Madrile?os de 32 nacionalidades disputan el Mundialito Madrid Convive
La plaza Mayor se convierte esta semana en "la gran met¨¢fora de lo que es Madrid", en palabras del director general de Inmigraci¨®n del Ayuntamiento, Tom¨¢s Vera. All¨ª, en un campo de f¨²tbol prefabricado de 50 metros de largo y 30 de ancho, se disputa, desde el pasado lunes y hasta el domingo, el Mundialito Madrid Convive, un campeonato con m¨¢s de 400 jugadores de 32 nacionalidades que pretende ser "no una competici¨®n entre inmigrantes, sino una competici¨®n entre madrile?os".
Este campo de f¨²tbol multicultural, que hoy recibir¨¢ la visita del alcalde, Alberto Ruiz-Gallard¨®n, es parte del Plan por la Convivencia que la concejal de Empleo y Servicios al Ciudadano, Ana Botella, present¨® el pasado 18 de marzo, y que desarrolla el departamento dirigido por Vera.
"Representa lo que queremos que sea Madrid: un trabajo en equipo entre personas que al principio no se conocen, que nunca se hab¨ªan visto antes de entrar en el vestuario, que hablan lenguas distintas y tienen religiones diferentes, pero que son capaces de ponerse de acuerdo en una estrategia para conseguir un objetivo com¨²n. Y que juntas celebran el gol. Se ve Madrid ah¨ª dentro", afirmaba ayer el responsable municipal de Inmigraci¨®n, se?alando el campo y a los jugadores.
Equipos sin patria
En Madrid viven 481.000 extranjeros (el 15% de la poblaci¨®n). Y en este campeonato, abierto a madrile?os de 16 a?os en adelante, todo tiene una fuerte carga simb¨®lica: las camisetas de cada equipo llevan impresos los nombres de Marruecos, Ecuador, Senegal, Espa?a o Corea del Sur -as¨ª, hasta 32 nacionalidades-, pero ning¨²n jugador representa a su pa¨ªs de origen.
En el equipo de Espa?a, por ejemplo, puede haber marroqu¨ªes, peruanos, alemanes, nigerianos, palestinos o griegos, pero no espa?oles. Y as¨ª con todos. Tampoco est¨¢ permitido que haya m¨¢s de tres jugadores de la misma nacionalidad en un mismo equipo. Ayer, sobre el campo se entrenaba, antes del Marruecos-Alemania, Nicol¨¢s, ghan¨¦s de 16 a?os, que lleg¨® a Espa?a en patera hace tres meses y le dijo a su educador que quer¨ªa "jugar al f¨²tbol"; Frederic, parisino de 23 a?os que est¨¢ en Madrid haciendo unas pr¨¢cticas de inform¨¢tica, o V¨ªctor, espa?ol de 17 al que no le da "ninguna pena" no poder defender la camiseta de su pa¨ªs: "?Y por qu¨¦ me iba a dar pena? Tengo un mont¨®n de amigos que no han nacido aqu¨ª".
Los partidos son abiertos al p¨²blico, que en las primeras dos jornadas ha abarrotado las gradas dispuestas al efecto. Eso s¨ª, el Ayuntamiento ha separado en el campo a hombres y mujeres -¨¦stas se enfrentar¨¢n en dos ¨²nicos partidos continentales, Am¨¦rica-?frica y Europa-Asia, el pr¨®ximo s¨¢bado, y jugar¨¢n la final el domingo-: "Se apuntaron muchos m¨¢s chicos. Y, adem¨¢s, la experiencia nos dice que si los mezclamos ellas acaban recibiendo muchos golpes", justifica Tom¨¢s Vera.
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