Unas 1.600 mujeres se prostituyen en locales de alterne de las carreteras
Valencia, con 86, lidera el n¨²mero de prost¨ªbulos por delante de A Coru?a, Almer¨ªa y Alicante
El territorio valenciano registra uno de los mayores ¨ªndices de clubes de alterne de todo el Estado, con 168 locales, donde se prostituyen cerca de 1.600 mujeres, el 99% extranjeras. Seg¨²n un estudio de la Asociaci¨®n Independiente de la Guardia Civil (Asigc), Valencia, con 86 de estos establecimientos, lidera el listado de provincias con mayor n¨²mero de ellos, seguidade A Coru?a (68), Almer¨ªa (64) y Alicante (58). La ausencia de normas administrativas sobre la prostituci¨®n facilita este mercado humano. El apoyo policial por s¨ª solo resulta insuficiente para combatirlo.
14 adolescentes denunciaron en 2004 su explotaci¨®n sexual en estos locales
En el informe Tr¨¢fico de seres humanos con fines de explotaci¨®n sexual, realizado a partir de las inspecciones en clubes de carreteras en 2003 y 2004, la asociaci¨®n del instituto armado indica que se estima que ocho de cada diez mujeres que se prostituyen lo hace en estos establecimientos. Mediante entrevistas con las mujeres dedicadas a las relaciones sexuales pagadas, en 2004, al menos 1.590 eran v¨ªctimas de la explotaci¨®n sexual en la Comunidad Valenciana. El 99% del total es extranjera. Seg¨²n sus cifras, el n¨²mero de mujeres que se prostituyen se redujo el pasado a?o en 200 con respecto a 2003.
En cuanto a menores, el pasado a?o 14 adolescentes denunciaron ser v¨ªctimas de la explotaci¨®n sexual en los citados locales. De ellas, 11 eran extranjeras; y el resto, espa?olas. Castell¨®n fue la provincia con m¨¢s denuncias, 10 en total (nueve extranjeras); en Alicante, cuatro. Este sindicato remarca las extraordinarias dificultades a las que se enfrentan las mujeres extranjeras para denunciar su condici¨®n de v¨ªctimas de la explotaci¨®n sexual. Pese a los beneficios que acarrea a las v¨ªctimas denunciar a sus proxenetas, la Asigc lamenta que en la pr¨¢ctica es "costoso" en tanto que las mujeres deben aportar informaci¨®n esencial que contribuya a desmantelar la red. Adem¨¢s, la situaci¨®n de "necesidad econ¨®mica" que padece la gran mayor¨ªa de las v¨ªctimas inmigrantes, acuciadas por las cargas familiares en sus pa¨ªses de origen, las disuade de recurrir a los cuerpos de seguridad del Estado. "Esto hace que las v¨ªctimas consideren poco realista las alternativas que les oferta el Gobierno espa?ol", apunta el estudio del sindicato de la Guardia Civil. Con la reforma del C¨®digo Penal en 2003, la Justicia castiga a aquellos que empleen violencia, intimiden o enga?en a mujeres para ejercer la prostituci¨®n, aunque los autores cuenten con el consentimiento de las v¨ªctimas.
La asociaci¨®n considera que se ha producido un cambio: "Hace pocos a?os se enga?aba totalmente a las mujeres en los pa¨ªses de origen con el argumento de que vendr¨ªan a trabajar como camareras o asistentes de hogar. Una vez en Espa?a se encontraban encerradas en clubes obligadas a mantener relaciones sexuales en contra de su voluntad. Ahora muchas de las mujeres se captan e incluso se ofrecen ellas mismas a las organizaciones, sabiendo desde el primer momento que van a trabajar como prostitutas.
El informe del sindicato de la Guardia Civil se?ala que el tr¨¢fico de seres humanos con fines de explotaci¨®n sexual es un fen¨®meno cuya dimensi¨®n es dif¨ªcil de evaluar, debido a que sus caracter¨ªsticas hacen imposible acumular datos suficientes para describirlo con exactitud.
Del an¨¢lisis de los datos de que se dispone aprecia que es un fen¨®meno relevante debido sobre todo a la gran implantaci¨®n de establecimientos en los que es posible ejercer la prostituci¨®n, lo que facilita la llegada de v¨ªctimas extranjeras.
La ausencia de normas administrativas sobre la prostituci¨®n tambi¨¦n facilita este mercado humano, mientras que el estado de vulnerabilidad de las mujeres explotadas dificulta la formalizaci¨®n de denuncias, por lo que el apoyo policial por s¨ª solo resulta insuficiente para combatirlo. En el ¨¢mbito de lo penal, en Espa?a este fen¨®meno no est¨¢ contemplado como tal en el ordenamiento jur¨ªdico, pero las diferentes conductas que lo integran s¨ª que est¨¢n recogidas por separado.
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