El humor ¨¢cido de los Monty Python triunfa en Broadway con el musical 'Spamalot'
La obra cuenta con 14 candidaturas para los premios Tony de teatro, que se fallan ma?ana
Spamalot, el musical escrito por Eric Idle y basado en la pel¨ªcula Los caballeros de la mesa cuadrada, es el favorito de cr¨ªtica y p¨²blico ante los Tony, los Oscar del teatro, que se entregan ma?ana en Nueva York. Veintitr¨¦s a?os despu¨¦s de que los seis artistas (Terri Gilliam, Terry Jones, Michael Palin, John Cleese, Eric Idle y el fallecido Graham Chapman) que integraron Monty Python rompieran filas para iniciar sus carreras en solitario, Broadway ha sido testigo de la resurrecci¨®n de uno de sus ¨¦xitos. Entre sus 14 candidaturas est¨¢n las de mejor musical, libreto, actor, director y escenograf¨ªa.
Parodia inteligente, cr¨ªtica a las convenciones culturales, iron¨ªa continua y di¨¢logos enloquecidos fueron la marca de f¨¢brica que los comediantes Monty Python inyectaron en las televisiones brit¨¢nicas en los a?os setenta a trav¨¦s del programa Monty Python's flying circus. Pel¨ªculas como La vida de Brian o El sentido de la vida lanzaron internacionalmente su humor surrealista y an¨¢rquico.
El motor argumental que hay detr¨¢s de Spamalot, que se estren¨® el 17 de marzo, es su disparatada pel¨ªcula de 1975 Los caballeros de la mesa cuadrada, una versi¨®n muy particular de la odisea del rey Arturo en busca del Santo Grial. Dirigida por Mike Nichols (Closer), el libreto lo firma Eric Idle. A sus compa?eros de aventuras no les ha importado que Idle quisiera llevar a Broadway la pel¨ªcula, sobre todo tras leer un texto que Gilliam ha calificado de "desternillante".
Y sin implicarse en la obra (excepto John Cleese, que le pone voz a Dios), pero acudiendo al estreno en pandilla (su primera reuni¨®n desde hace siete a?os), le han dejado hacer. Su objetivo, seg¨²n ha declarado a la revista Vogue, era apelar no s¨®lo a los fans de Monty Python, sino a los amantes comunes del teatro que est¨¢n "saturados de tenores que cantan interminables melod¨ªas de esa manera espantosa". Criticar las superproducciones de Broadway y sus pomposos intentos de grandilocuencia era una de sus pretensiones, y a juzgar por las 14 candidaturas a los Tony conseguidas, Idle ha triunfado.
En Spamalot nada se parece a un musical al uso: la historia del rey Arturo (Tim Curry), sus fieles caballeros Lancelot (Hank Azaria) y Robin (David Hyde Pierce), y su desesperada b¨²squeda del Santo Grial no viaja a trav¨¦s de la l¨®gica de los tiempos teatrales cl¨¢sicos. La puesta en escena, con una est¨¦tica a lo Terri Gilliam, es una sucesi¨®n de disparatados sketches en los que se mezclan n¨²meros musicales del repertorio Python como Always look at the bright side of life (el tema central de La vida de Brian) con personajes aparentemente irreconciliables, como polic¨ªas del siglo XX arrestando a caballeros medievales. No hay final feliz porque nunca se llega a encontrar el Grial y el humor tiene un toque ¨¢cido inequ¨ªvocamente brit¨¢nico.
Entradas a dos millones
El p¨²blico ha recibido la obra con entusiasmo. Un d¨ªa despu¨¦s de su estreno se vendieron entradas por valor de dos millones de d¨®lares y hoy las reventas superan los 600 d¨®lares.
Aunque la mayor¨ªa de los cr¨ªticos acogieron la obra positivamente, alabando incondicionalmente el reparto, en sus palabras se notaba el desconcierto que la celebraci¨®n del humor absurdo de los Python les ha provocado. "Aunque es el mejor musical de la temporada, eso no es decir mucho. Es entretenido, simp¨¢tico y olvidable", asegur¨® Ben Bratley, el principal cr¨ªtico teatral de The New York Times. Seg¨²n la revista Variety, en cambio, "el irreverente y descarado desparpajo arturiano y su lun¨¢tico esp¨ªritu es imposible de ignorar y pr¨¢cticamente irresistible, pero lo mejor del espect¨¢culo son las escenas por separado, no el paquete en s¨ª". La mayor loa la hizo la revista The New Yorker, que tras aplaudir "la implacable parodia de la banalidad visual y verbal de Broadway", afirm¨®: "El esfuerzo c¨®mico no es f¨¢cil y no se puede recibir t¨ªmidamente. La vulgaridad, el ruido y el glorioso sinsentido son una poderosa y fiera declaraci¨®n de vida".
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