La polic¨ªa francesa halla un taller de bombas de ETA junto a los Pirineos

La polic¨ªa francesa ha hallado en un piso de Saint-Gaudens, muy cerca del paso fronterizo de Vielha (Lleida), un apartamento que hab¨ªa sido usado por ETA para fabricar bombas. El piso fue ocupado por Joseba Segurola, quien hasta su detenci¨®n en marzo pasado, muy cerca de Saint-Gaudens, era el n¨²mero dos de Garikoitz Azpiazu, Txeroki, jefe de los comandos etarras. La polic¨ªa ha localizado agendas, detonadores y precursores de explosivos.

El hallazgo del piso se produjo tras una llamada de su due?o a la Polic¨ªa Judicial francesa, extra?ado porque hac¨ªa dos meses que no ve¨ªa al inquilino y no le hab¨ªa pagado las mensualidades de abril y mayo. Los agentes fueron a ver anteayer al propietario del apartamento, de dos dormitorios, pero dejaron el registro para ayer.

Un grupo de agentes de la Divisi¨®n Nacional Antiterrorista entr¨® en la ma?ana de ayer en el piso, que ten¨ªa adscrito un trastero. Los agentes encontraron abundante material en la casa, que estaba muy desordenada, seg¨²n fuentes de las pesquisas. La gran cantidad de cajas y la meticulosidad con que la polic¨ªa francesa quiere hacer el inventario llev¨® a suspender la elaboraci¨®n del albar¨¢n por la tarde para continuarlo hoy.

Hasta ahora, los agentes antiterroristas franceses han encontrado una considerable cantidad de sustancias para la fabricaci¨®n de explosivos, entre ellas polvo de aluminio, sustancia que tambi¨¦n fue localizada en grandes cantidades en un piso de ETA localizado el pasado 23 de mayo en Romans-sur-Is¨¨re. No es una coincidencia.

Los investigadores creen que tras la detenci¨®n de Segurola, que supuso que su taller de Saint-Gaudens quedara quemado, los tres terroristas detenidos en Romans-sur-Is¨¨re (Ram¨®n Sagarzazu, Bernard San Sebasti¨¢n y Oier Goitia) estaban rehaciendo parcialmente el aparato log¨ªstico etarra y montando otra f¨¢brica de explosivos.

La polic¨ªa tambi¨¦n ha localizado, como ocurri¨® en la operaci¨®n del 23 de mayo, temporizadores, detonadores, soldadores, cajas met¨¢licas, matr¨ªculas en blanco y material para falsificar estas placas, y munici¨®n. "Hay muchas cosas dentro y los franceses todav¨ªa tienen que verlo todo, hacer inventario y evaluar su importancia", seg¨²n fuentes de la lucha antiterrorista. Las fuentes consultadas aseguran que, adem¨¢s de estos ¨²tiles, en la vivienda han sido localizadas varias agendas telef¨®nicas, a las que los investigadores dan inicialmente gran importancia, y documentaci¨®n interna de ETA en euskera.

El hallazgo de esta vivienda era uno de los objetivos que la Comisar¨ªa General de Informaci¨®n le hab¨ªa pedido a sus colegas franceses tras la detenci¨®n de Joseba Segurola en Lannemezan (cerca de Saint-Gaudens) cuando se dispon¨ªa a estacionar su veh¨ªculo, un Citro?n Picasso de color gris. Esta detenci¨®n, junto a las de Romans-sur-Is¨¨re y el hallazgo de ayer confirman que ETA ha vuelto a situar su aparato log¨ªstico en la zona sur de Francia m¨¢s pegada a los Pirineos, y que los terroristas han desplazado sus zonas de paso hacia Espa?a a Catalu?a y Huesca.

Por otro lado, cinco presuntos etarras y diez supuestos miembros del Ej¨¦rcito Revolucionario Bret¨®n (ARB) son juzgados desde ayer en el Tribunal especial de lo Criminal de Par¨ªs, acusados de ser autores o c¨®mplices del robo en septiembre de 1999 de m¨¢s de ocho toneladas de dinamita en Pl¨¦vin (noroeste de Francia). Los presuntos etarras son el que fuera supuesto jefe de log¨ªstica de la banda Asier Oyarzabal Txapartegi, Baltza; Jon Bienzobas (acusado en espa?a de ser el autor material de varios asesinatos), Miren Argi, Francisco Segurola y Benito Ferm¨ªn Mart¨ªnez.

Los hechos se remontan al 28 de septiembre de 1999, en plena tregua etarra, cuando un comando rob¨® 8.750 toneladas de dinamita industrial, 5.754 detonadores y 10.500 metros de cord¨®n detonante en un dep¨®sito de la sociedad Titanite, en Pl¨¦vin. Aunque m¨¢s de la mitad de los explosivos fueron recuperados, la dinamita de Pl¨¦vin, marca Titadyne, fue utilizada en atentados que costaron la vida, entre enero de 2000 y julio de 2001, a 18 personas.