La LOE no mejora la ense?anza p¨²blica

Si la pol¨ªtica es el arte de lo posible, parece claro, a tenor de lo vivido en Espa?a este ¨²ltimo cuarto de siglo, que no merece la pena perder el tiempo en plantearse el dilema ense?anza p¨²blica versus privada. Si ya la Constituci¨®n introdujo la libertad de creaci¨®n y las ayudas a los centros, la pasada por la izquierda, durante los periodos con mayor¨ªa del PSOE, no consigui¨® grandes objetivos para la ense?anza p¨²blica frente al lento pero implacable ascenso del porcentaje ocupado por la ense?anza privada. Incluso en el ¨¢mbito de la Universidad.

La ense?anza p¨²blica atiende a todos los ciudadanos, y ciertamente los m¨¢s desfavorecidos, los que precisan m¨¢s atenci¨®n y recursos van mayoritariamente a la ense?anza p¨²blica, y est¨¢ bien que as¨ª sea, que la solidaridad de todos v¨ªa impuestos ofrezca las mayores posibilidades de igualdad a todos los ciudadanos.

Puestas as¨ª las cosas, hay que ser realistas: pidamos lo imposible. Que la ense?anza p¨²blica, adem¨¢s de su car¨¢cter asistencial y subsidiario al que algunos pueden querer dejarla reducida, tenga tambi¨¦n un papel de excelencia, o de calidad, o de prestigio, o de referencia, ?ser¨¢ por palabras? Pero si ya lo tiene. Basta repasar los resultados de la PAU (selectividad) para comprobar que la ense?anza p¨²blica proporciona un elevado porcentaje de expedientes acad¨¦micos sobresalientes. Tambi¨¦n presenta quiz¨¢s los peores, y eso es malo para la estad¨ªstica. Pero m¨¢s vale que en el conjunto de la ense?anza p¨²blica algunos alumnos bajen la media a que esos mismos alumnos est¨¦n fuera del sistema escolar acumulando m¨¢s papeletas de las que ya tienen para bordear la marginalidad.

La ense?anza p¨²blica deber¨ªa cubrir los dos frentes, el de ser punto de referencia de la educaci¨®n y el de atender a quienes no tienen otra opci¨®n para elevar su condici¨®n humana. Para conseguirlo, adem¨¢s del esfuerzo de los docentes, que junto al valor tal y como est¨¢n las cosas se nos supone, se necesitan recursos materiales, y, ?por qu¨¦ no?, capacidad de liderazgo de los pol¨ªticos de turno; que apuesten, calculadora en mano, por la ense?anza. Y si no hay presupuesto y convencimiento de que la inversi¨®n en educaci¨®n es rentable para la sociedad a largo plazo, cerremos los centros p¨²blicos y que los concertados matriculen a todos los alumnos, pero a todos.

?Camina la LOE en la l¨ªnea de mejorar la ense?anza p¨²blica? Se da la paradoja de que mientras los centros privados nombrar¨¢n a quien consideren oportuno como director, en los centros p¨²blicos, seg¨²n el anteproyecto de LOE, al menos un tercio de las comisiones de selecci¨®n estar¨¢n formadas por miembros no docentes. Al parecer, s¨®lo se debe "democratizar" la educaci¨®n p¨²blica, mientras la privada funciona con criterios profesionales y de mercado para atraer clientes. ?As¨ª se mejora la ense?anza p¨²blica.