El Gobierno descarta convocar un concurso para adjudicar otra loter¨ªa auton¨®mica

El Gobierno vasco ha renunciado de momento a convocar ning¨²n concurso para adjudicar una loter¨ªa instant¨¢nea similar a las dos que se pusieron en marcha en la d¨¦cada de los a?os 90 y que fracasaron. Euskadi tiene competencia para organizar juegos de este tipo, pero el Ejecutivo se muestra esc¨¦ptico sobre su ¨¦xito. "No vamos a sacar un concurso para que se quede vac¨ªo", puntualiza Alberto Sanz, director de Juego y Espect¨¢culos del Gobierno. Despu¨¦s de ambos fracasos, "la situaci¨®n no es la m¨¢s adecuada como para promover una loter¨ªa r¨¢pida", precisa.

Sin embargo, bajo ese pesimismo Sanz deja ver algunas claves que en el futuro pueden ayudar a que el juego triunfe. "Lo m¨¢s razonable ahora es esperar para ver si hay iniciativa privada interesada en el tema. La racionalizaci¨®n fiscal, la normalizaci¨®n pol¨ªtica y del ¨¢rea de juego pueden posibilitar, si hay un inter¨¦s, volver a sacar el concurso, pero por ahora no hay nada". Sanz recuerda que la tributaci¨®n fiscal que exist¨ªa en la etapa de las otras dos loter¨ªas instant¨¢neas que funcionaron en Euskadi -Raspe y gane e Ikusi makusi (Veo, veo)- era muy elevada. Este a?o las haciendas forales han aprobado una tributaci¨®n menos gravosa para este tipo de juegos. "En el caso de que saliera una nueva loter¨ªa disfrutar¨ªa de unos impuestos m¨¢s adecuados", explica el director de Juego.

La instant¨¢nea es el tipo de loter¨ªa m¨¢s extendido del mundo. Consiste en una rifa donde se ha realizado un sorteo previo y se han adjudicado los premios a una serie de papeletas, confeccionadas de forma que sea imposible ver los n¨²meros o el texto escritos debajo. "No conozco ning¨²n caso en el mundo", se?ala Sanz, "en que haya fracasado dos veces de forma casi consecutiva, como ha ocurrido en Euskadi. Creo que la comunidad aut¨®noma soporta un juego as¨ª muy bien. Ahora hay m¨¢s posibilidades una vez desaparecido el lastre fiscal".

El Ejecutivo tambi¨¦n se encuentra abierto a que la iniciativa privada le proponga otro tipo de loter¨ªa que se ajuste a las caracter¨ªsticas sociales de la comunidad. Las premisas son que los premios se otorguen r¨¢pido, en uno o dos d¨ªas como m¨¢ximo, y que no sean de cuant¨ªas millonarias muy elevadas, dado el nivel de poblaci¨®n de Euskadi, poco m¨¢s de dos millones de habitantes.

Antes de que el Tribunal Constitucional declarase en 1994 compatibles las apuestas o loter¨ªas estatales con las promovidas en las autonom¨ªas, Euskadi ya puso en marcha a finales de los a?os 80 la loter¨ªa r¨¢pida Raspe y gane.

"Trabas y zancadillas"

A pesar de su importante ¨¦xito inicial, esta rifa choc¨® con el Estado, que no ve¨ªa con buenos ojos que una comunidad crease su propia loter¨ªa. "Era el primer juego auton¨®mico y el Estado le puso todas las pegas del mundo", recuerda Sanz. Por ejemplo, los boletos llegaban de fuera de Euskadi (se fabricaban en Canad¨¢ y en Estados Unidos) y algunas partidas eran bloqueadas en las aduanas. Por otro lado, su tributaci¨®n era muy alta. "Con tantas trabas y zancadillas, el producto se agot¨®. Los locales se quedaban sin boletos y la gente fue perdiendo el inter¨¦s", apunta el director de Juego.

Despu¨¦s de esa experiencia, la llegada en 1994 de un nuevo equipo al Departamento de Interior, del que depende la Direcci¨®n de Juego, propici¨® una nueva adjudicaci¨®n de loter¨ªa instant¨¢nea por concurso. La din¨¢mica de la rifa era id¨¦ntica a la anterior. El mayor premio que se lleg¨® a ofrecer en esta segunda etapa fueron cinco millones de pesetas (30.050 euros).

Se convoc¨® el correspondiente concurso y se adjudic¨® en 1995 al proyecto Ikusi makusi, presentado por Elkarri, el movimiento social por el di¨¢logo. "S¨®lo concurrieron al concurso Elkarri y el Colectivo de Minusv¨¢lidos de Euskadi". La adjudicaci¨®n caus¨® cierto revuelo porque algunos sectores entendieron que se daba "financiaci¨®n gratuita a ETA. Ikusi makusi ten¨ªa un dise?o magn¨ªfico, pero nac¨ªa apu?alado", se queja ahora Sanz.

Tuvo un inicio prometedor, pero las cr¨ªticas siguieron. Fuentes de Elkarri aseguraron que se encontraron con problemas de tesorer¨ªa y carec¨ªan de liquidez suficiente como para renovar de manera permanente el producto y organizar campa?as de publicidad, a lo que hay que a?adir "una tributaci¨®n fiscal muy elevada". Ikusi makusi resisti¨® de forma ag¨®nica hasta que cay¨® definitivamente en el a?o 2001. En 1995, su primer a?o de funcionamiento, las ventas ascendieron a 299 millones de pesetas (1,8 millones de euros). En 1998, apenas alcanzaban los 216 millones de pesetas (1,3 millones de euros).