Crece la ola hispana

La revisi¨®n del censo estadounidense confirma que los hispanos son la minor¨ªa que m¨¢s deprisa crece en Estados Unidos. Los ¨²ltimos datos indican que su n¨²mero ha sobrepasado los 41 millones de personas, y lo m¨¢s relevante es que el mayor crecimiento procede por primera vez de los nacidos en el pa¨ªs, no de la inmigraci¨®n. La mitad del aumento demogr¨¢fico de EE UU en los ¨²ltimos cuatro a?os corresponde a los latinos, que desde el a?o 2000 han crecido tres veces m¨¢s deprisa que el resto de la poblaci¨®n.

EE UU tiene ya 296 millones de habitantes, seg¨²n la actualizaci¨®n del censo, que se elabora cada diez a?os, y el 14,1% de la poblaci¨®n es ya de origen hispano, 41,3 millones de personas. Desde el 1 de abril del 2000 hasta el 1 de julio de 2004, la poblaci¨®n hispana creci¨® en seis millones, tanto como el resto de los grupos que forman la sociedad norteamericana. Los negros, hasta 2000 la primera minor¨ªa del pa¨ªs, han crecido desde entonces una tercera parte menos que los hispanos, y su n¨²mero total es de 39,2 millones. En cambio, la velocidad de crecimiento de la minor¨ªa asi¨¢tica pisa los talones a la latina: un 16,4% de aumento, hasta un total de 14 millones de personas. La cuarta minor¨ªa, los indios nativos americanos, creci¨® un 6%, hasta los 2,8 millones. En los 12 meses comprendidos entre julio de 2003 y julio de 2004, los hispanos crecieron un 3,6%, y la media nacional lo hizo en un 1%.

Por primera vez, el crecimiento se debe a los nacidos en el pa¨ªs y no a la inmigraci¨®n

La gran novedad por lo que se refiera a los hispanos es que del incremento del 17% entre 2000 y 2004, el porcentaje de la natalidad est¨¢ diez puntos por encima del que procede de la inmigraci¨®n (55%-45%). En n¨²meros globales, dos tercios de los latinos han nacido en EE UU. La media de edad de la poblaci¨®n hispana, 26,9 a?os, significa que hay muchas mujeres en edad f¨¦rtil y que el boom va a continuar; la media de edad de la poblaci¨®n anglonorteamericana, por ejemplo, es de 40 a?os. No hay ning¨²n grupo ¨¦tnico en EE UU que tenga un mayor n¨²mero de ni?os por debajo de cinco a?os. Y es latino el 20% de los menores de 18 a?os.

La explosi¨®n se afianza en los lugares tradicionales de asentamiento hispano, como California, Arizona, Tejas, Florida o Nueva York, pero llega mucho m¨¢s all¨¢, hasta Illinois, Nueva Jersey, Massachussets o Nebraska. The Washington Post indica que la capital del pa¨ªs es una de las zonas de crecimiento espectacular y que, seg¨²n The Brokings Institution, el Distrito de Columbia tiene un porcentaje de hispanos econ¨®micamente pr¨®speros superior a la del resto del pa¨ªs.

Los datos revisados del censo confirman la realidad del poder demogr¨¢fico latino. Al mismo tiempo, subrayan el desequilibrio entre esa presencia y su repercusi¨®n pol¨ªtica: s¨®lo el 47% de los latinos votaron en las elecciones presidenciales del pasado a?o, en comparaci¨®n con el 60% de los negros y el 67% de los anglos, aunque su voto fue muy buscado, porque cada vez se reparte m¨¢s entre los dos partidos -Bush logr¨® un 40% en 2004- y en la situaci¨®n de equilibrio que existe, unos miles de sufragios inclinan la balanza en un sentido o en otro.

Hay m¨¢s datos que recuerdan que la poblaci¨®n hispana, a pesar de su capacidad de integraci¨®n y del salto adelante en capacidad adquisitiva y prosperidad, ocupa la parte baja de la sociedad estadounidense. El desequilibrio con respecto a otros grupos es notable: la media de ingresos de los hispanos ha ca¨ªdo en los dos ¨²ltimos a?os, un 2,2% en 2003 y un 2,6% en 2004. Los hispanos, "especialmente los inmigrantes reci¨¦n llegados, consiguieron un mill¨®n de empleos, de los 2,5 millones creados en 2004. Pero es el ¨²nico sector del mercado laboral en el que los salarios han descendido dos a?os seguidos. "El aumento de la entrada de trabajadores sin papeles

[alrededor de 11 millones de personas] hace que unos y otros compitan, para su propio perjuicio, en el mercado laboral, en las mismas zonas y en sectores similares", seg¨²n el estudio hecho por Rakesh Kochhar para el Pew Hispanic Center, que a?ade: "La gran mayor¨ªa de puestos de trabajo para hispanos pertenecen a sectores relativamente poco cualificados, que requieren no mucho m¨¢s que una educaci¨®n b¨¢sica".

Es un c¨ªrculo vicioso, porque precisamente en educaci¨®n -un apartado b¨¢sico, en vista de la joven poblaci¨®n latina- el desequilibrio es tambi¨¦n evidente, y los datos, preocupantes. El abandono de estudios de bachillerato alcanza n¨²meros r¨¦cord entre los hispanos. Seg¨²n el estudio de George Borjas y Lawrence Katz sobre la evoluci¨®n de los trabajadores mexicanos en EE UU (la mayor proporci¨®n de latinos en EE UU), los hijos de inmigrantes mexicanos avanzan menos que la media en sus estudios. La situaci¨®n de estos trabajadores, dada la cifra de indocumentados, es complicada. El retraso en la reforma de las leyes de inmigraci¨®n, paralizada desde el 11-S, todav¨ªa lo dificulta m¨¢s. La inmigraci¨®n, un fen¨®meno asociado con el origen de EE UU como pa¨ªs y que defini¨® su perfil durante la primera parte del siglo XX, est¨¢ por el momento encuadrada dentro del Departamento de Seguridad Interior. Las perspectivas de una reforma real no parecen pr¨®ximas, a pesar de las declaraciones del presidente George W. Bush y de la reciente iniciativa parlamentaria bipartidista de John McCain y Edward Kennedy.