Energ¨ªa y pedagog¨ªa

El pasado 23 de mayo EL PA?S public¨® un art¨ªculo de Imma Mayol titulado La Generalitat y la energ¨ªa: ?continuidad o cambio? que ha merecido toda mi atenci¨®n y con cuyo contenido estoy de acuerdo, por lo menos en lo fundamental. Me satisface destacar algunas afirmaciones, tales como: "Nos apremia la necesidad de definir una planificaci¨®n energ¨¦tica a medio y largo plazo (...). La nueva cultura de la energ¨ªa (...) no puede limitarse a la generaci¨®n de electricidad (...). La lucha contra el cambio clim¨¢tico (...) requiere de un plan energ¨¦tico que incorpore a los sectores altamente consumidores de energ¨ªa, como el transporte, el residencial y el terciario, y que establezca como primera prioridad un ambicioso plan de choque para el ahorro y la eficiencia energ¨¦tica".

Ese mismo d¨ªa, otro diario barcelon¨¦s public¨® un art¨ªculo de Jordi Pujol titulado La sociedad responsable, en el que dec¨ªa, textualmente: "Se hace necesaria una reacci¨®n contra el predominio acentuado de la predicaci¨®n y reclamaci¨®n de derechos y silenciamiento de los deberes (...). Hay multitud de ejemplos de c¨®mo necesidades urgentes son postergadas por reclamaciones populistas y, a menudo, pseudopropagandistas". Resalta Pujol "que se haga pedagog¨ªa".

En mi opini¨®n, y aqu¨ª viene el pero, Imma Mayol ha incurrido en el error (quiero pensar que involuntario) de hacer una pedagog¨ªa no suficientemente adecuada cuando afirma que "la l¨ªnea de 400 kilovoltios no se justifica por la llegada del AVE ya que una potencia de 220 kilovoltios es suficiente".

Una pedagog¨ªa no es adecuada cuando tiende a confundir los conceptos, asociando una magnitud, la tensi¨®n el¨¦ctrica, expresada en voltios (o en kilovoltios), a otra magnitud que es la potencia, que se expresa en vatios (o en kilovatios). Y el detalle no es nimio ni anecd¨®tico; es, en mi opini¨®n, preocupante. Creo que hay que mejorar y depurar la pedagog¨ªa energ¨¦tica, desde sus principios b¨¢sicos, ya que con un buen punto de partida y utilizando los argumentos adecuados podremos alcanzar la deseable transmisi¨®n de conceptos e ideas que permitan mejorar la cultura energ¨¦tica, que buena falta nos hace.