"Soy m¨¢s observador que otra cosa"
Frank Rijkaard (Amsterdam, 1962) suma noventa y nueve partidos en el banquillo del Barcelona, club al que ha hecho campe¨®n tras seis a?os sin nada que celebrar en el Camp Nou. En una entidad donde se asume que no resulta f¨¢cil el trabajo por la presi¨®n del entorno y las marejadas que han acontecido en el seno de la junta directiva, Rijkaard ha logrado el primer t¨ªtulo de su carrera como entrenador. Tambi¨¦n, por vez primera, ha salido elegido por sus colegas de profesi¨®n como el mejor t¨¦cnico de la temporada. Sus jugadores, a los que dedic¨® una reverencia en la fiesta de celebraci¨®n del t¨ªtulo, le reconocen su capacidad para manejarse en un vestuario repleto de figuras y en un club muy singular.
"Haci¨¦ndolo bien, podemos ganar cualquier t¨ªtulo, incluso la Copa de Europa. No tenemos que modificar nuestra manera de jugar en absoluto"
"Si Oleguer no hubiera jugado al nivel que lo ha hecho, por ejemplo, ?habr¨ªa marcado Eto'o tantos goles?, ?ser¨ªa Vald¨¦s el portero menos goleado?"
Pregunta. Ha sido elegido como mejor entrenador del campeonato por sus compa?eros de profesi¨®n ?Qu¨¦ le parece?
Respuesta. ?C¨®mo?, ?De verdad?, ?por qui¨¦n?
P. S¨ª, por sus colegas...
R. El Bar?a ha ganado el campeonato, claro. Debe ser por eso.
P. Puede que Ronaldinho tenga raz¨®n y este equipo lleve su cara...
R. ?Ronaldinho ha dicho eso? Ronaldinho s¨ª ha sido fundamental.
P. ?Menos que el a?o pasado?
R. No lo creo. Su participaci¨®n ha sido decisiva en muchos momentos del campeonato para bien del equipo.
P. Si usted es la cara, ?Puyol representa el esp¨ªritu?
R. Por c¨®mo contagia, por ser el capit¨¢n, por esa entrega permanente, por las ganas de trabajar que transmite a la grada. Pero creo que este equipo es una suma de esp¨ªritus, que todos son importantes.
P. ?D¨®nde est¨¢ su m¨¦rito?
R. Tal vez en haberles insistido en que s¨®lo ten¨ªamos que pensar en ganar el partido siguiente. Es cierto que hubo un momento en que se dio por hecho que ¨¦ramos campeones y tuvimos que esforzarnos un poco m¨¢s para que la mentalidad fuera la correcta, porque no lo ¨¦ramos todav¨ªa. S¨®lo en eso, seguramente, en alejarles de la ansiedad que les hubiera generado pensar en la exigencia de ganar un t¨ªtulo a final de temporada.
P. Los medios de comunicaci¨®n, especialmente los deportivos, dieron por conseguido el t¨ªtulo bastante antes del partido contra el Levante. En esos momentos, se le vio algo enfadado.
R. Enfadado no, pero tuvimos que trabajar un poco m¨¢s para alejar a los jugadores de esa idea. Soy consciente de que los medios de comunicaci¨®n deben hacer su trabajo como les parezca. No le doy importancia a eso. Es normal, pero tambi¨¦n lo es que trat¨¢ramos de que esa sensaci¨®n de triunfo no llegara al vestuario. Y, afortunadamente, no lleg¨®. La clave ha sido la actitud del grupo. Siempre les digo lo mismo a los jugadores: Lo importante es lo que transmitan ellos, la sensaci¨®n que genere su trabajo. Y han trabajado mucho. La afici¨®n, la directiva, el entorno han valorado su esfuerzo, la unidad que han demostrado. Hay una imagen que creo resume la filosof¨ªa de este equipo.
P. ?Cu¨¢l?
R. En la fiesta de celebraci¨®n, cuando le toc¨® salir al campo a Maxi L¨®pez. Ten¨ªa que caminar con muletas y sus compa?eros le fueron a buscar y le llevaron en brazos hasta el centro del campo. Esa es la clave: Han formado un equipo. En la unidad del grupo que han formado los jugadores esta la clave del ¨¦xito de esta temporada.
P. En esa fiesta se le vio ciertamente cohibido.
R. Soy m¨¢s observador que otra cosa, al ejercer mi profesi¨®n y tambi¨¦n fuera, en mi vida privada. Por eso durante la fiesta me fui al banquillo y me sent¨¦. Desde all¨ª disfrute viendo lo felices que eran los jugadores. Era su premio, esta Liga se la han ganado a pulso.
P. A la hora de la verdad, apenas ha podido usar a trece futbolistas. ?En que medida las lesiones le complicaron sus planes?
R. El problema que m¨¢s nos ocup¨® es la cuesti¨®n humana. Es duro ver caer uno tras otro a cuatro jugadores con lesiones de tanta gravedad: Motta, Edmilson, Gabri, Larsson. En lo restante, s¨®lo tuvimos que cambiar la gesti¨®n de los entrenamienmtos para no quemarlos, porque apenas pod¨ªamos hacer rotaciones.
P. Esa racha de lesiones, finalmente, ?fue casualidad o han encontrado las razones?
R. Yo no creo en la casualidad. Cuando empiezas a analizar ves que Gabri tuvo molestias en la pretemporada, que Motta se lesion¨® en Figueres y no par¨®, que Edmilson tambi¨¦n hab¨ªa tenido molestias... Creo m¨¢s en eso que en la casualidad.
P. Suele decirse que la Liga espa?ola es la m¨¢s exigente de las competiciones europeas. ?Cree que en Italia un equipo tan mermado como el Barcelona hubiera podido ganar el campeonato?
R. No me gusta comparar. No s¨¦ si es m¨¢s o menos f¨¢cil que Italia o Inglaterra. S¨®lo s¨¦ que en Espa?a hay muchos equipos de los llamados peque?os capaces de complicarle la vida a un grande si no mantiene un nivel competitivo alto. Eso ha sido una de nuestras virtudes; hemos conseguido ganar partidos que exig¨ªan una gran dosis de trabajo, pero tratando siempre de imponer nuestra idea de juego. Incluso cuando perdimos en Londres contra el Chelsea o con el Madrid. No estoy de acuerdo con el an¨¢lisis que se hizo tras esas derrotas.
P. ?Por qu¨¦ lo dice?
R. Nuestro error no estuvo en nuestra forma de entender el juego; perdimos porque el equipo no jug¨® corto, junto y fue demasiado largo, porque dejamos espacios y perdimos balones donde no podemos perderlos. Eso, en Londres y en Madrid, nos cost¨® el partido.
P. ?Acaso no fue m¨¢s fuerte el Real Madrid de la segunda vuelta que el de la primera?
R. Fallamos nosotros durante la primera media hora, porque lo hicimos mal. No fue un problema de estilo. T¨¢cticamente, jugamos igual en el Bernabeu que el d¨ªa del Milan. En ese partido tuvimos la pelota, la jugamos en su campo y ganamos. La diferencia es que no cometimos errores. Haci¨¦ndolo bien, jugando como lo hemos hecho, podemos ganar cualquier t¨ªtulo, incluso la Copa de Europa. No tenemos que modificar nuestra manera de jugar, en absoluto, pero si mejorar en algunas cosas. Este equipo transmite, conecta con la grada y adem¨¢s, da resultados. Eso debe valorarse.
P. ?La facilidad goleadora de Eto'o le ha sorprendido?
R. No. Tiene un don y lo sab¨ªamos. Es normal que rodeado de futbolistas como los que tiene ahora meta m¨¢s goles que en el Mallorca. Su talento ha sido fundamental para nosotros, pero yo creo m¨¢s en la teor¨ªa de que la pulsera se rompe siempre por el lado m¨¢s d¨¦bil y entonces, los diamantes no lucen.
R. ?Qu¨¦ quiere decir?
P. En una pulsera llena de diamantes, todo es importante. Si se rompe por el cierre, por muy bonita que sea no te la puedes poner. Hay jugadores que lucen menos que otros en un equipo, es evidente. Pero sin ellos, los de m¨¢s talento no pueden marcar las diferencias. Si Oleguer no hubiera jugado al nivel que lo ha hecho, por ejemplo, ?Eto'o hubiera marcado tantos goles, Vald¨¦s ser¨ªa el portero menos goleado?
P. ?Que tiene Deco que le hace tan determinante?
R. Que es un gran futbolista. Su mentalidad y su calidad han resuelto muchos partidos. Por encima de todo, lo que me gusta de ¨¦l es su determinaci¨®n: Dice vamos a sacar adelante este partido, y lo saca.
P. La pr¨®xima temporada, ?Qu¨¦ necesita el equipo?
R. Podemos mejorar muchas cosas. Jugar m¨¢s corto en cada partido sobre todo, quiero decir estar m¨¢s agrupados, juntar bien las l¨ªneas, reducir el campo. Y, especialmente, seguir pensando que no hay nada m¨¢s all¨¢ que el pr¨®ximo partido. Es f¨¢cil decir, vamos a por la Liga, a por la La Liga de Campeoness... En el f¨²tbol s¨®lo importa el pr¨®ximo partido. Y hay que ganarlo.
P. Durante el a?o se han sucedido problemas intestinos en el club que le han salpicado. ?Que ha aprendido?
R. Que puede resultar complicado trabajar en un club tan singular como el Bar?a.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.