Una rara tierra de cristianos
El historiador de las pateras a¨²n est¨¢ por comparecer, pero tendr¨¢ que tener en cuenta que el Mediterr¨¢neo siempre ha estado ah¨ª para atravesarlo. Nieves Paradela, profesora de Estudios ?rabes de la Universidad Aut¨®noma de Madrid, da cuenta de los "curiosos impertinentes" musulmanes que en ¨¦poca moderna se asomaron por un pa¨ªs, Espa?a, que nunca fue para ellos un pa¨ªs cualquiera, puesto que hab¨ªan nacido con su recuerdo en el alma. De la rihla (t¨¦rmino que designa tanto el viaje como la narraci¨®n del viaje) medieval hasta la invasi¨®n franquista desde Marruecos con su tropa de "moros amigos", Paradela indaga y pormenoriza una serie de experiencias que a cada paso se confrontan con el Al Andalus idealizado y con su realidad posmusulmana, y crean as¨ª un g¨¦nero tenso de emoci¨®n e ilimitado de enfoques. Aunque el tema se circunscriba a Espa?a, constituye una peque?a demostraci¨®n de lo insidioso de enfoques de hoy como el de Bernard Lewis, que sostiene que, tras las Cruzadas y hasta el siglo XIX, los ¨¢rabes despreciaron interesarse por las victoriosas pero inferiores sociedades cristianas; el correlato es que Lewis y otros son responsables de sugerir a la Casa Blanca que ese inter¨¦s se suscite, por ejemplo, a fuerza de bombardear Irak.
EL OTRO LABERINTO ESPA?OL. Viajeros ¨¢rabes a Espa?a entre
Nieves Paradela
Siglo XXI. Madrid, 2005
265 p¨¢ginas. 16 euros
Los viajeros protagonistas de este libro no persiguen la cr¨®nica objetiva, aunque en cada frase ejerciten la observaci¨®n y dibujen im¨¢genes n¨ªtidas. Enviados diplom¨¢ticos o metomentodos (si ambas acepciones pueden divorciarse), en su relato pueden atenerse a ese aut¨¦ntico g¨¦nero can¨®nico dentro de las letras ¨¢rabes por el hecho de que Espa?a es una Europa muy rara, marginal en ese mundo definitivamente ajeno a la civilizaci¨®n isl¨¢mica: es decir, Espa?a pertenece objetivamente a las bilad al nasara (tierras de los nazarenos o cristianos), pero un musulm¨¢n sabe de forma innata que no cabe incluirla en el mismo saco que las tierras de los francos.
Por eso los viajeros que con
cita Paradela est¨¢n, al narrar Espa?a, en todo momento dentro y fuera de s¨ª mismos, de su mundo musulm¨¢n, del extra?o y a la par familiar pa¨ªs que recorren. La reflexi¨®n a que insta este libro no se ci?e s¨®lo a lo historiogr¨¢fico o documental, sino que abarca la fundamentada duda de si lo andalus¨ª separa o une: cuesti¨®n que, lejos de ser acad¨¦mica, adquiere hoy especial relevancia, a la luz de tragedias como la herencia irresponsable que ha dejado la era Aznar y la participaci¨®n en Irak: de "pa¨ªs hermano" hemos pasado, para sectores ¨¢rabes no precisamente flexibles ideol¨®gicamente, a ser "pa¨ªs que conoci¨® y expuls¨® al islam".
Paradela estructura su obra
de acuerdo con la cronolog¨ªa, ¨²nica forma de ordenar semejante material magm¨¢tico. Tras aclarar las coordenadas de la rihla, nos pone en manos de embajadores marroqu¨ªes u otomanos del XVII; luego analiza testimonios de viajeros ¨¢rabes decimon¨®nicos, muy curiosa la luz que arroja Al Wardani sobre la decadencia espa?ola; las narraciones del siglo XX se?ala con tino Paradela que, pese a la diversificaci¨®n profesional y nacional de los viajeros, poseen similitudes ideol¨®gicas y tem¨¢ticas, lo que permite establecer ese g¨¦nero ¨¢rabe como un continuum. A cada protagonista se le acompa?a en el libro con sus propios textos, acotados tem¨¢ticamente: una oportunidad deliciosa para el lector de comparar prejuicios, intuiciones, constataciones y alardes estil¨ªsticos. La obra se completa con poderosas bibliograf¨ªas de textos originales y de comentarios de arabistas.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.