Ritos de paso
S¨®lo el auge reciente del documental, unido al prestigio anexo al nombre de su productora, El Deseo, de los hermanos Almod¨®var, explica el estreno de una pel¨ªcula como Caravana. Esta observaci¨®n, una obviedad, por otra parte, parece dejar en mal lugar a la propia pel¨ªcula, y nada m¨¢s lejos de las intenciones de este cronista: a pesar de una apariencia un tanto National Geographic, la pel¨ªcula, la primera de su director que llega a las pantallas grandes, es una convincente peripecia de iniciaci¨®n a la vida adulta narrada en dos espacios muy alejados entre s¨ª (en N¨ªger y en el africano desierto de Tener¨¦; en la asi¨¢tica cordillera del Himalaya, en el abrupto Nepal) que contiene no s¨®lo hermosos paisajes y andanzas erizadas de peligro, sino muy interesantes observaciones sobre la vida cotidiana de pueblos y seres que parecen del todo alejados de la globalizaci¨®n y de esa sensaci¨®n de angostamiento del planeta que se vive con intensidad indisimulada desde hace unos a?os.
CARAVANA
Direcci¨®n: Gerardo Olivares. Int¨¦rpretes: actores no profesionales. G¨¦nero: documental antropol¨®gico. Espa?a, 2004. Duraci¨®n: 86 minutos.
El cordob¨¦s Gerardo Olivares es un curtido documentalista, especializado en pel¨ªculas de corte etnogr¨¢fico y antropol¨®gico, que ha rodado productos en variados formatos para televisiones de Espa?a, Francia e Italia. Su oficio queda de manifiesto en el filme, sabiamente narrado, que alterna la vida en una aldea tuareg, donde vive uno de los protagonistas, Rabdoulah, con los preparativos de un viaje que el nepal¨ª Pemba debe iniciar hacia otro momento de su vida.
Las similitudes entre ambas situaciones son evidentes: ambos son apenas adolescentes y se aprestan a iniciar sendos periplos por dos de los espacios m¨¢s abruptos del mundo, que les van a cambiar la vida. Uno, el nigeriano, no parece muy contento con la idea de atravesar el Tener¨¦ impulsado por su padre, empe?ado en que no se pierda la tradici¨®n de los viajes en caravana de camellos. El otro, en cambio, sue?a con una nueva vida en Katmand¨², una existencia de estudio lejos de la desoladora aldea en la que ha nacido. Ritos de paso, el intercambio de mercanc¨ªas como forma de comercio y la incertidumbre frente al viaje van trenzando un discurso plagado de momentos de restallante belleza que esconde, al fin, una lecci¨®n de vida: como en el celeb¨¦rrimo poema de Constantin Cavafis, lo que importa es viajar hacia las ?tacas que sean, porque en el viaje est¨¢ la esencia misma de la vida.
Babelia
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