Una victoria para Bush
La sentencia del Tribunal Supremo es una victoria personal del presidente de Estados Unidos, George W. Bush, que moviliz¨® al Departamento de Justicia para personarse en el recurso contra las decisiones contrarias en los tribunales inferiores.
El Tribunal de Apelaciones de California hab¨ªa establecido que el cultivo de marihuana para uso personal con fines terap¨¦uticos estaba exento de la persecuci¨®n establecida en las leyes antidroga.
El Gobierno de Estados Unidos recurri¨® esa decisi¨®n ante el Supremo y trat¨® de demostrar en la vista oral que la marihuana, sea cual sea su cantidad o su finalidad, es una droga cuya mera existencia es punible.
El Gobierno federal incluye la marihuana en su lista de sustancia prohibidas salvo para la investigaci¨®n, junto al LSD o la hero¨ªna. Seg¨²n los abogados del Departamento de Justicia, legalizar la marihuana para fines m¨¦dicos entorpecer¨ªa la lucha contra el tr¨¢fico de drogas y extender¨ªa el uso a m¨¢s de 100.000 pacientes s¨®lo en California.
Los abogados de las dos mujeres enfermas trataron de convencer a los jueces del Supremo de que esas cifras eran disparatadas porque el uso m¨¦dico es extremadamente controlado y reducido s¨®lo a casos de pacientes con enfermedades terminales o incurables, especialmente c¨¢ncer o sida.
El director del Nacional Drug Control Policy, John Walters, que marca la pol¨ªtica antidrogas del Gobierno, aplaudi¨® la sentencia del Tribunal Supremo y desmereci¨® los informes cient¨ªficos que destacan las propiedades analg¨¦sicas de la marihuana: "Nuestro sistema m¨¦dico debe estar basado en investigaci¨®n demostrada, no en creencias populares. Y hasta ahora no se ha demostrado que fumar marihuana sea seguro o efectivo", asegur¨® Walters.
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