Brito y Picatoste piden perd¨®n a las v¨ªctimas de sus delitos al acabar el juicio
Un acusado afirma que desea pasar el resto de su vida en prisi¨®n
El juicio contra Manuel Brito y Francisco Javier Picatoste acab¨® ayer en la Audiencia de Barcelona con traca, igual que como empez¨®. Si el primer d¨ªa de la vista los dos peligrosos delincuentes confesaron casi todos sus delitos, ayer volvieron a insistir en su culpabilidad y pidieron perd¨®n a las v¨ªctimas y a sus familiares.
El alegato se produjo antes de que el juicio quedara visto para la sentencia, cuando el tribunal concede al acusado la ¨²ltima palabra. El m¨¢s expl¨ªcito fue Picatoste, al punto de que afirm¨®: "como responsable que me siento de todo lo sucedido, deseo cumplir mi condena ¨ªntegramente y acabar mis d¨ªas en prisi¨®n".
Picatoste reconoci¨® momentos antes que "de poco sirve pedir perd¨®n" y que eso "les aliviar¨¢ poco el dolor a los afectados", pero a?adi¨® que "se sent¨ªa faltal" porque "hay un chaval que ya no puede estar aqu¨ª", en alusi¨®n al joven muerto a tiros en Collserola el 13 de noviembre de 2001, cuando estaba con su novia en un veh¨ªculo. Sobre ese crimen el acusado dijo que ten¨ªa la conciencia "un poco m¨¢s tranquila" tras el juicio, porque los expertos en bal¨ªstica declararon que todas las balas proced¨ªan de la pistola de Brito.
Este asegur¨® que "nunca" dispar¨® "con intenci¨®n de matar" y, al intentar justificarse, se enred¨®. "La prueba es que tres personas que se cruzaron en mi camino est¨¢n vivas. Nadie hubiera evitado su muerte si hubi¨¦ramos querido", afirm¨®.
En cuanto a la violaci¨®n de la chica que acompa?aba al joven acribillado, Brito insisti¨® en que no se produjo. "Y no porque, como dice la fiscal, es un delito que no es agradable en la c¨¢rcel", precis¨®, antes de aludir a una cifra err¨®nea, como que el 40% de los presos lo son por delitos sexuales.
Picatoste tampoco se olvid¨® de los dos mossos d'esquadra que hiri¨® gravemente al huir del hospital Arnau de Vilanova, "especialmente" del que qued¨® parapl¨¦jico. "En ning¨²n momento pens¨¦ que se pudiera quedar inv¨¢lido. La trayectoria de la bala no fue la esperada. Siento mucho por donde sali¨®", dijo.
El alegato de un acusado de asesinato sucede de vez en cuando y en ese intento de exculpaci¨®n se oye de todo. Uno de los m¨¢s curiosos sucedi¨® no hace mucho, cuando una persona que clav¨® m¨¢s de 20 pu?aladas a su v¨ªctima dijo sin pesta?ear: "una mala tarde la puede tener cualquiera; hasta Manolete".
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