Sat¨¦lites en la lucha contra el fuego
Los sensores espaciales ayudan a prevenir los incendios y a restaurar las ¨¢reas quemadas
En julio de 2004, mientras las llamas devoraban miles de hect¨¢reas de las sierras de R¨ªo Tinto (Huelva y Sevilla), los sat¨¦lites de la NASA Terra, Aqua y Landsat 5 apuntaban sus sensores hacia el incendio y tomaban im¨¢genes de la zona devastada. La informaci¨®n recogida desde el espacio resultar¨ªa luego esencial para determinar con exactitud la superficie quemada y evaluar los da?os ambientales. As¨ª se supo que ardieron 34.473,33 hect¨¢reas: un 57,8% de ellas de matorral arbolado, un 19,6% de bosque de frondosas, un 9,7% de bosque de con¨ªferas y un 4,1% de bosque mixto.
Esto es s¨®lo una muestra de c¨®mo, hoy en d¨ªa, los sat¨¦lites se han convertido en un aliado clave para luchar contra los incendios forestales. Como recalca Federico Gonz¨¢lez Alonso, jefe del Laboratorio de Teledetecci¨®n del Centro de Investigaci¨®n Forestal del Instituto Nacional de Investigaci¨®n y Tecnolog¨ªa Agraria y Alimentaria (INIA), ¨²nicamente con ellos se puede analizar de forma precisa los da?os provocados por el fuego en la vegetaci¨®n, lo que resulta muy interesante para actuar frente a la cat¨¢strofe y mejorar los trabajos de restauraci¨®n de la zona afectada.
Cualquier anomal¨ªa t¨¦rmica en la Pen¨ªnsula es captada desde 700 kil¨®metros de altura
Existe una relaci¨®n directa entre los da?os del fuego en Espa?a y las especies forestales
Pero, adem¨¢s, los sat¨¦lites tambi¨¦n est¨¢n siendo utilizados para registrar la incidencia de los incendios o incluso para evitarlos, por medio de la elaboraci¨®n de mapas de riesgo. "Analizar toda la informaci¨®n recogida desde el espacio en su conjunto tiene un enorme inter¨¦s estrat¨¦gico, ya que permite tomar acciones concretas contra el fuego en puntos muy localizados", detalla Gonz¨¢lez Alonso, ingeniero de montes que trabaja desde Madrid con los datos de al menos una decena de sensores espaciales que orbitan alrededor de la Tierra.
Un a?o antes del fuego de R¨ªo Tinto, en agosto de 2003, las llamas se cebaron con las sierras de Valencia de Alc¨¢ntara (C¨¢ceres), y esta vez los sat¨¦lites empleados por el equipo de investigadores del laboratorio del INIA para estudiar los da?os no fueron estadounidenses, sino europeos: el Envisat, de la Agencia Europea del Espacio (ESA), y el Spot 5, del Centro Nacional de Estudios Espaciales (CNES) franc¨¦s.
Gonz¨¢lez Alonso detalla que en este caso no se contentaron s¨®lo con determinar la superficie quemada, 21.840,4 hect¨¢reas, sino que distinguieron dos niveles de afecci¨®n: las ¨¢reas bastante da?adas y las muy da?adas. Para ello se sirvieron del sensor Meris del Envisat, un radi¨®metro que permite captar im¨¢genes con una resoluci¨®n de 300 metros (cada p¨ªxel de la imagen representa un ¨¢rea de 300 metros de lado) en 15 bandas espectrales distintas. "El inter¨¦s de utilizar un sensor con este elevado n¨²mero de bandas es que se pueden discriminar mucho mejor los da?os", comenta el jefe del laboratorio, que explica c¨®mo el sensor eval¨²a el estado del ¨¢rea quemada desde el espacio: "Los incendios alteran la energ¨ªa reflejada por la vegetaci¨®n: si la vegetaci¨®n est¨¢ sana, tendr¨¢ una reflectancia alta en la banda del infrarrojo cercano y baja en la del rojo, pero si se ha quemado, ocurrir¨¢ justo lo contrario".
Los investigadores encontraron que en Valencia de Alc¨¢ntara el fuego hab¨ªa dejado 4.350 hect¨¢reas de bosque bastante da?adas y 19.050 muy da?adas. La suma de ambas cifras es superior a la superficie determinada en un principio como afectada, pero este desfase es normal si se tiene en cuenta que el primer c¨¢lculo fue realizado con el Spot 5, un sat¨¦lite que tiene una resoluci¨®n de 10 metros por p¨ªxel.
Con todo, estas mediciones resultaban muy interesantes para dar respuesta a un curioso interrogante: ?por qu¨¦ las zonas m¨¢s da?adas no eran continuas y aparec¨ªan manchas de vegetaci¨®n en mejor estado en su interior? Los investigadores compararon las im¨¢genes de sat¨¦lite con la cartograf¨ªa del Mapa Forestal Nacional y observaron que exist¨ªa una relaci¨®n directa entre los da?os del fuego y las especies forestales. En concreto, un detallado an¨¢lisis estad¨ªstico mostraba que los bosques dominados por encinas (Quercus ilex) hab¨ªan sido los m¨¢s resistentes al incendio, los de alcornoques (Quercus suber) hab¨ªan tenido un aguante medio y los de melojos (Quercus pyrenaica), pinos (Pinus pinaster) y casta?os (Castanea sativa) hab¨ªan sido los primeros en sucumbir a las llamas.
Otra de las aplicaciones de los sat¨¦lites relacionadas con el fuego en la que trabaja el laboratorio del INIA es el seguimiento de la incidencia de los incendios en la pen¨ªnsula Ib¨¦rica. Gonz¨¢lez Alonso abre una carpeta y empieza a sacar unos mapas de Espa?a acribillados por peque?os puntos rojos. "Son los mapas de hotspots (puntos calientes) registrados en distintos periodos del a?o", comenta. Aqu¨ª el t¨¦rmino hotspot no tiene nada que ver con la diversidad biol¨®gica como pasa en otros campos, sino que alude literalmente a puntos del pa¨ªs que se han calentado m¨¢s de lo normal en un momento determinado.
"No siempre son incendios forestales, tambi¨¦n puede tratarse de quema de rastrojos", se?ala el ingeniero forestal, "pero aun as¨ª son muy indicativos: si hay muchos hotspots, hay muchos incendios". En esta ocasi¨®n, los sat¨¦lites empleados vuelven a ser los gemelos Terra y Aqua de la NASA, que pasan una vez al d¨ªa por encima de la pen¨ªnsula Ib¨¦rica. Si se produce una anomal¨ªa t¨¦rmica en alguna parte del pa¨ªs, el sensor Modis que ambos llevan a bordo lo captar¨¢ a 700 kil¨®metros de distancia y el suceso aparecer¨¢ luego en forma de punto rojo en los mapas que sostiene Gonz¨¢lez Alonso. "El sat¨¦lite no miente", asegura el jefe del Laboratorio de Teledetecci¨®n, que incide en c¨®mo estos puntos suelen aparecer de forma recurrente en determinadas comunidades del pa¨ªs y en determinados periodos del a?o. "Esta informaci¨®n tiene un enorme valor estrat¨¦gico para actuar contra los incendios", se?ala.
En cualquier caso, la forma m¨¢s eficaz de luchar contra el fuego ser¨¢ siempre la prevenci¨®n, y en este terreno los sensores espaciales tambi¨¦n tienen mucho que aportar. Una de las v¨ªas m¨¢s directas es por medio de la elaboraci¨®n de mapas de riesgo precisos con las mediciones realizadas por los sat¨¦lites. Como destaca Gonz¨¢lez Alonso, en esta ocasi¨®n los investigadores del laboratorio del INIA calculan los niveles de sequedad por todo el pa¨ªs a trav¨¦s de un par¨¢metro que denominan ¨ªndice de vegetaci¨®n normalizado, y para ello procesan los datos enviados por los sensores Avhrr de los sat¨¦lites de la NASA de la serie NOAA.
Este ¨ªndice de vegetaci¨®n normalizado refleja la actividad clorof¨ªlica de las plantas, lo que a su vez permite conocer si est¨¢n sanas y verdes, o al contrario se encuentran estresadas por falta de agua. En el caso de vegetaci¨®n sana, los registros suelen oscilar entre 0,6 y 0,8.
Sin embargo, la medici¨®n utilizada por los investigadores es una comparativa de los valores concretos de cada mes con la media de los ¨²ltimos 10 a?os. As¨ª, por ejemplo, el ¨ªndice de vegetaci¨®n del pasado mes de abril para el conjunto del pa¨ªs era de un 88,36% con respecto a la media, o lo que es lo mismo, un 11,64% por debajo de los valores normales. "Este porcentaje hab¨ªa mejorado algo en comparaci¨®n con marzo, que era s¨®lo de 77,75%", explica el ingeniero de Montes, "aun as¨ª, la situaci¨®n no deja de ser muy delicada, en especial en el sur peninsular y el valle del Ebro, que son las zonas m¨¢s afectadas por la sequ¨ªa".
El an¨¢lisis de los da?os de los incendios por medio de los sat¨¦lites es m¨¢s preciso, m¨¢s sencillo y m¨¢s barato que con cualquier otro m¨¦todo, pues s¨®lo requiere adquirir las im¨¢genes captadas por los sensores espaciales. Sin embargo, en la mayor¨ªa de los fuegos que ocurren hoy en el pa¨ªs, en realidad esta evaluaci¨®n se realiza todav¨ªa desde un helic¨®ptero o con la mera apreciaci¨®n visual de los t¨¦cnicos forestales sobre el terreno.
Para Gonz¨¢lez Alonso, que lleva 25 a?os estudiando en el laboratorio del INIA las aplicaciones de la teledetecci¨®n en los campos forestal, agr¨ªcola y ambiental, esta situaci¨®n podr¨ªa cambiar sensiblemente si mejorase el acceso a las im¨¢genes de sat¨¦lite en Internet, en especial a las europeas. "T¨¦cnicamente, con los sat¨¦lites todo es posible desde el punto de vista metodol¨®gico", asegura, "pero cada laboratorio no puede tener una antena para recibir la informaci¨®n". Seg¨²n este especialista, todav¨ªa se podr¨ªa hacer mucho m¨¢s en la lucha contra los incendios si estas im¨¢genes estuvieran disponibles en Internet de forma mucho m¨¢s r¨¢pida y en formatos m¨¢s adecuados.
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