Gracias a ella y a su esfuerzo
La mujer suele trabajar dentro y fuera de casa, a veces m¨¢s que el hombre y casi siempre por menos dinero. Acostumbrados a que asuma muchos y muy distintos papeles, no reconocemos su valor. Es ella la encargada de las "peque?as cosas de la vida", una gran responsabilidad.
Los medios de comunicaci¨®n nos presentan a menudo datos sobre la situaci¨®n de la mujer en el entorno acad¨¦mico, laboral o dom¨¦stico. Pinceladas parciales que rara vez subrayan su peso econ¨®mico y social y el escaso o nulo reconocimiento que obtiene quien es, en gran medida, responsable del progreso.
Quiz¨¢ ya es hora de integrar algunas de las estad¨ªsticas m¨¢s relevantes que tenemos a nuestro alcance para disponer de una perspectiva global en la que ubicar la diversidad de roles sociales que hoy desempe?a la mujer: madre, psic¨®loga, pluriempleada eficiente, l¨ªder comunitaria, esposa, asistenta social, voluntaria, enfermera, economista, maestra, emprendedora o alumna destacada.
Mejor formadas y m¨¢s eficientes. Y, sin embargo, peor remuneradas y con mayor tasa de paro. Entre el 52% y el 64% de los resultados acad¨¦micos m¨¢s brillantes, dependiendo de la licenciatura, los obtienen las f¨¦minas. Y m¨¢s all¨¢ de los datos, el sentir general de la comunidad acad¨¦mica apunta a que las mujeres muestran mayor madurez y entrega al oficio de estudiantes.
Investigaciones llevadas a cabo en diferentes sectores de actividad en Europa y Estados Unidos concluyen que el nivel de eficiencia y excelencia de las mujeres que ocupan cargos ejecutivos supera en el 85% de los indicadores al de los hombres.
Aun contando las bajas por maternidad, las mujeres faltan menos al trabajo que los hombres, seg¨²n un estudio reciente de la Universidad Complutense de Madrid. Pero en la Uni¨®n Europea los hombres siguen ganando un 15% m¨¢s por hora de trabajo. Y en Estados Unidos y Jap¨®n, la diferencia es a¨²n mayor.
Precarias a la fuerza. En Espa?a, el 70% de los trabajadores dispone de un contrato indefinido, frente a un 50% de las trabajadoras. Adem¨¢s, en el ¨²ltimo trimestre de 2004, la tasa de paro femenina duplicaba a la masculina. En los trabajos manuales predominan las mujeres, pero ¨¦stas soportan mayor carga de tareas y jornadas m¨¢s largas sin contraprestaci¨®n econ¨®mica.
El 37% de las mujeres trabaja a tiempo parcial, frente al 8% de los hombres. ?sta, que se presenta como una forma de conciliar vida familiar y laboral, muchas veces es la ¨²nica oferta de empleo para la mujer. Si ha sido una elecci¨®n personal, probablemente habr¨¢ sido para atender sus responsabilidades dom¨¦sticas, y no para mejorar su formaci¨®n, como en el caso del hombre.
Poco reconocidas. S¨®lo el 0,5% de los cargos de presidencia corporativa de las 500 mayores empresas del mundo est¨¢ ocupado por mujeres, sobre todo en empresas de car¨¢cter familiar o fundadas por ellas mismas. En los niveles altos es donde las mujeres ganan proporcionalmente mucho menos que sus hom¨®nimos masculinos (hasta un 80% menos).
En Espa?a, entre las empresas del IBEX 35, apenas un 5% de los consejeros son mujeres. El mismo porcentaje de mujeres llegan a ser rectoras de universidad.
Cada vez m¨¢s emprendedoras. D¨ªa tras d¨ªa aumenta el n¨²mero de mujeres que deciden convertirse en emprendedoras e iniciar su propio negocio. En Espa?a, en tres de cada cuatro compa?¨ªas que se crean, la iniciativa ha correspondido a una mujer, seg¨²n la Asociaci¨®n de Mujeres Empresarias de Madrid. En la UE, el 50% de las nuevas empresas son creadas por mujeres, seg¨²n datos del Banco Mundial de la Mujer.
Las motivaciones que animan a la mujer a emprender su propio negocio, seg¨²n la Organizaci¨®n Internacional del Trabajo, son el deseo de independencia, la necesidad de equilibrar su proyecto profesional y su vida privada, la reacci¨®n ante experiencias laborales negativas o la b¨²squeda de un nuevo estilo de vida. El beneficio econ¨®mico no aparece como causa determinante.
Por otra parte, las mujeres suelen fracasar menos en sus aventuras empresariales: un 45% frente a un 55% en el caso de los hombres en el ¨²ltimo a?o en Europa.
Y adem¨¢s trabajan en el hogar. Los hombres dedican menos tiempo que las mujeres a las labores dom¨¦sticas. Las mujeres que trabajan fuera de casa les dedican una media de 20 horas a la semana, mucho m¨¢s del doble que los hombres en iguales condiciones, que no llegan a las ocho horas.
Responsables de decidir los gastos. Investigaciones realizadas en los ¨²ltimos a?os demuestran que la gesti¨®n del presupuesto dom¨¦stico est¨¢ fundamentalmente en manos de la mujer. El 85% de las decisiones de compra las toman las mujeres (ropa, sanidad, educaci¨®n, equipamiento del hogar, alimentaci¨®n, ocio o productos de mantenimiento y limpieza). Al hombre le quedan los gastos en reparaciones, seguridad, impuestos y, en la mitad de los casos, autom¨®vil. En el d¨ªa a d¨ªa, las mujeres deciden sobre el 90% del gasto en el hogar.
Tambi¨¦n el consumo de productos y servicios culturales es esencialmente femenino: ellas se gastan m¨¢s en libros, m¨²sica, cine, teatros y frecuentan m¨¢s las bibliotecas.
En resumen: las mujeres copan las universidades y objetivamente son m¨¢s eficientes en el desarrollo de su trabajo, adem¨¢s de dedicar m¨¢s tiempo al hogar, pero reciben una remuneraci¨®n muy inferior a la de los hombres, a la vez que sufren una mayor exigencia y precariedad laboral. Gracias a su gesti¨®n y a sus decisiones, la econom¨ªa y la cultura avanzan. La br¨²jula interior de la mujer, m¨¢s equilibrada y sensible y mejor orientada, sostiene los hogares y en consecuencia las econom¨ªas, pagando el precio de una dedicaci¨®n extraordinaria o una renuncia a su carrera profesional. Por ello, si la sociedad se desarrolla y avanza es, sobre todo, gracias a ella.
?lex Rovira es profesor de Esade, conferenciante y escritor. Junto a Fernando Tr¨ªas de Bes ha publicado el libro 'La buena suerte', con casi dos millones de ejemplares vendidos en el primer a?o y los derechos adquiridos para 34 idiomas.
Peque?os avances en el camino a la igualdad
Una reciente campa?a de publicidad de una conocida marca de refrescos ha generado fuertes muestras de adhesi¨®n entre mujeres profesionales, destacando el aluvi¨®n de mensajes emitidos en diferentes foros de Intertet. En el anuncio, un joven hace una defensa apasionada de todo lo que su madre ha hecho y sacrificado por ¨¦l a lo largo de su vida frente a quien puede ser el futuro jefe de la misma. El joven finaliza su discurso pidiendo referencias a su interlocutor para ver si ¨¦l est¨¢ a la altura de lo que su madre merece. Es ¨¦ste, procedente de una empresa privada, uno de los pocos mensajes a favor de la mujer, pieza fundamental del sistema econ¨®mico y social que a menudo no ve reconocida su funci¨®n ni por la palabra, ni por el gesto, ni por la compensaci¨®n.
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