"Apenas queda nadie en las fuentes musicales"
Ry Cooder reconstruye la ruptura de una comunidad mexicana de su ciudad natal, Los ?ngeles, y la demolici¨®n con falsas promesas de sus barriadas en su nuevo disco Chavez Ravine. En su primer trabajo tras a?os fruct¨ªferos en Cuba con el proyecto Buenavista Social Club, el guitarrista recrea musicalmente el estilo de vida de estos desterrados chicanos y el ambiente esquizofr¨¦nico de la era McCarthy. El disco recoge las ¨²ltimas grabaciones de Lalo Guerrero y Don Tosti, fallecidos meses antes de su lanzamiento, previsto para ma?ana.
Ry Cooder vuelve a casa con la historia de un desahucio. Chavez Ravine es el t¨ªtulo del disco y tambi¨¦n del barrio del este de Los ?ngeles que sus residentes abandonaron en 1959, algunos ante el envite de las excavadoras, en aras del progreso y de falsas promesas de remodelaci¨®n. La comunidad, eminentemente chicana, se dispers¨®, y sobre las calles sin asfaltar donde los vecinos improvisaban bailes y vest¨ªan a la Virgen de Guadalupe se alza hoy el estadio de b¨¦isbol de los Dodgers. Chavez Ravine funciona como una pel¨ªcula sin im¨¢genes, con personajes reales y ficticios que cantan en castellano y en ingl¨¦s. Es un trabajo narrativo con bellos pasajes musicales y chispas de humor a trav¨¦s de canciones populares latinas, lamentos y denuncias con sabor a jazz y blues.
"Es un disco pol¨ªtico porque la vida lo es, pero lo central para m¨ª es la m¨²sica"
"Crear, componer y tocar con otros grupos es lo que m¨¢s me llena"
"Siento Chavez Ravine como un sitio m¨ªtico que se puede visitar mentalmente en estas canciones. Es una fantas¨ªa que he creado a partir de la realidad y de la imaginaci¨®n. Contiene voces e historias genuinas. Y tambi¨¦n m¨²sica que no es del barrio, como los temas Don't call me red o In my town, que yo sent¨ª apropiada a la era", dice en Londres en una larga entrevista.
Cooder, de 58 a?os, canta estos y otros temas, transport¨¢ndose al Los ?ngeles de su juventud. "Recuerdo los a?os cincuenta, cuando todos viv¨ªamos aterrados por la usurpaci¨®n de la derecha del Gobierno estadounidense y las investigaciones del FBI. Daba igual ser americano mexicano, blanco o negro, profesional u obrero. Todos est¨¢bamos bajo sospecha. El miedo es el truco m¨¢s viejo de planeta y todav¨ªa funciona. Medio siglo despu¨¦s tenemos encima la ¨²ltima expresi¨®n del miedo como arma".
"Es un disco pol¨ªtico porque la vida lo es, pero lo central para m¨ª es la m¨²sica. Crear, componer y tocar con otros m¨²sicos es lo que m¨¢s me llena. Fue una experiencia colectiva maravillosa. Siempre lo es", resalta. Con Lalo Guerrero, considerado el padre de la canci¨®n chicana; Don Tosti, el rey musical del pachuco, y otros cantantes como Willie G. o Ersi Arvizu, el curtido guitarrista actualiza los ritmos latinos hasta dar la impresi¨®n de que el desahucio est¨¢ ocurriendo hoy mismo. Los artistas latinos dan voz a los desterrados de Chavez Ravine, a sus recuerdos, costumbres, enga?os sufridos y planes frustrados. "Representan a la comunidad del barrio y suenan as¨ª porque son genuinos", explica Cooder.
La complejidad del proyecto, financiado en unos 350.000 d¨®lares por el propio Cooder, demor¨® la conclusi¨®n del disco por tres a?os. Y el destino se entrometi¨® en el camino. Lalo Guerrero y Don Tosti murieron sin escuchar la versi¨®n definitiva de esta historia musical de su gente y de la ciudad de Los ?ngeles. "Es muy triste. Cuando perdemos personas tan especiales, se acaba un peque?o cap¨ªtulo y debemos cerrar el libro. Lalo y Don eran ¨²nicos en su estilo. Ya no podemos retornar all¨ª salvo en los recuerdos. Fui muy afortunado de haber tenido la oportunidad de conocerles, trabajar con ellos y crear algo musicalmente".
"He visto irse a tanta gente tan esencial en sus respectivos estilos que me voy acostumbrando. Apenas queda nadie entre los originales, en las fuentes musicales. Ellos guardan los secretos y yo, como guitarrista, quiero aprender c¨®mo crean su sonido, qu¨¦ hacen para que suene as¨ª. Y, claro, lo que aprendo una y otra vez es que la clave est¨¢ en ellos mismos, que su vida y su realidad son la base de su arte. Son los mayores, se lo toman muy en serio y su m¨²sica es genuina porque ellos tambi¨¦n lo son".
Interpretar en directo Chavez Ravine ser¨¢ complicado. Faltan sus dos pilares latinos y Ry Cooder se siente cohibido de subir con su guitarra al escenario y repetir la maestr¨ªa vocal que alcanza en el disco. En Londres descarta la gira, pero, d¨ªas despu¨¦s, en una llamada desde Los ?ngeles, suena m¨¢s animado. "Es un disco muy dif¨ªcil de replicar. Lalo s¨ª hubiera sido capaz de hacerlo en directo, pero yo no. En el estudio, frente al micr¨®fono, eres una voz en la oscuridad, pero el escenario es muy distinto. Adem¨¢s, la mitad de las canciones est¨¢n ensambladas como un collage y ahora mismo no s¨¦ c¨®mo se podr¨ªan reproducir en vivo. Tengo que pensarlo. Si crece el inter¨¦s y salimos de gira, lo cierto es que habr¨¢ que simplificar la m¨²sica".
Babelia
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