Poeta urbano

Una voz cavernosa. Parece hecha del hierro con el que se funden las campanas, escribi¨® un cr¨ªtico. Arnaldo Antunes sale a oscuras jugando con un globo terr¨¢queo iluminado. Viste una especie de pijama de pa?o rojo, de corte desigual y mangas imposibles, excesivamente largas: las manos asoman por una abertura a la altura del codo.

Sabe que un concierto de m¨²sica pop implica actitud, lenguaje esc¨¦nico, catarsis colectiva... El ojo juega un papel importante, a¨²n m¨¢s desde la imparable irrupci¨®n de la MTV y los DVD. Antunes hab¨ªa cantado en Cartagena y Pamplona, estuvo en el festival literario Kosmopolis en Barcelona y en las conferencias de Futurisme en Palma de Mallorca, pero ¨¦sta era su primera vez en Madrid.

Varios discos

Se trajo canciones de varios ¨¢lbumes. Como el que da t¨ªtulo al ¨²ltimo, Saiba, una nana para adultos - "que sepas que todo el mundo fue beb¨¦... tambi¨¦n Hitler, Bush y Sadam Husein"-. A lo largo del concierto hizo un ¨²nico gui?o a Tribalistas, ese disco espont¨¢neo y sin pretensiones que grab¨® con sus amigos Marisa Monte y Carlinhos Brown, y otro a Tit?s, el seminal grupo brasile?o de rock en el que pas¨® 10 a?os de su vida, y que tuvo rea?os de abandonar en el auge de su popularidad, en aras de mayor libertad creativa.

Hay algo de David Byrne en Arnaldo Antunes. En la actitud esc¨¦nica -los movimientos espasm¨®dicos y desgarbados- y por sus intereses multimedia -aunque no le guste el palabro porque termina siendo un clich¨¦-.

Transita por la m¨²sica pop, la poes¨ªa, la danza... Todo lo que hace este brillante artista de S?o Paulo implica un trabajo con la palabra: tanto si escribe una canci¨®n de rock como si publica un libro de poes¨ªa concreta.