Un 'ultra' expulsado por el Atl¨¦tico est¨¢ implicado en el 'caso Zabaleta'

Ignacio Racionero, uno de los 11 ultras que asaltaron el entrenamiento del Atl¨¦tico hace nueve d¨ªas y que insultaron a jugadores y empleados est¨¢ imputado y ser¨¢ juzgado el pr¨®ximo 20 de septiembre por los delitos de des¨®rdenes p¨²blicos y asociaci¨®n il¨ªcita. Racionero particip¨® en los incidentes que acabaron con la vida del aficionado de la Real Sociedad Aitor Zabaleta en 1998. El Atl¨¦tico hab¨ªa negado expl¨ªcitamente la relaci¨®n entre los asaltantes y el grupo Basti¨®n 1903, al que pertenec¨ªa el ultra, y que fue disuelto tras el asesinato del seguidor donostiarra.

Jugadores y t¨¦cnicos no han querido interponer denuncias, aunque se les ha instado a ello

Casi todos los miembros del grupo Basti¨®n se mudaron a otro grup¨²sculo autodenominado Alameda 88, del que hab¨ªa al menos dos miembros en los incidentes ocurridos el pasado jueves 19 en la Ciudad Deportiva rojiblanca de Majadahonda. Fuentes cercanas a la investigaci¨®n del asalto al entrenamiento han mostrado su sorpresa "por la falta de inter¨¦s del club rojiblanco en castigar a los participantes". Tanto los jugadores como el cuerpo t¨¦cnico se han negado a interponer denuncias individuales, aunque desde alg¨²n organismo oficial se les inst¨® a ello.

El ultra, identificado ahora por la Guardia Civil y por el propio Atl¨¦tico de Madrid, estuvo, en diciembre de 1998, 11 d¨ªas en la c¨¢rcel acusado del asesinato de Zabaleta, pero qued¨® en libertad al quedar probado que el autor de los hechos fue Ricardo Guerra Cuadrado, condenado a 17 a?os. Sin embargo, Racionero afronta ahora un proceso, junto a otros diez miembros del extinto grupo neonazi Basti¨®n -incluido Ricardo Guerra-, por des¨®rdenes p¨²blicos y asociaci¨®n il¨ªcita, hechos que originaron el 8 de diciembre de 1998 el asesinato de Zabaleta. El juicio se iniciar¨¢ el pr¨®ximo 20 de septiembre, y el fiscal pide para cada uno de los acusados tres a?os de prisi¨®n.

Voces muy pr¨®ximas a la investigaci¨®n que se sigue contra los ultras que, tras derribar una valla met¨¢lica a patadas, insultaron y amenazaron de muerte a los jugadores y el cuerpo t¨¦cnico del Atl¨¦tico, han calificado la denuncia de la entidad del Manzanares como una manera de "cubrir el expediente". La demanda se limitaba a describir los hechos, sin citar los desperfectos materiales, y tan s¨®lo mencionaba los insultos "mercenarios, no ten¨¦is huevos y cabrones". El ¨²nico delito perseguible de ese escrito es el de injurias leves, pero s¨®lo en caso de que los afectados hubiesen interpuesto la demanda. Las autoridades instaron a los agraviados -jugadores y personal t¨¦cnico del club- a personarse como acusaci¨®n, pero todos ellos denegaron la invitaci¨®n.

Algunos de los fan¨¢ticos que irrumpieron en el campo de entrenamiento escond¨ªan porras de madera. Uno de ellos, el l¨ªder del Frente Atl¨¦tico, Portu, tambi¨¦n tiene antecedentes penales por agresi¨®n. Francisco L¨®pez, el cabecilla de la acci¨®n -tildada desde fuentes pr¨®ximas a la investigaci¨®n como "muy organizada"- se ha jactado de comer con los directivos rojiblancos.

Por otra parte, fuentes pr¨®ximas a la Comisi¨®n Antiviolencia mostraron su sorpresa por el hecho de que el Atl¨¦tico pusiera el mismo ¨¦nfasis en se?alar a los ultras que a un grupo de socios del club que increp¨® al palco en un par de partidos. La Comisi¨®n desestim¨® las quejas de la entidad contra estos ¨²ltimos por estimarlas "completamente normales en un contexto futbol¨ªstico". Sin embargo, el Atl¨¦tico ha expulsado a uno de estos socios, junto a los siete radicales identificados por la invasi¨®n del entrenamiento. Unos radicales que se paseaban con libertad por todas las instalaciones del club, que hablaban con los jugadores en zonas prohibidas incluso para la prensa y que campaban por el estadio. "Necesitaban entrar para preparar sus pancartas", se justifican desde el Atl¨¦tico. El club tambi¨¦n neg¨® que alguno de los siete identificados tuviese relaci¨®n con el desaparecido grupo neonazi Basti¨®n, una escisi¨®n del Frente Al¨¦tico, tres de cuyos miembros fueron procesados, y dos de ellos absueltos, por el delito de asesinato. Uno era Ignacio Racionero.