"Hay que buscar en la cosoberan¨ªa la f¨®rmula para la soluci¨®n"
Josu Jon Imaz (Zum¨¢rraga, 1963) prev¨¦ con convicci¨®n que se acercan tiempos de cambio. Aunque apuesta de nuevo, por ahora, por la f¨®rmula del actual tripartito para la gobernabilidad de Euskadi, est¨¢ plenamente convencido de que la reforma estatutaria prevista necesitar¨¢ un amplio consenso que supere los votos obtenidos por el plan Ibarretxe, hoy desaparecido de la vida pol¨ªtica vasca. El presidente del PNV, ante el convulso momento pol¨ªtico que vivimos, cree que existen condiciones objetivas para pensar que se ha iniciado el camino hacia la paz, que deber¨¢ partir fundamentalmente de una decisi¨®n inequ¨ªvoca de ETA de cesar sus acciones terroristas. "El Gobierno es quien tiene que explorar el camino", afirma, tras desear que el PP est¨¦ presente en el proceso de pacificaci¨®n.
"Lo que han hecho con Juan Mar¨ªa Atutxa me parece un grave precedente, y es como convertir la pol¨ªtica vasca en un peligroso barrizal"
"No es habitual en la Europa democr¨¢tica ganar unas elecciones generales o auton¨®micas con el 40% de los votos tras 25 a?os de gobierno"
"Tenemos que empe?arnos en hacer un esfuerzo para tratar de alcanzar grados de acuerdo que superen los 39 votos obtenidos por el 'plan Ibarretxe"
"Es muy negativo que a las v¨ªctimas las convirtamos por segunda vez en tales al introducirlas en el debate pol¨ªtico de forma descarnada"
"Antes de convocar a todos los partidos pol¨ªticos para sentarnos en torno a una mesa hacen falta muchas complicidades y algunas cocinas previas"
"En estos momentos no se puede negar la existencia de indicadores para lograr otro horizonte y una nueva oportunidad de paz para Euskadi"
Pregunta. Tras las elecciones vascas, usted reclam¨® juego limpio para no caer en el bloqueo parlamentario. La primera prueba no parece muy gratificante.
Respuesta. Hemos visto muchas cosas en 25 a?os, pero nunca hab¨ªa vetado una formaci¨®n pol¨ªtica a los candidatos de otra. En pol¨ªtica es leg¨ªtimo votar, no votar, tratar de ganar a otra formaci¨®n; pero son absolutamente incomprensibles los vetos a las personas, y lo que han hecho el Partido Comunista de las Tierras Vascas, el PSE y el PP con Juan Mar¨ªa Atutxa me parece un grave precedente. Con mimbres as¨ª podemos convertir la pol¨ªtica vasca en un barrizal.
P. Su gesti¨®n como presidente del Parlamento hab¨ªa sido muy criticada por la oposici¨®n.
R. Esos partidos estaban hablando de que la presidencia correspond¨ªa al PNV, pero el PNV elige a sus candidatos. El veto a una persona es algo nunca visto en 25 a?os. Es equiparable a que, hace un a?o y dos meses, una serie de partidos en el Congreso hubiese dicho: el PSOE tiene derecho a presidir el Gobierno como formaci¨®n m¨¢s votada, pero Zapatero va a quedar excluido.
P. Nadie cuestionaba el derecho del PNV a acceder a la presidencia del Parlamento.
R. Por eso ha sido un veto a la persona, y eso es muy peligroso.La actitud de EHAK, que fue quien lanz¨® el veto, y el seguidismo de socialistas y PP es injustificable. Y adem¨¢s, si hay una persona en este pa¨ªs s¨ªmbolo de la libertad y de la defensa del Parlamento, ¨¦sa es Juan Mar¨ªa Atutxa.
P.?Por qu¨¦ se cambi¨® entonces su candidatura?
R. Porque ¨¦l nos lo pidi¨®, y porque quer¨ªamos buscar una soluci¨®n por respeto a la ciudadan¨ªa y a la estabilidad institucional de este pa¨ªs.
P. Ahora, la siguiente prueba es la elecci¨®n del lehendakari.
R. Vemos una apuesta de gobernabilidad b¨¢sicamente articulada en torno al tripartito actual, posiblemente buscando acuerdos con Aralar. Y sobre ese eje, acuerdos puntuales tanto con el PSE como con el PP y con EHAK que permitan la acci¨®n de gobierno. ?sa es nuestra apuesta. Vamos a tener que trabajarla en las pr¨®ximas semanas. Esto no quiere decir que las complicidades pol¨ªticas tengan que circunscribirse a ese campo. Tenemos por delante una tarea que va a sobrepasar la formaci¨®n del Gobierno, que es hacer avanzar la paz en este pa¨ªs y superar el conflicto vasco. Ah¨ª vamos a ser necesarios todos, y eso nos va a obligar a abrir puentes tanto con el mundo de Batasuna como con el mundo del partido socialista, y tambi¨¦n, por qu¨¦ no, con el mundo del PP.
P. No deja posibilidades a una elecci¨®n de Patxi L¨®pez.
R. Hay una formaci¨®n que es la m¨¢s votada, que es la coalici¨®n PNV-EA, que ha obtenido casi el 40% de los votos y que va a articular un eje de gobernabilidad. Toda formaci¨®n tiene leg¨ªtimo derecho a hacer sus ofertas, pero creo que en estos momentos no existe un horizonte realista de formaci¨®n de una alternativa.
P.?Temen que EHAK les complique la investidura por su exclusi¨®n de la Mesa?
R. Nadie la ha excluido.
P. EHAK lo ve como una exclusi¨®n de la que culpan al PNV.
R. Simplemente no alcanzaron los votos suficientes para estar en la Mesa. Dijimos que nunca ¨ªbamos a votar para la Mesa a un partido que mantuviese una pol¨ªtica de veto a una persona. A partir de ah¨ª, tenemos que entrar en un escenario de negociaci¨®n para poder articular un eje de formaci¨®n de Gobierno.
P.?Qu¨¦ planteamiento hacen ante la posibilidad de que se repita un empate a 33?
R. Vamos a trabajar para que eso no suceda. Vamos a buscar los elementos de negociaci¨®n tanto para la composici¨®n del Gobierno como para una pol¨ªtica de acuerdos puntuales que permita que el Gobierno nazca y pueda gobernar. Y si el PSE y el PP optan por articular la misma alternativa pol¨ªtica en Euskadi, tendr¨¢ que ser una decisi¨®n suya. Me parece asombroso, con lo que estoy viendo estos d¨ªas en el Congreso, que socialistas y populares puedan articular una misma posici¨®n pol¨ªtica a la hora de formar Gobierno.
P.?El resultado electoral ha decepcionado al PNV?
R. La decepci¨®n la pondr¨ªa entre comillas. No es habitual en la Europa democr¨¢tica ganar unas elecciones con el 40% de los votos tras 25 a?os de gobierno. La campa?a no tuvo, afortunadamente, el grado de tensi¨®n que hace cuatro a?os, en que, por un lado, ten¨ªamos una ETA salvaje que mataba cada 15 d¨ªas, y por otro, una aut¨¦ntica agresi¨®n pol¨ªtica encabezada por Mayor Oreja con el soporte del Gobierno de Aznar. Si uno analiza la evoluci¨®n electoral del PNV, el resultado de 2001 fue excepcional. Ahora el mapa es complejo y nos obliga a todos, y ah¨ª el PNV va a hacer un esfuerzo de responsabilidad para que en este pa¨ªs los acuerdos de fondo, y me refiero tanto a la pacificaci¨®n como a lo que afecta al autogobierno y a la resoluci¨®n del llamado problema pol¨ªtico vasco, cuenten con suficiente grado de adhesi¨®n en el conjunto de formaciones.
P. Otra lectura del resultado es que el plan Ibarretxe ha fracasado en parte. ?Qu¨¦ pasar¨¢ con la propuesta del lehendakari?
R. La propuesta est¨¢ aprobada en el Parlamento vasco con 39 votos; pero ya antes del 17 de abril, tanto el lehendakari como yo dec¨ªamos bien claro que desde el 18 ten¨ªamos que hacer un esfuerzo para intentar alcanzar grados de acuerdo que superasen ese n¨²mero de votos. En eso nos tenemos que empe?ar en los pr¨®ximos tiempos.
P. Tanto ese planteamiento como los propios resultados suponen que se perdi¨® parte de la legislatura pasada y hay que volver a empezar casi desde cero.
R. No. Si hoy estamos donde estamos es fundamentalmente por el camino recorrido. Lo que hemos avanzado en los ¨²ltimos tiempos posiblemente no ha dado las soluciones, pero ha servido para establecer unas bases que hoy quiz¨¢ nos puedan hacer alcanzar una soluci¨®n, tanto a la violencia como al problema pol¨ªtico o conflicto, cada uno le llama como quiera.
P.?C¨®mo ve la futura posible mesa de partidos para negociar un nuevo estatuto? Usted ha dicho que ya no valen los 39 votos y que se precisa mayor consenso.
R. No he dicho que no valgan; si no fuese posible, el proyecto de los 39 siempre estar¨ªa ah¨ª.
P. S¨ª, pero se necesita mayor consenso, y eso lo pide la opini¨®n p¨²blica.
R. Y es un mensaje que asumimos. La negociaci¨®n entre los partidos tiene que buscar una soluci¨®n acordada, un punto de encuentro, sobre los sujetos de soberan¨ªa y de decisi¨®n. Es el punto clave del problema, y posiblemente tengamos que abordarlo a trav¨¦s de f¨®rmulas flexibles y modernas para conjugar, por un lado, un reconocimiento de la existencia de un sujeto que es la sociedad vasca, con capacidad de tomar decisiones, y lo que puedan ser elementos de pactos y no unilateralidad que tengamos que contemplar en esa toma de decisiones con el Estado. Tenemos que buscar una soluci¨®n que posiblemente tenga m¨¢s que ver con f¨®rmulas modernas de cosoberan¨ªa que con conceptos cl¨¢sicos de soberan¨ªa. Ser¨ªa bueno que encontr¨¢semos ese punto de encuentro entre partidos nacionalistas y de ¨¢mbito estatal. ?se debe ser el objetivo b¨¢sico de esa mesa de partidos. Y yo no quiero hacer tab¨² de los instrumentos. Antes de sentarnos y convocar a todos los partidos en una mesa hacen falta muchas complicidades y cocinas previas, y tendr¨¢ que haber mucho di¨¢logo bilateral, trilateral y de otro tipo. Si ahora alguien llamase a todas las formaciones pol¨ªticas a una mesa posiblemente estar¨ªa condicionado al fracaso, y m¨¢s fracasos no necesitamos.
P. En esa mesa, ?qu¨¦ modelo de Estado ofrecer¨ªa el PNV?
R. Una formulaci¨®n que fundamentalmente aceptase el reconocimiento de la capacidad de decisi¨®n de la sociedad vasca y la articulaci¨®n con el Estado a trav¨¦s de un pacto. El modelo de Estado que el PNV ofrece y ha ofrecido viene recogido en lo que siempre he definido como el intento m¨¢s valiente de implicarse en la construcci¨®n del Estado por parte del PNV en su historia, que es la Declaraci¨®n de Barcelona de 1998, en la que con CiU y el BNG hicimos un planteamiento de necesidad de reconocimiento de la plurinacionalidad del Estado, al que la sociedad vasca contribuir¨ªa con un compromiso de participaci¨®n en la misma, pero tambi¨¦n con la asunci¨®n de su libre participaci¨®n en el proyecto.
P.?La garant¨ªa del acuerdo, ese pacto de confianza entre las partes, es m¨¢s importante que otros principios para su partido?
R.La no unilateridad significa un blindaje para todos, tambi¨¦n de garant¨ªas para el propio Estado. Uno no puede pensar que tiene que tener todas las garant¨ªas del mundo y que la otra parte no tiene que tener ninguna. Es l¨®gico que, en cualquier pacto que se alcance, el Estado tenga sus garant¨ªas, y tambi¨¦n es l¨®gico que las instituciones y la sociedad vascas tengan las suyas de no unilateralidad.
P.?Y qu¨¦ garant¨ªa le dar¨ªa Euskadi al Estado?
R. Fundamentalmente debe ser la necesidad de pacto a partir del reconocimiento del otro sujeto, que est¨¢s reconociendo que es el Estado. Sobre la obligaci¨®n de pactar sobre eso y el principio de no unilateridad hay que conjugar las garant¨ªas que nosotros podemos ofrecer. ?Eso c¨®mo se formula? Yo siempre suelo decir que ese acuerdo tiene que ser una especie de cofre de doble llave, en el que una quede en manos de la sociedad vasca y la otra en las del Estado, de forma que tengamos unos y otros conjuntamente capacidad para abrir el cofre.
P.?Se lograr¨ªa as¨ª una soluci¨®n estable o definitiva?
R. La palabra definitiva es dif¨ªcil en pol¨ªtica. Yo qu¨¦ s¨¦ qu¨¦ modelo pol¨ªtico van a querer mis hijos y mis nietos. Lo que quiero es resolver un problema que, como m¨ªnimo a lo largo de 15, 20, 25 a?os, quede estabilizado. Qui¨¦n sabe dentro de 25 a?os en qu¨¦ quedar¨¢n muchos de los conceptos que utilizamos hoy. Nuestra obligaci¨®n como generaci¨®n es dar soluci¨®n a este problema para los pr¨®ximos 20 o 25 a?os.
P. Hace unos meses, recordando el escenario de 1979, dec¨ªa que el PNV estaba dispuesto a trabajar en serio por una segunda transici¨®n. Para eso tambi¨¦n se necesita al PP.
R. Me gustar¨ªa que as¨ª fuese. El PP tiene que buscar su espacio propio. Si quiere ser alternativa de gobierno en el Estado, y lo l¨®gico es que quiera, debe buscar otro discurso y otro espacio, no puede vivir con la inercia del discurso de Aznar. Desde luego me gustar¨ªa que el PP estuviese en estos consensos, y espero que vaya avanzando en esa direcci¨®n. El consenso del a?o 1979 tuvo dos excluidos: AP y HB. No ser¨ªa bueno que en este nuevo acuerdo quedasen otros excluidos.
P. Es evidente que los ciudadanos respaldan un di¨¢logo con ETA si deja las armas. ?Estamos ante una nueva oportunidad?
R. Es muy conocida mi posici¨®n de prudencia en esta cuesti¨®n. Hemos tenido bombas en Madrid, en Zarautz, en cuatro empresas de Guip¨²zcoa. ETA todav¨ªa est¨¢ ah¨ª, ¨¦sa es la primera reflexi¨®n. En segundo lugar, no se puede negar la existencia de indicadores de esa oportunidad; el primero, que llevamos ya dos a?os sin asesinatos, hay novedades por la debilidad operativa de ETA. La cooperaci¨®n internacional, la reflexi¨®n pol¨ªtica y social en la izquierda radical, las reflexiones de dirigentes de ese mundo en el sentido de que la violencia tiene que callar, que hay que partir del respeto a la pluralidad de la sociedad vasca, todo ello hace que exista un horizonte de oportunidad. Un responsable pol¨ªtico lo que tiene que hacer es tratar de explorarlo; si no, ser¨ªa una aut¨¦ntica irresponsabilidad. Creo que la resoluci¨®n aprobada por el Congreso responde precisamente a esa filosof¨ªa. Si hay condiciones inequ¨ªvocas de cese de la violencia, lo que hay que hacer es promover los caminos para un final dialogado, y eso tiene que verlo cualquier pol¨ªtico.
P.?Cree que ETA ha interiorizado su derrota?
R. Cuando uno busca el final de una situaci¨®n, tampoco el lenguaje tiene que tratar de buscar la humillaci¨®n del contrario, ni siquiera aunque el contrario sea una organizaci¨®n terrorista. Prefiero hablar del fin de ETA, y al final eso es lo que nos puede permitir que las futuras generaciones puedan vivir en paz y en libertad sin amenazas.
P.?C¨®mo debe ser ese final?
R. Fundamentalmente a trav¨¦s de una decisi¨®n inequ¨ªvoca de ETA de cesar en la violencia. Es el Gobierno el que tiene que explorar ese camino para buscar un final dialogado que suponga la soluci¨®n a muchos problemas, muchos de ellos sangrantes, que hay en torno siempre a una cuesti¨®n de este tipo; por supuesto, partiendo del reconocimiento a las v¨ªctimas en toda su dimensi¨®n, de la soluci¨®n futura de la situaci¨®n de los presos, de lo que puedan ser los elementos de cierre de esa situaci¨®n. Los partidos tenemos que darle cauce a trav¨¦s de acuerdos que sirvan para alcanzar consensos superiores a los que hemos tenido, y que sirvan para que ese mundo pol¨ªtico y social entre en la democracia y en las instituciones.
P.?Qu¨¦ puede aportar el PNV en ese proceso?
R. Hemos transmitido ya hace muchos meses en p¨²blico y en privado, tanto al Gobierno como al mundo de la izquierda abertzale, que vamos a ser siempre un apoyo leal a los acuerdos que se vayan alcanzar. La posici¨®n de las instituciones vascas y del PNV va a ser de lealtad y apoyo absoluto a ese camino. Por otro lado, los partidos tenemos que tratar de alcanzar acuerdos en paralelo porque los objetivos pol¨ªticos no se negocian ni se deben negociar con ETA. Se negocian entre los representantes de la ciudadan¨ªa, y ah¨ª l¨®gicamente el PNV va a ser un agente importante de esos consensos. ?sa va a ser su aportaci¨®n fundamental.
P. Algunos esperan algo m¨¢s, participar realmente en esa pacificaci¨®n.
R.?Estar en un proceso de conversaciones ETA, Gobierno espa?ol y PNV para hablar de cu¨¢ndo entregan las armas y cu¨¢ndo los presos tienen que ir a no s¨¦ d¨®nde? Lo que no vamos hacer es buscar elementos de participar por querer participar. Hay unos agentes y tienen que buscar un escenario de di¨¢logo, y a los dem¨¢s nos corresponde apoyarlo y aportar en la medida en que tengamos algo que aportar, pero no pretender estar ah¨ª en lo que alguno incluso puede entender que puede ser una intromisi¨®n. Nuestro juego va a ser de absoluta lealtad, y yo se lo he transmitido a las dos partes de manera clara. No me importan los acuerdos que alcancen entre ellos. Sean cuales sean, dentro de una l¨®gica razonable, los firmar¨¦, porque ser¨¢n buenos para este pa¨ªs y para alcanzar la paz.
P.?No hay tantas ganas de resolver la cuesti¨®n que se pueden confundir deseos y realidad?
R. Creo que hay condiciones objetivas para pensar que esto inicia un camino de finalizaci¨®n. Pero con los pies en el suelo. Las cosas se pueden torcer.
P. Lo que est¨¢ claro es que una parte no ha dado el paso.
R. ETA a¨²n no ha dado el paso que todos queremos, eso es una realidad. Es a ella a la que le corresponde mover ficha.
P. Surgen enfrentamientos entre las v¨ªctimas del terrorismo.
R. Es muy negativo que a las v¨ªctimas las convirtamos por segunda vez en tales al introducirlas en el debate pol¨ªtico de forma descarnada cuando son un colectivo tan plural y complejo. A m¨ª me ha tocado, fundamentalmente en mi ¨¦poca de portavoz del Gobierno, compartir situaciones con personas a las que ETA les acababa de arrancar la vida de un ser cercano, y me encontr¨¦ gente de todas las ideolog¨ªas, de todos los partidos. Tratar de utilizar a ese colectivo en una cuesti¨®n pol¨ªtica no me parece de recibo. Yo pedir¨ªa respeto a las v¨ªctimas; su reconocimiento social, y pol¨ªtico, y el que haga falta, pero no su utilizaci¨®n para tratar de obtener un r¨¦dito pol¨ªtico.
P. El PP acusa al Gobierno de ir a pagar un precio pol¨ªtico por la paz.
R. ETA no va a decidir el futuro de mis hijos, lo he dicho siempre. Los que tenemos que hablar de futuro pol¨ªtico somos los partidos, el PP incluido; pero eso no significa que uno no tenga que hablar en determinados momentos, si hay condiciones para ello, con ETA para tratar de dar un cierre a esta situaci¨®n. ?Aznar pagaba un precio pol¨ªtico cuando fueron Mart¨ª Fluxa, Arriola y Zarzalejos a Suiza? ?De qu¨¦ fueron hablar, de f¨²tbol, o de otras cosas? El PP est¨¢ jugando en este tema con la falta de memoria.
P. Va a ser dif¨ªcil lograr un resultado positivo en el proceso de pacificaci¨®n sin el primer partido de la oposici¨®n.
R. Dif¨ªcil s¨ª, imposible no. Quiero que el PP est¨¦ presente, pero si hay una oportunidad de lograr la paz, lo que no vamos hacer es quedarnos quietos porque el PP mantenga el discurso de Aznar, Acebes y Zaplana. Al final, parece que el PP tiene que matar al padre en t¨¦rminos freudianos.
P.?Cu¨¢les son sus relaciones con el presidente Zapatero?
R. Son todo lo fluidas y respetuosas que deben ser. Si queremos construir ese escenario al que antes hac¨ªa referencia, de normalizaci¨®n, de paz, de acuerdos pol¨ªticos y de complicidades, es absolutamente necesaria la confianza entre dirigentes pol¨ªticos. En el tema de la pacificaci¨®n he sentido en todo momento una relaci¨®n sincera y fluida.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Archivado En
- Declaraciones prensa
- Josu Jon Imaz
- Pol¨ªticos
- VIII Legislatura Pa¨ªs Vasco
- Negociaciones con terroristas
- Negociaciones ETA
- EAJ-PNV
- Orden p¨²blico
- Parlamentos auton¨®micos
- Estatutos Autonom¨ªa
- Gobierno Vasco
- Seguridad ciudadana
- Partidos nacionalistas
- Pa¨ªs Vasco
- Estatutos
- Pol¨ªtica antiterrorista
- Gobierno auton¨®mico
- Lucha antiterrorista
- ETA
- Parlamento
- Comunidades aut¨®nomas
- Partidos pol¨ªticos
- Pol¨ªtica auton¨®mica
- Normativa jur¨ªdica
- Grupos terroristas