Integraci¨®n en las aulas

Las escuelas y los institutos del Baix Llobregat y de L'Hospitalet han tenido que hacer frente en poco tiempo a la llegada masiva de alumnos originarios de pa¨ªses extracomunitarios. La poblaci¨®n inmigrante viene creciendo en la zona desde el a?o 2000 a un ritmo del 100% cada dos a?os, hasta el punto de haber alcanzado en 2004 la cifra de 86.609, seg¨²n los ¨²ltimos datos del padr¨®n municipal.

El Instituto de Ense?anza Secundaria (IES) Rubi¨® i Ors de Sant Boi clausur¨® la pasada semana un innovador programa sobre integraci¨®n realizado durante cinco meses en el aula de acogida del centro. El Departamento de Educaci¨®n ha creado desde septiembre 649 aulas de acogida, 50 de ellas en el Baix Llobregat. En la del IES Rubi¨® i Ors han participado 14 j¨®venes de entre 12 y 16 a?os que han llegado recientemente al municipio de Ecuador, Chile, la Rep¨²blica Dominicana, China y el Magreb.

La escuela comparte la experiencia de la escritora marroqu¨ª Laila Karrouch

Tomando como referencia la autobiograf¨ªa de la escritora marroqu¨ª Laila Karrouch, que se instal¨® en Catalu?a cuando era una adolescente y relata su experiencia en el libro Nador a Vic, los alumnos han reflexionado durante varios meses con trabajos pr¨¢cticos sobre su propia realidad: los problemas de adaptaci¨®n a una nueva cultura y la a?oranza del lugar de origen.

La autora del libro asisti¨® al acto que hace pocos d¨ªas cerr¨® el proyecto sobre integraci¨®n ante unos alumnos que la escucharon muy atentamente. A su t¨¦rmino, la acribillaron a preguntas porque, seg¨²n la tutora del aula de acogida, Eugenia Palmera, hab¨ªan "vivido el libro con mucha intensidad".

Buena parte de ellos dijeron sentirse reflejados en el relato de Karrouch. Jos¨¦, de 12 a?os, hace s¨®lo dos meses que lleg¨® de Chile y a¨²n topa con muchas trabas, como la de no poder comunicarse de igual a igual con sus compa?eros.

"Todo es diferente, como el idioma", explic¨®. Entre las cosas que le sorprendieron al llegar al instituto, se?al¨®: "La gente aqu¨ª es mucho m¨¢s ordenada y las clases van un curso m¨¢s avanzado. En mi pa¨ªs me ense?aban a dividir y aqu¨ª ya est¨¢n haciendo geometr¨ªa". El joven reci¨¦n llegado asegur¨® que ayer recibi¨® un poco de ¨¢nimo con las palabras de la escritora. Todo ello sin dejar de "echar de menos" a sus amigos de Chile.

Adnane, un joven de 13 a?os de Marruecos que lleg¨® hace m¨¢s de un a?o, explic¨® en un catal¨¢n muy claro que al llegar a Sant Boi se encontr¨® con muchos problemas: "Al principio me costaba hablar, no sal¨ªa de casa porque no sab¨ªa ad¨®nde ir y tampoco entend¨ªa a nadie". No obstante, tras lograr su integraci¨®n ling¨¹¨ªstica, ayer aseguraba que ten¨ªa "m¨¢s de 10 amigos catalanes".

Lo mismo que Judith, ecuatoriana de 12 a?os, que afirmaba que le gusta utilizar el catal¨¢n para comunicarse. La tutora del aula de acogida corrobor¨® que hablar la lengua aut¨®ctona es imprescindible para asegurar la buena adaptaci¨®n de los j¨®venes, que al principio tan s¨®lo se relacionan con otros inmigrantes. Palmera explic¨® que "entre los alumnos que asisten al aula de acogida hay una gran uni¨®n" que obvia edades y nacionalidades, porque todos comparten la misma experiencia de tener que acomodarse en un entorno muy diferente.

La amistad "contin¨²a a la hora del patio y fuera del instituto", dijo la tutora, que a?adi¨® que al principio es dif¨ªcil "que se familiaricen con los alumnos aut¨®ctonos". En este sentido, reclam¨® tambi¨¦n la colaboraci¨®n del resto de los estudiantes. "En el instituto no s¨®lo trabajamos con los reci¨¦n llegados, sino tambi¨¦n con el resto, a los que insistimos en las tutor¨ªas y en reuniones en que deben aceptarlos y ayudarlos".

Algunos alumnos mimetizan el comportamiento excluyente de sus padres y pueden provocar conflictos que afectan a la convivencia en el centro.