Tiempo de revancha para Powell
El velocista jamaicano intentar¨¢ batir hoy en Atenas el r¨¦cord mundial de 100 metros
Las ¨²ltimas carreras del jamaicano Asafa Powell han sido tan apabullantes que hoy se enfrenta a la oportunidad de su vida. En Atenas no se medir¨¢ con sus rivales, sino con el muro del tiempo: el r¨¦cord mundial de los 100 metros, ahora en poder del estadounidense Tim Montgomery, autor de una marca -9,78 segundos- que ahora resulta tan sospechosa como los viejos registros de Ben Johnson en los a?os ochenta. Mientras Montgomery pasa la mayor parte de su tiempo en los juzgados estadounidenses, donde es uno de los muchos atletas acusados de dopaje en el esc¨¢ndalo Balco, el joven Powell se ha dedicado a amenazar el r¨¦cord mundial en las primeras carreras de la temporada. Su estado de forma es demasiado bueno como para que deje pasar una ocasi¨®n ¨²nica. Si no la aprovecha, probablemente no podr¨¢ convertirse en el velocista m¨¢s r¨¢pido de la historia.
Sin m¨¢s rival que Obikwelu, Powell s¨®lo deber¨¢ exprimir sus mejores habilidades
La pista ateniense ya fue escenario del gran r¨¦cord de Maurice Greene en 1999
Powell, 22 a?os, ha conseguido los dos mejores tiempos del a?o en una ¨¦poca en la que los atletas s¨®lo comienzan a afinarse. Inaugur¨® su temporada en Kingston (Jamaica), donde reside, con una marca de 9,85s. Eso significaba que hab¨ªa recuperado todo el poder¨ªo que le abandon¨® en la final ol¨ªmpica del pasado a?o, a la que lleg¨® como m¨¢ximo favorito despu¨¦s de pasearse por el circuito europeo de verano y de arrasar en las series de clasificaci¨®n. Pero en la final fue una sombra del atleta que se hab¨ªa impuesto con regularidad a las balas estadounidenses. Fue quinto, lejos de la gente que se jug¨® las medallas: los norteamericanos Justin Gatlin, Maurice Greene y Shawn Crawford, adem¨¢s del portugu¨¦s Francis Obikwelu.
En una prueba donde la arrogancia, la seguridad en uno mismo y el control de las emociones resultan decisivos, Powell ofreci¨® el perfil del velocista blando. Posiblemente era el m¨¢s r¨¢pido de todos, pero le hundi¨® su falta de agresividad. Si aquel desastre fue pasajero o responde a la naturaleza de su car¨¢cter se sabr¨¢ pronto. Llegan los Mundiales de Helsinki y el atleta jamaicano volver¨¢ a enfrentarse a sus viejos rivales. Pero antes podr¨¢ recrearse en competiciones donde la marca es m¨¢s importante que el puesto. Ah¨ª, Powell no ofrece dudas. Es un fen¨®meno.
La pasada semana dio una exhibici¨®n en Ostrava. En unas condiciones p¨¦simas para los velocistas, con fr¨ªo y lluvia, Powell corri¨® los 100 metros en 9,85s. Los t¨¦cnicos consideran que esa marca corresponde a 9,75 en condiciones aceptables, de manera que todo el mundo estar¨¢ atento hoy al sprinter jamaicano en la reuni¨®n de Atenas. Powell regresa en un estado perfecto al escenario de su pesadilla ol¨ªmpica. No tendr¨¢ enfrente a ninguno de los grandes jefes estadounidenses: ni a Gatlin, ni a Greene, ni a Crawford. Su amenaza ser¨¢ nuevamente Obikwelu, el portugu¨¦s de origen nigeriano adiestrado por Manuel Pascua Piquera en Madrid. Obikwelu, que est¨¢ en el comienzo de su preparaci¨®n, demostr¨® en los Juegos Ol¨ªmpicos que es capaz de derrotar a cualquier velocista. Dos brit¨¢nicos de cierto prestigio, Mark Lewis-Francis y Jason Gardener, disputar¨¢n la carrera, pero no la victoria. Powell es muy superior a ambos.
Las expectativas son enormes por dos razones: el jamaicano es un cicl¨®n y la pista de Atenas ya ha sido escenario de un gran r¨¦cord mundial de 100 metros. Lo consigui¨® Maurice Greene en 1999 con 9,79s.
La velocidad hab¨ªa regresado al viejo territorio de Ben Johnson. Por lo que se ha visto hasta el momento, Powell tiene todos los n¨²meros para rozar o batir al r¨¦cord del mundo. Sin m¨¢s rival serio que Obikwelu, sin presi¨®n competitiva, s¨®lo deber¨¢ exprimir sus mejores habilidades y no dejarse llevar por su lado comod¨®n. Hasta en sus mejores carreras da la sensaci¨®n de dejarse algo en el tanque. En sus ¨²ltimas victorias ha levantado el pie en los ¨²ltimos 10 metros ante la sorpresa general. Quiz¨¢ ha tenido el r¨¦cord del mundo a su alcance y lo ha dejado pasar. Hoy puede ser diferente: Powell se encuentra ante la revancha de su derrota en la misma pista donde atacar¨¢ el r¨¦cord de Montgomery.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.