Un accidente leve en la avenida de Am¨¦rica colapsa tres horas Madrid
El Ayuntamiento achaca la congesti¨®n al "efecto cremallera" y la hora punta
Un choque leve entre tres veh¨ªculos, en plena hora punta, colaps¨® ayer el tr¨¢fico de Madrid durante tres horas. Pasadas las siete de la ma?ana, una colisi¨®n -con el resultado de una mujer herida leve- en la avenida de Am¨¦rica oblig¨® a cortar dos de los tres carriles de la A-2. Inmediatamente el atasco se extendi¨® en cadena hacia Mar¨ªa de Molina y la Castellana. Poco despu¨¦s, la congesti¨®n lleg¨® hasta la carretera de Toledo y a la autov¨ªa de A Coru?a, en el otro extremo de la ciudad. Fue el efecto cremallera, seg¨²n el Ayuntamiento. ?ste achac¨® el colapso a que el accidente ocurri¨® en un punto estrat¨¦gico en hora punta.
Poco despu¨¦s de las siete de la ma?ana, el Samur acud¨ªa a la confluencia de la A-2 (carretera de Barcelona) con la M-30. En este punto de la autov¨ªa la calzada dibuja una S por las obras que el Ayuntamiento de Madrid est¨¢ acometiendo dentro de la gran reforma de la M-30. Tres veh¨ªculos sufrieron en ese momento un accidente en el que una mujer result¨® herida leve en la espalda. Como consecuencia de la colisi¨®n, los servicios de emergencia decidieron cortar dos de los tres carriles de la autov¨ªa. Eran las 7.30. Justo el momento en el que empieza la hora punta del tr¨¢fico en Madrid.
A partir de ese momento, entrar en la capital se convirti¨® casi en una misi¨®n imposible. El caos circulatorio se extendi¨® en cadena. El Ayuntamiento lo denomina "efecto cremallera". En el punto de la A-2 donde ocurri¨® el percance (frente al n¨²mero 66 de la avenida de Am¨¦rica) confluyen tres carriles de la autov¨ªa m¨¢s dos de la boca de salida del t¨²nel que conecta esta carretera con las calles de Mar¨ªa de Molina y Vel¨¢zquez. M¨¢s de 50.000 veh¨ªculos toman diariamente la A-2 en direcci¨®n a los pol¨ªgonos industriales y de oficinas de Barajas, Alcal¨¢ de Henares y Guadalajara. El Ayuntamiento recuerda que, s¨®lo por el t¨²nel de Mar¨ªa de Molina pasan cada d¨ªa 35.000 veh¨ªculos.
El t¨²nel, cerrado
Ante el colapso que originaba el estrechamiento de la calzada, la Polic¨ªa Municipal decidi¨® cerrar, a continuaci¨®n, el t¨²nel de Mar¨ªa de Molina para que los conductores no quedaran atascados dentro de ¨¦l. Es el mayor t¨²nel urbano de Espa?a.
Para que la circulaci¨®n siguiera fluyendo, la Polic¨ªa Municipal desvi¨® el tr¨¢fico por la glorieta de Emilio Castelar. Los veh¨ªculos colapsaron entonces el barrio de Salamanca, ya que las calles de Vel¨¢zquez y Serrano -ya de por s¨ª muy saturadas- no fueron capaces de absorber la circulaci¨®n desviada.
Pero ¨¦stas no fueron las ¨²nicas consecuencias. Con el t¨²nel de Mar¨ªa de Molina cerrado y el barrio de Salamanca saturado, el paseo de la Castellana lleg¨® a su l¨ªmite y los veh¨ªculos que circulaban por alli -norte-sur y viceversa- se pararon. Poco despu¨¦s, la circulaci¨®n de la glorieta de Atocha, a unos cinco kil¨®metros del accidente inicial, tambi¨¦n se detuvo y, por extensi¨®n, las tres v¨ªas que confluyen en ella: el paseo de las Delicias, Santa Mar¨ªa de la Cabeza y la avenida de la Ciudad de Barcelona.
La glorieta de C¨¢diz, fuera del anillo de la M-30, tambi¨¦n se vio afectada. M¨¢s al sur todav¨ªa ("efecto cremallera"), las retenciones se extendieron hasta la carretera de Toledo (A-42).
Pero el colapso de la Castellana produjo nuevos efectos en otras partes de la ciudad. Saturada como estaba, la v¨ªa no tragaba los coches que se incorporaban desde la ya de por s¨ª concurrida calle de Jos¨¦ Abascal. La alineaci¨®n de esta calle con Cea Berm¨²dez y la plaza de Cristo Rey es un importante eje de entrada para los conductores que acceden a la capital desde la carretera de A Coru?a (A-6), que ya sufre retenciones kilom¨¦tricas a diario debido al alto n¨²mero de personas que vive en el noroeste de la Comunidad. Todas estas calles se llenaron as¨ª de veh¨ªculos, por lo que la entrada de la autov¨ªa por Moncloa tambi¨¦n not¨® el aumento de la circulaci¨®n.
Las retenciones alcanzaron, adem¨¢s, a la zona este de la ciudad. El eje de las calles de Doctor Esquerdo y Francisco Silvela -forma una especie de M-20 con t¨²neles y puentes que agilizan la circulaci¨®n- estaban atascados. Siguiendo con el efecto domin¨®, el colapso en Doctor Esquerdo provoc¨® otro taponamiento en la calle de O'Donnell y su prolongaci¨®n hasta Moratalaz. A las 8.45 se reabrieron al tr¨¢fico los dos carriles de la salida de la carretera de Barcelona que hab¨ªan sido cortados al tr¨¢fico debido al accidente inicial. Pero el caos ya era irreversible, seg¨²n los datos que maneja el gobierno municipal. La hora punta de la capital se prolong¨® ayer as¨ª hasta las once de la ma?ana, cuando habitualmente la intensidad del tr¨¢fico empieza a bajar sobre las nueve.
Para que se produjera tal colapso en todo Madrid, se unieron varios factores negativos, seg¨²n el Ayuntamiento: la coincidencia del accidente con el inicio de la "hora punta" -el peor tramo de la ma?ana transcurre entre las 7.30 y las 9.00, seg¨²n el Centro de Pantallas de Madrid-, el hecho de que fuera viernes y que el accidente ocurriera en un "punto estrat¨¦gico" de evacuaci¨®n de coches de la capital.El Ayuntamiento no menciona, aunque tambi¨¦n influyeron mucho en el colapso, las m¨²ltiples obras que afectan a las principales v¨ªas de la capital. Comunidad, Ministerio de Fomento y Consistorio mantienen abiertas m¨¢s de 800 obras viarias cada d¨ªa, de las que casi medio centenar son grandes obras de infraestructuras. La M-30, la gran v¨ªa de distribuci¨®n del tr¨¢fico en Madrid, tiene cerradas o parcialmente afectadas sus salidas y calzadas en Costa Rica, O'Donnell, P¨ªo XII, M¨¦ndez ?lvaro y avenida de la Ilustraci¨®n.
Un mill¨®n de coches
El Foro por la Movilidad Sostenible de Madrid ve las cosas de otra manera. Francisco Segura es uno de sus miembros y tiene una explicaci¨®n diferente: "Cada d¨ªa entran -y salen despu¨¦s- un mill¨®n de veh¨ªculos de Madrid. Casi de forma permanente las carreteras est¨¢n atascadas, con lo que cualquier incidente tiene consecuencias dram¨¢ticas". Y todo esto oculta un problema de fondo para Segura. "Cada vez se favorece m¨¢s el uso del coche. Adem¨¢s, desde 1996 no se suministran datos actualizados de movilidad y en estos diez a?os pr¨¢cticamente se han duplicado los kil¨®metros de autov¨ªas en la regi¨®n (de 500 a casi 1.000, seg¨²n los datos del Foro) y otras muchas se han ampliado. Se anima a la gente a coger el coche y ya no caben m¨¢s en la ciudad", explica.
Ante la situaci¨®n de ayer, muchos conductores recordaron el caos circulatorio que tambi¨¦n se adue?¨® de Madrid durante los d¨ªas inmediatamente posteriores al incendio del rascacielos Windsor, ocurrido el pasado 12 de febrero.
El Ayuntamiento cort¨® entonces a la circulaci¨®n parte de las calles de Orense, Raimundo Fern¨¢ndez Villaverde y Agust¨ªn de Betancourt por motivos de seguridad. Tambi¨¦n en esta ocasi¨®n se cerr¨® un t¨²nel, el de Azca, un importante distribuidor de tr¨¢fico. Eso caus¨® un enorme colapso, sobre todo el lunes 14 de enero.
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