, que se presenta en el Principal, llevan al espectador a no saber a qu¨¦ atenerse respecto del problema del punto de vista y del g¨¦nero al que se le invita. Una escenograf¨ªa ¨²nica y mal resuelta, que en vano trata de simular tres espacios totalmente distintos con apoyo del dise?o de luces, alberga una representaci¨®n que lo mismo es una comedia que una tragicomedia, un melodrama de no mucho vuelo que un testimonio sobre los estragos ocasionados por una convivencia m¨¢s duradera de lo estrictamente necesario.
La retirada de Mosc¨²
De William Nicholson, en versi¨®n de Nacho Artime. Int¨¦rpretes, Toni Cant¨®, Gerardo Malla, Kiti M¨¢nver. Iluminaci¨®n, Juan G¨®mez Cornejo. Vestuario, Mar¨ªa Luisa Engel. Escenograf¨ªa, Daniel Bianco. M¨²sica, Yann D¨ªez Doizy. Direcci¨®n, Luis Olmos. Teatro Principal. Valencia.
El argumento, o el pretexto, de la obra de Nicholson es simple, pero no por ello carente de aristas significativas. Un matrimonio de larga duraci¨®n, sobre todo en el ritual de sus rutinas, recibe de vez en cuando la visita de un hijo crecidito, al que su padre le anuncia el deseo de separarse de su madre. Es a partir de ah¨ª donde el montaje oscila entre una multitud de criterios estil¨ªsticos sin quedarse finalmente con ninguno, lo que no hace sino a?adir confusi¨®n a un texto que a veces es sutil y a veces no tanto.
Al final, como en la vida misma, todo queda en una especie de indeterminaci¨®n del prop¨®sito de los personajes: la vida sigue para los tres, y no se sabe qu¨¦ les puede ocurrir en el futuro, etc¨¦tera. Gerardo Malla est¨¢ muy cotidiano en su papel de esposo fatigado, Kiti M¨¢nver se revuelve en su funci¨®n de esposa de pronto desde?ada, y Toni Cant¨®, del que podr¨ªa pensarse que es el protagonista de la obra, se muestra m¨¢s bien amanerado en un personaje del que o bien parece saber muy poco o bien ha preferido mantenerlo en el terreno de las vacilaciones. Una obra que daba para m¨¢s si se hubiera elegido hasta el fin un territorio definido para mostrarla, y que as¨ª queda como una mezcla un tanto curiosa.
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