Fiesta en territorio hostil
El C¨¢diz vuelve 12 a?os despu¨¦s a la ¨¦lite del f¨²tbol espa?ol al vencer al Xerez y a su afici¨®n en un ambiente encrespado
Toda la tensi¨®n, los nervios, las batallas entre aficiones, el sol acumulado, el viento de Levante..., acab¨® en una ducha colectiva en el vestuario visitante, el del C¨¢diz. "Me han dicho que el amarillo es un color maldito para los artistas, pero es gloria bendita para los cadistas", retumbaban los c¨¢nticos junto a los saltos de la plantilla del C¨¢diz en los azulejos de la ducha. El equipo andaluz, tras doce a?os de ausencia de Primera y tan s¨®lo dos despu¨¦s de abandonar el sumidero de la Segunda B, celebr¨® su regreso a la ¨¦lite del f¨²tbol espa?ol en el campo del Jerez, territorio hostil, muy hostil.
Oli, el autor del primer gol, cay¨® fulminado de rodillas cuando el ¨¢rbitro pit¨® el final. Luego, resucit¨® y sali¨® corriendo en direcci¨®n a los aficionados que se hab¨ªan atrevido a acompa?ar a su equipo. Toda la plantilla del C¨¢diz rebot¨® contra el tart¨¢n de la pista de atletismo al ritmo que les marcaban sus 6.500 seguidores: "?A Primera, o¨¦! ?A Primera, o¨¦!". Despu¨¦s, Oli acab¨® abraz¨¢ndose, empapado, hasta con la alcaldesa de C¨¢diz, Te¨®fila Mart¨ªnez, que regateaba en el caos a los guardas de seguridad y a los fot¨®grafos para entrar en la caseta cadista.
Mientras tanto, en C¨¢diz, ya hab¨ªa comenzado la fiesta. Miles de personas hab¨ªan tomado la fuente que hay junto a las Puertas de Tierra, la entrada a la ciudad vieja.
V¨ªctor Esp¨¢rrago, el t¨¦cnico del C¨¢diz, con una calma asombrosa, seco y con las gafas en su sitio, afirm¨®: "Hemos culminado una etapa y el equipo se ha hecho mayor. Tan mayor que ya est¨¢ de nuevo en la m¨¢xima categor¨ªa".
Tras abandonar Chap¨ªn, todo el plantel del C¨¢diz ten¨ªa pensado marcharse a una cena colectiva de celebraci¨®n y m¨¢s tarde, montados en un autob¨²s descubierto, a las Puertas de Tierra, donde les aguardaban sus miles de hinchas.
Pero el partido hab¨ªa empezado muchas horas antes. Cuarenta grados, rachas de viento de Levante. A las 16.09 la polic¨ªa hace rebrincar por primera vez a los caballos y desenfunda las porras. Desde las 14.30 una multitud de seguidores del Xerez grita consignas contra el C¨¢diz enfundada en su uniforme azul en el que se lee "Antikadistas". Un tren con 3.000 seguidores del C¨¢diz recorre la l¨ªnea que concluye en Sevilla con destino a Jerez. En la estaci¨®n tambi¨¦n hay cargas policiales, aunque el cord¨®n de seguridad, que en total formaron 700 agentes, result¨® impenetrable tanto al comienzo como al final del choque. A las 16.57, un aficionado del C¨¢diz, despistado, es agredido con un fuerte golpe en la nuca y un grupo de 25 personas le persiguen increp¨¢ndole y con la intenci¨®n de golpearle. La polic¨ªa carga con m¨¢s contundencia y un hincha xerecista cae a los pies de los caballos. Desde los bares cercanos llueven las botellas de cristal. A las 17.51 los dos fondos ya est¨¢n ocupados: uno es una mancha curva y amarilla; otro, azul. Un helic¨®ptero de la guardia civil sobrevuela el estadio, que se cuece lentamente a m¨¢s de 40 grados, rachas de Levante.
"?A la salida os vamos a matar!", es el recibimiento de los aficionados del Xerez a los del C¨¢diz, que, aunque son muchos, apenas se hacen o¨ªr y cuyo murmullo de alegr¨ªa contenida acabar¨ªa siendo un gigantesco grito tras los goles de Oli, un extraordinario chut desde 25 metros, y de Paz.
Una enorme camiseta del C¨¢diz trepa por el fondo norte de Chap¨ªn; enormes banderas blancas y azules. en el polo opuesto. Dos chicos con camisetas del C¨¢diz, ubicados lejos de la masa de seguidores cadistas, son obligados a cambiarse de atuendo por las amenazas de medio estadio: "?Fuera, fuera, fuera!".
Una hora y media despu¨¦s se tomaron la revancha: el C¨¢diz, en territorio enemigo, celebr¨® su regreso a Primera.
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