El verano, una buena ocasi¨®n para aprender

Las universidades catalanas proponen cada a?o un sinf¨ªn de cursos perfectamente compatibles con la dedicaci¨®n a los hobbies desatendidos durante el a?o. Desde el programa de Pol¨ªtica y gobierno en la sociedad de la informaci¨®n que propone la Universidad Pompeu Fabra hasta el de Del blues a la cultura pop que oferta la Universidad Aut¨®noma de Barcelona, pasando por Aromoterapia y aceites esenciales de la Universidad de Vic, la programaci¨®n acad¨¦mica de verano prev¨¦ una variedad de disciplinas incapaz de dejar indiferente a ninguno.

Son cursos que en su mayor¨ªa se imparten en julio, aunque hay universidades que despu¨¦s de hacer un par¨®n durante el mes de agosto contin¨²an con la programaci¨®n en septiembre, y tienen una duraci¨®n de entre 20 y 30 horas distribuidas a lo largo de una semana. Cuatro o cinco horas al d¨ªa en las que los alumnos profundizan sobre el tema escogido en un ambiente muy distinto al que se da en las aulas universitarias durante el a?o. En primer lugar, los grupos son mucho m¨¢s reducidos, lo que permite una mayor interacci¨®n entre los estudiantes y el profesor y fomenta la participaci¨®n en clase, y en segundo lugar, el p¨²blico de estos cursos es tan variado como las materias que se imparten. Universitarios, profesores, profesionales y jubilados, adultos y j¨®venes, catalanes y for¨¢neos, los cursos est¨¢n abiertos a todos aquellos que cumplan el requisito exigido: tener inter¨¦s. En este sentido, el tema del curso re¨²ne en una misma aula a un p¨²blico heterog¨¦neo imposible de encontrar en una asignatura de una determinada carrera o estudio. Por ejemplo: Nuevas vidas, nuevas cocinas, de la Universidad de Barcelona, puede congregar bajo el mismo techo al hostelero que busca sugerencias para confeccionar la carta del restaurante que regenta, a la ama de casa que quiere conocer nuevas recetas y al m¨¦dico dietista que est¨¢ interesado en saber cu¨¢les son las nuevas tendencias culinarias y si ¨¦stas son saludables. La Universidad Polit¨¦cnica de Catalu?a ha previsto este a?o una asignatura que, bajo el t¨ªtulo Gesti¨®n ambiental y sostenibilidad en la empresa, seguro que encamina hacia la misma aula a empresarios y ecologistas.

Los programas lectivos ofrecen una amplia variedad de temas

Las universidades los reconocen como asignaturas y otorgan cr¨¦ditos

Asistir a un curso de verano cuesta entre 90 y 200 euros, seg¨²n la duraci¨®n y las caracter¨ªsticas del programa, y los asistentes pueden beneficiarse de diferentes ayudas econ¨®micas que ofrecen los centros tanto para la matr¨ªcula como para el alojamiento, en el caso de los estudiantes for¨¢neos. Los centros intentan que la oferta var¨ªe de un curso a otro y el criterio que predomina en la confecci¨®n del programa final es, seg¨²n responsables de distintos centros, la variedad disciplinaria. Es el caso del Consorcio Universidad Internacional Men¨¦ndez Pelayo de Barcelona (CUIMPB), que ha preparado con esmero un programa que se estructura en tres ejes principales: el territorio, la comunicaci¨®n y la reflexi¨®n sobre los cambios que se imponen en la sociedad actual. De todos modos, las universidades tienden a ofertar cursos vinculados con la esencia del centro. As¨ª, en el programa de la Universidad Polit¨¦cnica de Catalu?a predomina la tem¨¢tica de las ciencias t¨¦cnicas.

El ¨¦xito de un curso no confirma su presencia en el programa del a?o siguiente, aunque los hay que permanecen en las listas una temporada tras otra. Es el caso de la Semana Internacional de Danza Contempor¨¢nea de Tortosa (segunda edici¨®n), de la Universidad de Verano de las Tierras del Ebro, que cuenta con el apoyo acad¨¦mico de la Universidad Rovira y Virgili, o el del curso Intervenci¨®n en el abuso sexual a menores: prevenci¨®n, detecci¨®n y actuaci¨®n (tercera edici¨®n), de la Universidad de Vic.

Los cursos de verano sobre el cambio clim¨¢tico que organiza el Observatorio del Ebro en colaboraci¨®n con la Universidad Ramon Llull y el Consejo Superior de Investigaciones Cient¨ªficas (CSIC), tambi¨¦n ha tenido muy buena acogida en temporadas anteriores. Joan Miguel Torta, director del observatorio, asegura que este programa tiene "mucho ¨¦xito" y que "incluso hay gente que repite".

Algunos cursos est¨¢n dirigidos a colectivos determinados. La Universidad Pompeu Fabra incluye en su programa de septiembre unos cursos para estudiantes que acaban de terminar secundaria. Mireia Trench i Parera, directora acad¨¦mica de los cursos de verano del centro, explica que estos cursos "introducen al alumno de secundaria en la tem¨¢tica sobre la que van a trabajar durante los pr¨®ximos a?os".

Los cr¨¦ditos. ?sta es otra motivaci¨®n para los universitarios que acuden a clase en verano. Las universidades reconocen estos cursos como asignaturas individuales y, en funci¨®n de las horas, los profesores y el programa de los mismos, les otorgan unos cr¨¦ditos, t¨¦rmino que en la jerga acad¨¦mica hace referencia al n¨²mero de horas lectivas y en los que tambi¨¦n se eval¨²an otros factores, como la tem¨¢tica y la pr¨¢ctica. Pero el asunto de los cr¨¦ditos es, en ocasiones, contradictorio, ya que los cursos no est¨¢n evaluados del mismo modo en todos los centros. Fernando Vilar, director de comunicaci¨®n del Instituto Joan Llu¨ªs Vives, una entidad a la que pertenecen 20 universidades del arco mediterr¨¢neo -entre ellas 12 catalanas- y que, entre otras cosas, se encarga de promover la convalidaci¨®n de estos cr¨¦ditos en los centros, asegura: "De la tasaci¨®n de los cursos se encarga la propia universidad".