Los caminos del empleo
La econom¨ªa espa?ola mantiene los ritmos de crecimiento adecuados para aumentar el nivel de ocupaci¨®n y reducir la tasa de desempleo. En el mes de mayo de este a?o el paro registrado en las oficinas del Instituto Nacional de Empleo (Inem) descendi¨® en 88.552 personas y situ¨® el n¨²mero total de desempleados en 2.007.393 personas. La orla de las buenas noticias -adelantadas entusi¨¢sticamente por el presidente del Gobierno en el Congreso de UGT- se completa con un intenso crecimiento de las afiliaciones a la Seguridad Social -m¨¢s de 218.000 en un mes-, muestra evidente de que el sistema de protecci¨®n social se viene reforzando adecuadamente en este periodo de crecimiento que disfruta la econom¨ªa espa?ola, en abierto contraste con otras europeas.
La explosi¨®n del empleo tiene explicaciones evidentes. Existe un efecto estad¨ªstico que justifica parte del crecimiento total, aunque no el crecimiento relativo. El proceso de regularizaci¨®n de inmigrantes tiene tambi¨¦n una contribuci¨®n significativa, con m¨¢s de 88.000 nuevos afiliados a la Seguridad Social. En conjunto, m¨¢s de la mitad de las altas son inmigrantes. Las cifras de este mes demuestran que son insostenibles las tesis que atribuyen a la llegada de trabajadores extranjeros males sin cuento en el mercado laboral, dram¨¢ticas tensiones y una fuente inagotable de gasto, en sanidad por ejemplo. La demagogia en estos casos, incluso cuando se utiliza para reclamar los gastos sanitarios de una comunidad aut¨®noma, suele producir efectos sociales perversos.
Debe entenderse tambi¨¦n como un factor que explica el crecimiento del empleo la baja productividad de la econom¨ªa. Las econom¨ªas con productividad m¨¢s elevada presentan una elasticidad menor entre crecimiento y empleo. Precisamente la espa?ola est¨¢ en un momento en el que debe acrecentar el capital tecnol¨®gico y de conocimiento para lograr valores a?adidos m¨¢s altos y un productividad m¨¢s elevada. Es fundamental decidir si queremos parecernos a econom¨ªas que generan mucho empleo de baja calidad -recu¨¦rdese la elevada tasa de temporalidad del mercado laboral- o a econom¨ªas con calidad de producto, competitivas y con las que no se puede competir s¨®lo por costes laborales.
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