Cient¨ªficos extracomunitarios
Mucho se discute sobre la magnitud del esfuerzo necesario para remontar el atraso cient¨ªfico y tecnol¨®gico que limita nuestras perspectivas de desarrollo. Pero existe un aspecto no menor que parece haberse pasado por alto.
Antes de explicarme, propongo hacer el ejercicio de recorrer las listas de premios Nobel relacionados con la investigaci¨®n. All¨ª se encontrar¨¢n cient¨ªficos provenientes de buena parte de las naciones del mundo, pero que en modo casi indefectible realizan su trabajo en alguno de los pa¨ªses m¨¢s desarrollados. Tambi¨¦n podemos ojear los staff de las universidades estadounidenses, alemanas, francesas o inglesas, por ejemplo, para apreciar su inter¨¦s en captar estos recursos humanos altamente cualificados.
En Espa?a existen diversos programas para la incorporaci¨®n de cient¨ªficos por medio de contratos o becas, y para promover la colaboraci¨®n y el intercambio entre centros distantes. Los concursos respectivos suelen ser internacionales. Cierta parte de ellos son ganados por extracomunitarios. No pocos de ¨¦stos eligen nuestro pa¨ªs por motivos de afinidad cultural, desechando a veces otros destinos que podr¨ªan redituarles mejor econ¨®mica y profesionalmente.
Imaginemos ahora a un cient¨ªfico extracomunitario, que en su curr¨ªculum ostenta el paso por prestigiosos centros de investigaci¨®n de Estados Unidos, Francia y Alemania, a quien el Ministerio de Ciencia y T¨¦cnica contrata para desarrollar su labor cient¨ªfica en nuestro pa¨ªs por un periodo de cinco a?os tras haber sido seleccionado en concurso internacional. Imaginemos que es capaz de sobrellevar el absurdo, la humillaci¨®n y la p¨¦rdida de tiempo que la burocracia espa?ola a?ade al necesario tr¨¢mite para la obtenci¨®n de su visa. Imagin¨¦moslo ahora recibiendo de boca del funcionario consular espa?ol la ratificaci¨®n de que deber¨¢ residir en Espa?a sin su familia durante un a?o, antes de acogerse a la "Ley de reagrupamiento familiar" (eufemismo para referirse a una disposici¨®n que en verdad produce el efecto contrario, es decir, impone a la familia una separaci¨®n violatoria de los derechos humanos).
Quiz¨¢s todo se resolver¨ªa si el Ministerio de Ciencia y T¨¦cnica, responsable de la oferta laboral, y el Ministerio de Asuntos Exteriores, responsable del visado, tomaran nota de su mutua existencia y acordaran la elaboraci¨®n de una normativa adecuada.
Caso contrario, el efecto conseguido ser¨¢ el de seguir excluyendo a una cantidad importante de valiosos investigadores, lo cual, adem¨¢s de constituir una clara estafa, ya que les estaremos ofreciendo por una ventanilla lo que de hecho les ser¨¢ negado en la siguiente, constituir¨¢ un serio perjuicio para nuestro pa¨ªs, que necesita el aporte de estas personas, y mucho.
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